La administración saliente sigue dando tumbos.
Con la llegada de Antonio Gómez Pelegrín, suman seis los secretarios de Finanzas que han pasado en lo que va del sexenio de Javier Duarte.
Tomás Ruiz, Salvador Manzur, Carlos Aguirre, Fernando Charleston y Mauricio Audirac han sido botados por cuerdas de cara a un rebumbio financiero que pareciera no tiene orden ni concierto.
Patricio Chirinos dejó una deuda de 23 millones 830 mil pesos, mientras que Miguel Alemán dejó un débito público de tres mil 529 MDP, mismo que censuró todo el sexenio Fidel Herrera quien sin rubor le heredó a los veracruzanos 21 mil 500 millones de pesos… y a 21 meses de la conclusión del mandato de Javier Duarte hay baioloteo de cifras en donde si nos apegamos a lo oficial anda en los 40 mil millones de pesos.
Voces autorizadas, sin embargo, refieren deuda por 140 mil millones de pesos.
Como quiera que sea y a pesar del rechazo a presunta quiebra técnica es indiscutible la crisis financiera de cara a la falta de liquidez para pagar nóminas y la severa sentencia de la Auditoria Superior de la Federación que nos coloca como la cuarta entidad más endeudada de la república con presuntos daños patrimoniales por siete mil millones de pesos, que en realidad y eso bien lo sabe Finanzas, Orfis y la Contraloría General, es por 28 mil millones de pesos.
Acaso no se quiera reconocer pero existen 21 denuncias ministeriales presentadas por la ASF ante la PRG que en su momento se harán públicas con los nombres y apellidos de los involucrados.
Antonio Gómez Pelegrín, por más que se diga que es otro alfil del alemanismo, no es más que un técnico, enlace con la ASF, que desde que llegó con Ricardo García Guzmán se ocupó justamente de la revisión del recurso federal, particularmente de SEFIPLAN que es la instancia que más observaciones registra.
Pelegrín es quien trae el expediente.
Es la tabla de salvación de Duarte para el reintegro y justificación de los siete mil millones de pesos que en lo inmediato reclama la ASF s fin de que se incorporen a las arcas públicas.
No será quien ponga orden en el gobierno. Solamente seguirá las líneas que marque la federación, particularmente la Secretaría de Hacienda, a través de Luis Videgaray, quien de manera reiterada señaló a Mauricio Audirac como responsable del quebranto es este último tramo.
Con Pelegrín suman ya 84 cambios en la actual administración estatal que ya no siente lo duro sino lo tupido y que al despuntar el año el gobierno se dio cuenta de su cruda realidad.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo


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