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El tren a ninguna parte
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2015-02-10 - 08:51
La revolución se hizo a lomo de tren. En efecto, esa leyenda se ha contado hasta el cansancio en películas y corridos. "Yo soy rielera, tengo a mi Juan..." Los ejércitos transportándose a lo ancho del país a fin de llegar puntuales a las batallas definitivas.

Lo que no se cuenta es que esos "caminos de hierro" fueron obra tenaz del odiadísimo Porfirio Díaz, el mejor peor presidente de México.

Su legado, superior a los 24 mil kilómetros de vías (que se dice fácil), no ha podido ser homologado por los gobiernos que le sucedieron a lo largo de un siglo. Y pero aún, desde el sexenio de Salinas de Gortari la cancelación de trenes y estaciones, vías y convoyes, ha sido paulatino pero imparable. Ya no hay corrida de México a Cuernavaca, ni a Veracruz, ni a Guadalajara.

Alguien diría, con espíritu malévolo, que todo ha sido en beneficio de la industria del automóvil, los jeques del autotransporte, los desarrolladores carreteros, el negocio de la gasolina y el cobro de peaje. Amén, desde luego, del severo impacto ambiental que tienen esos tendidos, donde uno se puede parar donde sea para medrar sin ley, fincar toda clase de tugurios y arrasar el medio ambiente (incendios incluidos).

Obras son amores y no buenas razones, como ha ocurrido con los prometidísimos trenes-bala que desatarían el desarrollo regional. Los anunciaron de México a Querétaro, de Mérida a Cancún. Sin embargo la crisis de ese 2015, derivada del vertiginoso desplome del precio del petróleo, se ha cebado en esos proyectos que desde la campaña electoral se erigieron como las joyas de la corona. Salvo el caso del tramo de 55 kilómetros del tren México-Toluca, los demás han quedado como "buenas razones" canceladas o relegadas para las calendas griegas.

La topografía mexicana no es precisamente idónea para el trazado ferroviario. Demasiadas serranías, demasiadas cañadas, demasiadas mesetas. Durante los tres siglos del virreinato y el primero como república independiente, el País creció y mercadeó a lomo de mula. La fama de los arrieros procede de entonces, cuando todo se transportaba por brechas y caminos donde ciertamente cumplían el recorrido carretas y diligencias sin fin. La gran modernización llegó con los "caminos de fierro" y la máquina de vapor inventados en Inglaterra durante la revolución industrial del siglo XIX.

La geografía nacional también ha sido tacaña a la hora de otorgar ríos navegables. Naciones como Francia, Alemania, Egipto, Estados Unidos, Argentina o Brasil, los poseen y se han convertido en ejes del desarrollo regional de vastísimos territorios (como sería el caso del curso Missouri-Mississippi). En México, fuera de limitados tramos de los caudales del Coatzacoalcos, el Grijalba y el Tuxpan, los ríos no contribuyen verdaderamente en el transporte nacional. De ahí que el ferrocarril se hubiese constituido como la panacea a partir del gobierno de Benito Juárez y hasta el arribo de Madero. En ese punto -coincidente con la invasión mundial del automóvil y los camiones- inició el paulatino abandono y deterioro de los ferrocarriles para privilegiar los espacios que exigían los vehículos automotores y el trazado de calles, caminos y carreteras pavimentadas.

Se hace camino al andar, lo prescribió el poeta que falleció luego de peregrinar a través de los Pirineos hacia su tumba. La anunciada cancelación de los proyectos ferroviarios bendice a los ya benditos empresarios del autotransporte, por no decir a los privilegiados poseedores de un automóvil. Y si a ello le añadimos el fracaso de la Línea 12 del Metro capitalino -fracasada por la ambición política y la corrupción- no queda sino concluir que los trenes (que son el medio más eficiente de transporte) no verán más sus días en este País cada vez más entregado a la ineficacia, la corrupción y la impunidad.

Habrá que ir entonando el corrido del tren fantasma que no lleva a ninguna parte y se pierde en el túnel de la historia. O mejor la melodía de Cri-crí, donde cuenta el único tren exitoso del país… “va la maquinita echando humo de algodón; pu-pu-pú…”

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