28 de Abril de 2024
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Por fin se les hizo…
“Todo hombre es sincero a solas; en cuanto aparece una segunda persona empieza la hipocresía”. Ralph Waldo Emerson
2016-10-15 - 14:07
A la hora de escribir el presente, ya le fue aceptada la licencia que pidió el doctor Javier Duarte de Ochoa para separarse de su cargo de gobernador, y fue elegido por la Comisión Permanente del Congreso del estado como mandatario interino el licenciado Flavino Ríos Alvarado (ya podrán contar sus hijos, nietos, etcétera que su padre, abuelo… fue gobernador de Veracruz por 47 días).
Los opositores del ex gobernador Duarte afirman que éste “abandona” el estado en “condiciones deplorables”… ¿Quién los entiende? Han estado pidiendo su renuncia constantemente y ahora que lo hace resulta que “abandona” el estado.
En un excelente y valiente artículo titulado “Prifia, linchamiento y vendetta” (Diario de Xalapa 03/10/16), el licenciado Ramón Ojeda Mestre señala y enfatiza la enorme hipocresía del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al haberle suspendido “ilícitamente, cobardemente, arteramente” sus derechos políticos al ahora ex gobernador Duarte sin esperar la sentencia del juez.
Ahora se ha convertido en un deporte prácticamente el linchamiento mediático del hasta ayer (12 de octubre) primer mandatario de Veracruz.
Es infame la discrecionalidad con la que usamos el concepto y precepto constitucional de presunción de inocencia. Pésele a quien le pese, el doctor Javier Duarte de Ochoa es inocente “mientras no se declare su responsabilidad mediante sentencia emitida por el juez de la causa” (Constitución federal, Art. 20 B. I.).
No pertenezco a partido político alguno ni conozco al doctor Duarte, ni he recibido algún beneficio de él o de su gobierno. Ni me interesa defenderlo personalmente. Si, DESPUÉS DE DESAHOGADAS LAS PRUEBAS, se comprueba su responsabilidad en algún ilícito, que pague.
Pero el hecho es que al momento, políticos de todos los partidos (reitero, incluidos los de su mismo partido de manera hipócrita), algunos periodistas locales y nacionales y una gran parte de la población influida por los medios, ya lo condenaron a priori.
No sólo porque está plasmado en nuestra Carta Magna, sino también porque es un precepto divino, mi deber como cristiano y hombre cabal es presumir la inocencia del doctor Javier Duarte de Ochoa hasta que no dicte sentencia el juez que lleve el caso.
Las denuncias interpuestas por el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares o por cualquiera otra persona, organización o institución, habrán de ser contestadas por el abogado de Javier Duarte, y ya el juez decidirá.
Aunque de manera execrable, tocando y excitando las cuerdas del deseo instintivo, primario, animal, de venganza en la población, algunos candidatos a puestos de elección popular prometen “meter a la cárcel” a sus antecesores. Ningún gobernador, ni siquiera el presidente de la República, puede “meter a la cárcel” a nadie. Sólo un juez, después de considerar si hay elementos, puede expedir una orden de vinculación a proceso (antes orden de aprehensión). El nuevo gobernador (o cualquier persona de hecho) lo único que puede hacer es presentar una o varias denuncias y ya la autoridad judicial, después de escuchar y atender a ambas partes, tomará una decisión.
Decía que usamos el concepto y precepto constitucional de presunción de inocencia a discreción. Es decir, cuando se trata de nuestro adversario o de una persona que no nos simpatiza, no sólo lo ignoramos, sino que quisiéramos que la autoridad lo refundiera aún violentando la ley. ¡Ah!, pero que no seamos nosotros los acusados o alguien que sí goza de nuestra simpatía porque entonces sí proclamamos a los cuatro vientos “¡toda persona es inocente mientras no se demuestre lo contrario!” ¿verdad?

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Es loable que los partidos políticos, especialmente el PRI (porque sigue siendo el partido hegemónico, no nos engañemos) ahora con la presidencia de Enrique Ochoa Reza, tengan la intención de dejar de solapar a sus miembros que pudiesen haber incurrido en ilícitos cuando éstos quedan debidamente comprobados.
Sin embargo permítame, estimado lector, emular por un momento a Maquiavelo. Demuestra la actitud anterior un total desconocimiento de psicología de masas. Están en un craso error quienes piensan que el electorado va a cambiar para bien su percepción de un partido por el hecho de que éste detecte y castigue casos de corrupción dentro de sus filas. Por el contrario; la gente va a tomar esto como PRUEBA de la corrupción generalizada dentro de ese partido y lo va a rechazar aún más en el 2018.
Y mientras el PRI y el PAN compiten por descubrir quién tiene más corruptos dentro de sus filas, por ahí se les va a colar sin que se den cuenta Andrés Manuel López Obrador para el 18, y entonces sí, hacer bueno aquello de “la tercera es la vencida”. Ya he expresado mi opinión en el sentido de que lo peor que pudiese pasar en México es que la izquierda accediera al poder (nada más vean a Venezuela); sería salir de Guatemala para entrar en guatepeor. Sin embargo con una “derecha” como el PRI y el PAN…

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Bajo cayó el Nobel

Pues todavía conservamos los ojos y la boca abiertos desde hace dos días cuando se anunció que le fue otorgado el premio Nobel de literatura al cantante de rock Bob Dylan (Robert Allen Zimmerman).
Voy a hacer a un lado mi personal aversión por la “obra” de Dylan tanto “musical” como poética (sólo por las letras de sus canciones), y expresar que aún poniéndome en los zapatos de los admiradores del cantautor, podrán darle todos los premios que quieran, pero no el Nobel DE LITERATURA. ¡Qué bonito ¿no?! ver ahora al rockero al lado de Juan Ramón Jiménez, Luigi Pirandello. Hermann Hesse, García Márquez, Octavio Paz, Camilo José Cela, Mario Vargas Llosa…
Y hasta el próximo sábado, si Dios lo permite.

raulgm42@hotmail.com

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