29 de Abril de 2024
INICIO
Política Columnas Municipios País Orbe Educativas Cultural Sociedad Negocios Farándula Deportes Sucesos
-
El undécimo mandamiento
.
2015-01-13 - 09:08
Nada como la risa. Las cucarachas no ríen, ni los buitres, menos los sapos. La risa es al hombre como la espuma a la champaña. No es imprescindible, pero queda ahí para celebrar la vida. Reír y sonreír, alegría y jolgorio, cosquilla y carcajada. Las alimañas no ríen, ciertamente, y con su rencilla vital se van a la tumba. Es más, quisieran que nadie riera, que nadie celebrara, que nadie gastara bromas. La existencia como la sombra lóbrega de un monasterio… o de una mezquita.

Hay gente sin sentido del humor. Abjuran de la alegría ajena, o es que nunca entienden los chistes. La verdad es que nos pasamos la vida ironizando. No perdonamos a nadie –el último chiste de Pepito y el último del Papa– nos mofamos, hacemos escarnio y no perdemos la oportunidad de hacer una broma a costillas del vecino. O de uno mismo. El humor es un salvavidas para la neurosis.

El reciente ataque al semanario Charlie Ebdo (de “hebdomadario”, que quiere decir semanal), ha puesto en guardia a las instituciones republicanas, principalmente la que atañe a la Libertad con mayúsculas. Hubo en París una manifestación de repudio al ataque terrorista, encabezado ni más ni menos que por los primeros ministros de Francia, Alemania, España, Israel… por decir lo menos.

La pregunta es: ¿de qué trataba el famoso semanario? Crarlie Ebdo era (o es, porque no ha desaparecido) un medio satírico. En él se hacía escarnio de todas las figuras políticas, religiosas y artísticas, y se caricaturizaba la realidad cotidiana. Nada le era ajeno, no perdonaban a nadie, se “burlaban” de los ecologistas, de los fascistas, de los jueces, de los ricos y de las ideologías. No perdonaban a nadie, porque el humor, bien lo sabemos, carece de fronteras.

Los islamistas radicales no les perdonaron el hecho de tocar a sus líderes y ayatolas. La guerra estaba declarada y el fanatismo yihadista decidió ese ataque porque para ellos Occidente, y todo lo que representa, son la entronización del demonio. Se trata de una guerra “efectista” salpicada por todo el mundo (Nueva York, Madrid, Londres, París) para demostrar que nunca cesarán su asedio y golpearán en los puntos más simbólicos: las torres gemelas, el Metro madrileño, la revista de humor francesa.

El asesinato de los caricaturistas de “Charlie” incluyó al talentoso Wolinsky, a “Tignous”, Stephan Charbonnier (que era el director del semanario) y “Cabut”. Equivaldría en México a eliminar de golpe a los cartonistas Naranjo, Rius, Magú y Calderón, por no decir que Guadalupe Posada. Se ha informado que la organización islamista Al-Qaeda se habría adjudicado el ataque terrorista contra la revista, “como venganza por el honor” del profeta Mahoma. Así las cosas.

En el fondo estamos hablando de intolerancia absoluta. Fanatismo intransigente, resistencia a la razón, sectarismo testarudo y brutal. “Muerte al que no piense como yo”. “Muerte al que no siga mis preceptos”. “Muerte al que se divierta a mis costillas”. Igual que en el sanguinario medioevo, igual que en los procesos de la Santa Inquisición. “El diablo te posee, mientras no demuestres lo contrario”. ¡A la hoguera!
El humor ilustrado forma parte integral de nuestra vida cotidiana. Viñetas, comics, caricaturas, “cartones”. Desde los años de la ilustración se entendió que el humor, la ironía, el sarcasmo, son parte integral del razonamiento humano. Reflexionar es alegrarnos, de algún modo; porque sólo la ignorancia es gris, triste, severa y diez veces severa. Hay que temer a los yihadistas de todo cuño (no olvidemos que “Yihad” quiere decir Guerra Santa); es decir, exterminio del opositor, imposición de mi dogma, intolerancia contra el que piense de modo diferente.

Imaginemos la vida como ellos quisieran. Las mujeres castigadas con la “burka” y los hombres destinados al rezo permanente bajo el minarete… y desde luego la extinción de los Simpson, Bob Esponja y Rufo el coyote. El undécimo mandamiento dirá “No reirás”. Así que la risa está de luto. Mal comenzamos el año.

[Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.]

Otras Entradas

Lo más visto