Es de fama pública que Andrés Manuel López Obrador suele desdeñar a los adversarios que no le parecen ‘de la estatura de su vida’. Ha sido el caso de Enrique Ochoa Reza, presidente del CEN del PRI, de Aurelio Nuño, secretario de Educación, y de Ricardo Anaya, presidente del CEN blanquiazul.
Los tres mencionados jovenzuelos se han querido subir al ring con el líder moral de Morena, pero para el Peje resultan de ‘hueva’, cuestión extraña, pues la tercia señalada (que pareciera se ‘mata’ con par), tiene presencia nacional.
Sin embargo, aunque no acepta un debate cara a cara, López Obrador ha buscado polemizar con el actual gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, desde la campaña electoral de 2016, se puede afirmar que con ningún otro de los contendientes se enganchó de tal forma, quizá lo haga con Josefina Vázquez Mota que busca la gubernatura del EDOMEX.
Pero, volviendo al tema ¿acaso considera Andrés que Yunes Linares es uno de los nuevos mandamases de la ‘mafia del poder’? ¿Por qué AMLO está empeñado en erosionar el liderazgo yunista en la entidad? ¿Podrá lograrlo?
Hasta el momento una cosa queda más que clara, Miguel Ángel no es un rival que se amilane y se puede decir que se crece al castigo, basta observar las campañas de desprestigio que le endilgaron Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte, mismas que no lograron desbarrancar al panista, que al final les ganó la gubernatura.
Por lo tanto, tendremos un pleito de ‘fajadores’, de aquí a junio de 2018, que muy probablemente se defina con un ‘volado de derecha o izquierda’ de cualquiera de las dos partes, ya se verá.
Insistimos ¿por qué Yunes le causa tanta irritación al Peje? ¿Qué sabe el tabasqueño o qué sabe el choleño que no sepamos el resto de los mortales?
Ya saben, en política nada es por casualidad.

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