“El pobre no es el que tiene poco, sino el que desea más.”
Séneca

Aun cuando en el discurso institucional el gobierno de Veracruz afirma que la gobernabilidad se encuentra garantizada, los actos de violencia registrados durante el fin de semana en la región centro del estado confirman lo contrario.
El pasado 14 de febrero de 2013, el aun secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zúrita entrevistado a su arribo a un acto en el auditorio “Silvestre Moreno Cora” de Palacio de Gobierno afirmaba que “las instancias responsables de brindar seguridad a la población están cumpliendo con su trabajo”.
En dicha entrevista el encargado de la seguridad pública en el Estado de Veracruz, desestimó que pudieran surgir grupos de resistencia civil como habría sucedido en otros estados del país.
“Yo no te puedo hablar de riesgos, yo te puedo hablar de lo que si estamos haciendo, estamos haciendo las cosas bien y estamos teniendo una coordinación estrecha entre la federación, los municipios y el estado para que pasen las cosas que deban de pasar de manera positiva y no negativa”, sostenía Bermúdez Zurita.
A pesar del dicho, las autoridades se encargaron de desacreditar y descalificar las versiones periodísticas que afirmaban que en especial en la región perteneciente a la región de Zongolica y los municipios asentados en las partes bajas comenzaban a observarse la presencia de grupos de autodefensa.
Pero como dicen que la verdad no se oculta de bajo el sol, solo bastó que este sábado se presentara un secuestro en Camerino Z. Mendoza para que la alerta del presunto plagio activará la alerta entre habitantes de por lo menos 12 comunidades serranas de los municipios de Nogales, Mariano Escobedo y Maltrata quienes con escopetas, pistolas, machetes, palos y hasta bates de metal hartos de la inseguridad intentan defender su territorio de grupos delincuenciales que este mismo día se enfrentaron y rafaguearon algunas viviendas.
Los primeros reportes afirmaban que cubiertos del rostro los habitantes de las comunidades El Nicho, Chicahuaxtla, Santa Cruz, La Rosa, Sierra de Agua, Juquilita, Loma Grande, El Berro, Texmola y Colonia Vallejo se han distribuido en por lo menos tres retenes, a lo largo de la carretera para defenderse de cualquier intruso.
Los habitantes reconocen que en su movimiento no existen líderes, la intensión afirman es “protegerse unos a otros, sin interpretaciones de pertenecer a grupos de la delincuencia”.
Su única petición es que su seguridad quede a cargo de las fuerzas federales, pues no confían en la Secretaría de Seguridad Pública, pues el pasado sábado, cuando ocurrió el enfrentamiento, tardaron más de dos horas en llegar al auxilio, lo que provocó el enojo de los pobladores que incendiaron las patrullas.
"Tardaron más de dos horas en llegar -los de la estatal- fue el tiempo en que hubieran matado a la mitad de la comunidad si hubieran querido", comenta uno de los habitantes de la comunidad Palo Alto, del municipio de Nogales, donde se encuentra el primer reten ciudadano.
La demanda de los habitantes de las comunidades es que sea la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Secretaría de Marina (SEMAR) sea quienes se hagan cargo de la vigilancia para acabar con la serie de secuestros y robos con violencia en la región que tan solo este fin de semana dejó dos personas muertas las cuales aparecieron en la cajuela de un coche.
Y es que destacaron que hasta el momento el alcalde de Nogales, Antonio Bonilla no se ha acercado para dialogar con ellos para conocer sus preocupaciones, de ahí que decidieran organizarse para defender ellos mismos a sus familias.
Y los veracruzanos se siguen preguntando ¿dónde se encuentra la gobernabilidad? pues el responsable de garantizar la misma, Gerardo Buganza, se encuentra preocupado más por la sucesión del 2016, a través de su Asociación Generando Bienestar, la cual será el trampolín de su posible candidatura ciudadana para la gubernatura.
Al tiempo.

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