29 de Abril de 2024
INICIO
Política Columnas Municipios País Orbe Educativas Cultural Sociedad Negocios Farándula Deportes Sucesos
-
¿QUÉ SIGUE?
.
2014-12-10 - 09:28
Concluye la Cumbre; antes fueron los Centroamericanos. La imagen del gobierno estatal, después de la tregua, queda fortalecida.
A la par, eventos geopolíticos –Ayotzinapa y la “Casa Blanca”– se constituyeron en importantes distractores de la problemática interna.
Acaso el último tránsito de 2014 será la renovación del gabinete, mismo que habrá de consolidar el proyecto a escasos 24 meses del cierre de la administración de Javier Duarte.
Enroques, relevos y una nueva bocanada de oxígeno, de acuerdo con lo filtrado por el propio gobierno, habrán de constituir lo que será el cierre de la administración que espera entregarle a un próximo gobierno bianual en medio de recia controversia opositora de la misma familia priista.
Sin embargo el que manda, manda y si se equivoca vuelve a mandar, según reza la máxima política.
Y es que el fortalecimiento e influencia hacia el centro de la figura de Duarte le permite, sobre todo después de las dos últimas acometidas internacionales en un marco de control y paz social, entregarle la cortesía política de proponer y acaso disponer.
Y como la propuesta y disposición transitan por el lado de los suyos –que es el mismo grupo de la Fidelidad– pues habría que retomar ese tránsito de que comunicar es gobernar.
Javier Duarte antes de una semana habrá resuelto todo un proyecto político que vino acariciando a lo largo del año, que es la sucesión, la decisión más importante de todo gobernante.
Antes de una semana y previo a un largo e inevitable periodo vacacional que lo incluye a él también, habrá definido un gobierno en el que los más fuertes irán de la mano a la entrega de la estafeta.
Acaso por ello quienes piensan que fuera sus amigos del aparato, porque se van de campaña, se debilitará el gobierno, se equivocan.
Duarte terminó por aprender la lección y si bien entiende que se gobierna con los amigos, también tiene claro que algunos de ellos resultaron verdaderamente chambones y ratas que ayudaron para maldita la cosa.
Al relevo van hombres que, habrá que insistir, no van a aprender, sino a entregar sus enseñanzas a la causa pública.
Hombres como Flavino, Buganza, Fernando Charleston y Ampudia, en compañía de Mauricio Audirac, Ricardo García Guzmán y Fernando Benítez Obeso, habrán de conformar un frente de congruencia de primer nivel.
No más experimentos y andarlos jalando para que jalen.
Termina, pues, el año con renovadas esperanzas de que sobrevenga en 2015 una recia disputa en la que el PRI conserve la supremacía como paso previo para la grande, en donde en 2016 el juego será de grandes ligas.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo

Otras Entradas

Lo más visto