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Listo el nuevo gabinete, Duarte
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2014-11-23 - 09:52
Reposicionado y fortalecido el gobierno de Javier Duarte y a espera de la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno, todo se encuentra listo para el más importante relevo generacional y de duartistas para transitar y consolidar el último tramo de un mandato inédito.
Un sexenio que, sin duda -como dirían los clásicos-, le tocaría bailar con la más fea.
Hoy en medio de una convulsa república sacudida por fuerzas exógenas, de una izquierda radical que embozada socaba al gobierno de Enrique Peña Nieto, Veracruz vive una tregua.
Es una calma chicha cuya luna de miel podría, con tino y buen gobierno, llegar a puerto sin mayores sobresaltos en el 2016 para concluir el ciclo de la Fidelidad y el apocado duartismo.
Unos Juegos Centroamericanos más que exitosos, a pesar de los agoreros del desastre, un IV Informe de trámite y una pasarela de circo con motivo de la glosa, son los previo de los últimos movimientos de las fichas del tablero de Duarte en donde este fin de semana dieron por concluido y determinados los pasos a seguir rumbo a la sucesión.
Acaso ajustes de última hora como la inesperada llegada de Fernando Aportela a la SCT o el arribo de Manlio Fabio Beltrones a la Secretaría de Gobernación, podrían provocar movimientos y decisiones políticas diferentes a las ya definidas, al momento, sin embargo, todo está bajo control.
La misma crisis que vive la casa presidencial ayuda a la causa duartista al quedar alejada de los reflectores, al darle paso institucional a decisiones futuristas y alejar al menos por una rato esa persistente carga mediática que le han impuesto los adversarios y enemigos tanto de casa como fuera.
Así, para quienes piensan que el desmantelamiento del gabinete el 15 de diciembre podría ser el derrumbe de Duarte, tendrán que volverlo a pensar. Cuatro años de lucha cuerpo a cuerpo hicieron fuerte al novel gobernante que finalmente aprendió a pelear.
Ello de tal suerte que todo queda listo para cerrar el año sin mayores aspavientos, dejando planchado el terreno para el 2015 de cuyos resultados dependerá la toma de decisiones del 2016.
Así, luego de una elección por Convención para el 2015, de acuerdo al cónclave secreto del Consejo Político del PRI, la elección vía dedazo de los candidatos del PRI a las diputaciones federales, se antoja sin problema.
Decisiones de última hora como el descarte de Adolfo Mota para que entre al quite por Xalapa rural, Erika Ayala, no hacen más que confirmar la fuerza de quien decide ajeno a lo que opinen algunas ínsulas del poder del centro.
Salen pues el día 15 de diciembre tal como se ha venido telegrafiando, Alberto Silva, el Cisne, gallo para el 2016, para dar paso al señor Enrique Ampudia; sale también Erick Lagos, el candidato a la gubernatura de Fidel Herrera. Regresa Buganza a la Secretaría de Gobierno y se va de la oficina de la Secretaría de Desarrollo Social, Jorge Carvallo, quien en contra de la oposición de su padre, simplemente va.
Hay duda sobre el pretendido blindaje a Arturo Bermúdez entregándole una diputación pluri, pero eso no afecta en nada el proceso electoral del 2015.
Y en ciernes dos llegadas inesperadas de gente de experiencia, uno de ellos Flavino Ríos Alvarado quien hace maletas para ir a la SEV le den o no una candidatura a Mota.
Edgar Spinozo revive.
Va por una diputación por el distrito de Misantla. Sin bronca. Lo ha recorrido muchas veces y su discreción y no pleito le ha ganado la congratulación del gobernador. Edgar es una garantía. Será a no dudar el candidato ganador.
Gabriel Deantes al igual que Elízabeth se quedan en el reserva, no así Tarek Abdalá, quien cierra para ir por Cosamaloapan. Asimismo a Corintia se le da bola negra, a quien se tiene localizada pese a sus enormes deficiencias como ente político, como la aspirante, que no ganadora, a la diputación por Xalapa urbano.
Otros más de medio pelo van por el juego del poder; no representan, sin embargo mayor problema de Estado.
El nuevo gabinete se fortalecerá con la nueva camada.
Javier Duarte está convencido y así lo ha manifestado en corto que con institucionalidad, respuesta y cabal aplicación de las políticas públicas, sin corruptelas, es posible cerrar el ciclo y abrirlo sea para una gubernatura de “Cinco, cuatro, tres, dos…” sin mayores problemas siempre fincada en el respeto a la voluntad popular.
Así se lo ha manifestado a sus colaboradores insistiendo que el será respetuoso al poder vertical. Sabe además que el PRI ganará la del 2016 y tiene claro que al cierre rendirá las cuentas que le heredaron y las que contrajo para equilibrio el desastre que le dejó Fidel Herrera Beltrán.
¿Y Fidel?
Fidel, ¡Oh Fidel!.. Quiere pero no puede. La busca pero no la encuentra. Desliza que maneja a Javier, pero no pega y el tiempo se le acaba. Al 2016 estará martillándose el último clavo de su ataúd.
A Duarte le importa dejar alguien que no barra para atrás, pero si no puede no irá más allá. El estigma de la Fidelidad le ha dejado convidado para que no insista en esa corriente que cumple y cierra el ciclo.
A Duarte no le ha sido fácil.
Tomó un estado crispado y hasta hace poco empezó el relajamiento luego de cuatro largos años de tensión, de crisis, de presencia del crimen organizado, de secuelas de corrupción y de paralización de un sector del gobierno que no arriesga un clavo en favor del jefe.
Que si ha dolido. Por supuesto. Duarte ha quedado verdaderamente desilusionado de quienes se quitaron la camiseta y se dedicaron al saqueo; de quien confió en el ellos y le fallaron; de quienes pensó que darían resultados y simplemente fueron un fiasco.
Ese es el resultado a la vuelta de las dos terceras partes de un gobierno que más parece de transición de consolidación, un gobierno que hereda 42 mil millones de pesos en deuda sin revelar que el mayor debido fue del pasado reciente.
Se recibió un estado de indefensión y en la búsqueda del camino perdido ha tenido que experimentar con gente fracasada como Luis Ángel Bravo Contreras quien no acaba de convencer con su vedetismo.
Esa es la realidad de cara a los caminos que cual diluvio… ya viene.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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