Muy a pesar del discurso oficial, los eventos que se han presentado en el país y por supuesto en el estado de Veracruz convocan a la reflexión, a la cordura y a un análisis frio y serio de lo que se está gestando de cara a la jornada comicial del domingo 7 de junio.
Con alarmante preocupación los mexicanos observamos las acciones emprendidas por el crimen organizado el pasado viernes en el estado de Jalisco, en donde sus autoridades enfrentan una crisis como nunca antes vista, el reto frontal de la delincuencia es la evidencia de que el sistema político mexicano está agotado y a punto de colapsar.
De acuerdo con el Gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, el saldo de la violencia generada el pasado viernes 1 de mayo en la entidad fue de 39 narcobloqueos, siete muerte, 19 heridos y 19 detenidos; extendiéndose la violencia a estados vecinos como Colima, Michoacán, Guanajuato, aun a pesar del dicho que aseguraba que se habría restablecido el orden.
Lo alarmante de estas acciones, resultado de operativos implementadas por el gobierno federal para combatir y atajar el trafico de drogas en la región, es primero que evidencia la fragilidad del estado para mantener el control y el orden social, y segundo que ante estos actos, nadie estará seguro si las mafias impiden el proceso electoral comicial de junio.
Recientemente el profesor de Seguridad Nacional y Terrorismo e Integrante del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (CASEDE), Gerardo Rodríguez, explicó que el estado de Tamaulipas es la entidad donde más atención se debe de poner, ya que la presencia de los cárteles del Golfo y de Los Zetas, son un riesgo para los candidatos y los votantes.
“Al menos en Tamaulipas, son regiones muy extensas, son varios los municipios donde existen problemas, sobre todo son zonas controladas por el cártel del Golfo, principalmente, así como en aquéllos en los que tienen control los remanentes del grupo de Los Zetas. Estos grupos tienen los incentivos económicos y políticos de incidir en los candidatos afines a su control territorial”, dijo.
El especialista refiere que los grupos de criminales pueden influir en las elecciones “amedrentando o asesinado a candidatos, secuestrando a equipos de campaña, persiguiendo o siguiendo a encuestadores. Desde las elecciones pasadas a gobernador tuvimos el lamentable caso del asesinato del aspirante del PRI”.
Por su parte el académico de la UNAM y especialista en Seguridad Nacional, Javier Oliva comentó que la violencia puede originarse por grupos sociales, criminales, y partidos políticos.
Ambos especialistas han referido que Tamaulipas, Guerrero y Michoacán no son las únicas entidades donde existe riesgo para realizar campañas electorales.
Aseguran que “existen al menos dos estados donde se debe poner mucha atención, en Veracruz y Tabasco, un estado en el que no se habla la situación en materia de seguridad, porque hay sectores agropecuarios y ganaderos que han sufrido de extorsiones y que prácticamente han abandonado sus actividades”.
La violencia reportada a últimas fechas en diversos municipios de la entidad, alerta, a pesar de la negativa del gobierno estatal, que asegura, que aquí no pasa nada.
Los recientes hechos delictivos documentados en Veracruz tras la aparición de al menos seis cuerpos en parajes del municipio de Emiliano Zapata expresan una realidad lacerante, la presencia del crimen organizado es real.
Esperemos que el gobierno del estado no esté apostando por dicho escenario con el fin de inhibir la presencia del electorado en las urnas el día del proceso comicial, favoreciendo con ello a candidatos priistas que por sí solos estarán condenados a la derrota.


Al tiempo.

astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx



Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.