Increíble o no, en política el renacer de actores políticos y partidos no es de sorprendernos, lo que si de llamar la atención, como y de qué forma se conforman ciertos grupos para asirse del poder y no soltarlo.
Ese es el caso del Partido Verde Ecologista de México y de toda la pléyade de jóvenes políticos que este arrastra, pues dentro de sus filas no encontrará usted a personajes pobres o jodidos; no por el contrario, en sus filas existe una especie digamos así de casta, estatus, o abolengo.
Pero vámonos por partes, el Partido Verde Ecologista se ha visto sumergido en escándalos casi desde el momento en que se fundó, 29 años atrás en 1986 por Jorge González Torres, padre del famoso Jorge Emilio González, identificado también como el "Niño Verde".
La familia González, ha resentido la mala fama del "Niño Verde" en numerosas ocasiones. Tal fue el caso de una videograbación que filtraron los medios en el 2004, donde Jorge Emilio negociaba dos millones de dólares a cambio de permisos para la construcción de varios hoteles en un corredor turístico de Cancún, Quintana Roo.
Otros casos vinculados al abuso de poder, negligencia y una boca sumamente suelta, se le atribuyen, pero no es el único militante del Partido Verde que ha dado la nota en más de una cuenta.
Jorge Kahwagi, ex-diputado federal del Partido Verde y previo líder de Nueva Alianza, es también un hombre de negocios que en el 2008 fue señalado por tráfico de influencias al demostrarse que resultó beneficiario de un contrato por 40 millones que pesos que Elba Esther Gordillo le asignó a su empresa sin licitar.
Otro caso que en su momento suscitó polémica alrededor del partido, se relaciona directamente al actual cabecilla del PVEM, Arturo Escobar y Vega, que en el 2009 fue detenido mientras viajaba a Chiapa de Corzo acompañado por un millón de pesos en efectivo.
El dirigente, que entonces fuera senador, no quiso reconocer que el dinero venia en su maleta. No supo explicar su procedencia y mucho menos con qué fin sería utilizado. Al final, las contradicciones arrojaron más información que sus propias declaraciones.
Una última mención asociada al PVEM ocurrió apenas el año pasado cuando autoridades mexicanas consignaron al Capo Héctor Beltrán Leyva. Un narcotraficante de Sinaloa que fue localizado con Germán Goyeneche Ortega, su mano derecha, un militante del Partido Verde.
No por nada el PVEM, junto con el PRI, ha pugnado contra la Ley de Transparencia que busca reprender a los corruptos.
Perro no come perro, pero más que proteger a las instituciones corruptas, el PVEM busca su propia seguridad maquillando sus vicios bajo la bandera de protección al medio ambiente, donde supuestamente "sí cumplen" y la población votante les cree.
Ese es el partido Verde que ahora se apersona en Veracruz con la intensión de posicionar a los protegidos del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Esperemos que con su llegada al Verde, personajes como Carolina Gudiño, Edgar Spinoso Carrera, Tarek Abdala Saad expliquen a los ciudadanos de donde salieron las fortunas que ahora ostentan y que los tendría a un pie de pisar la cárcel.

Al tiempo.

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