29 de Abril de 2024
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LA INSOSLAYABLE BREVEDAD - Javier Roldán Dávila
¿Odio o justicia?
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2017-03-24 - 07:16



El ‘borrón y cuenta nueva’ puede convertirse en el embrión de los futuros criminales
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Con frecuencia, en la pláticas de café y en las columnas de opinión, se abordan los temas que hoy agobian a las y los veracruzanos, entre otros: la inseguridad, las fosas clandestinas, el saqueo del erario, la crisis económica, las medicinas caducas y clonadas, el robo del fondo de pensiones y del ISR y, sobre todo, la impunidad.

Sobre el asunto, connotados periodistas suelen hablar con frecuencia de ‘los odios’ de Miguel Ángel Yunes Linares, porque siempre habla de encarcelar a los culpables y no se pone a ‘trabajar’, show mediático ante su ineficacia, afirman.

En las tertulias, muchos de los beneficiados de los dos sexenios anteriores sugieren que pedir se castigue a los culpables es por resentimiento, a la par de ello agregan: las cosas siempre han sido así, para enseguida enumerar un listado de políticos corruptos, luego entonces, si es un mal endémico ¡pues ya ni modo!

Lo que no entienden los que no entienden, es que no se trata de odios o resentimiento, sino de elemental aplicación de la justicia.

¿Acaso Simon Wiesenthal, el cazador de nazis prófugos en Sudamérica, odiaba a las huestes matonas de Hitler?, por supuesto que no, lo que el señor quería era rendir tributo a las víctimas del Holocausto a través de la acción de la justicia.

¿’Las locas de la Plaza Mayo’ odiaban a los militares argentinos por buscar a sus hijos y nietos?, sería un acto de estupidez humana creerlo así.

¿Qué la Iglesia Católica le acabase dando la razón a Galileo siglos después fue por la angustia de sentirse odiada?, carajo, fue un lúcido acto de rehabilitación histórica.

No nos enredemos, aunque no estemos acostumbrados la justicia se tiene que aplicar, no por odio, por sistema, es el principio básico para buscar la reparación del daño.

Por cierto, conviene tener presente que el odio, en muchas ocasiones, suele dispensarse a lo que se ha amado y no queremos siquiera imaginar que haya existido un amor colectivo por el cártel que jodió a Veracruz ¡por Dios!

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