Flavino Ríos Alvarado, minatitleco –que más bien oriundo de Oaxaca– quiere ser diputado federal.
Con vasta experiencia política –alcalde, ex secretario de Gobierno, ex legislador y hombre cercano a Javier Duarte, como lo fue en su momento de Miguel Alemán– es un hombre institucional.
Desde la notaría que detenta observa la política, sobre todo luego de dejar su última responsabilidad como diputado local en la pasada legislatura.
Observa además cómo se están moviendo las fichas del ajedrez político del último tercio del sexenio del gobernador Javier Duarte, hoy empeñado, de cara a cambios sucesivos en su gabinete, en consolidar un equipo de trabajo con gente experta, políticos que no lleguen a las carteras ministeriales a aprender, sino a dejar enseñanzas.
Flavino dejó en su última encomienda como diputado local y cabeza de la diputación priista, la mejor de las imágenes, sobre todo en momentos en que se sucedió la reforma educativa federal que levantó al magisterio disidente en una algarada que sólo pudo resolver a través del diálogo.
Flavino está curtido en la política interior.
Cuando fue secretario de Gobierno de Alemán no pasó nada, lo cual quiere decir que resolvió las broncas inherentes a tan grave responsabilidad.
Decía Fernando Gutiérrez Barrios, quien trabajó 39 años para la Secretaría de Gobernación de México, que ésa era la única dependencia que lo último que no necesitaba era lucirse hacia al exterior y muchos menos publicitarse en los medios. “Con los resultados basta”.
Flavino Ríos Alvarado quiere ser diputado federal.
Y si bien no cuenta con la bendición de los petroleros cuasidueños de la plaza del sur de Veracruz, está cierto que una vez apoyado por el primer priista no tendrá la más mínima bronca para lograr la aceptación de tan importante grupo mafioso.
Flavino hoy está entregado a su familia con una nieta que le demanda todo su tiempo y con un grupo familiar muy sólido, todos avecindados en Minatitlán.
Casi no viene a Xalapa, en donde tiene residencia. No le gusta muestrearse pues eso provoca, y más en estos días, especulaciones y golpeteo. “Son días de guardar”, confía a este reportero. Sin embargo como animal político, según el término aristotélico, la busca, la huele todos los días y no deja de perder el contacto con los de su clase.
Flavino quiere ser diputado federal.
“Yo garantizo la plaza. El distrito será para el PRI”, ha dicho al señor de los cielos… pero quien decide le ha señalado que en política no es lo que uno quiere, sino lo que requiere la circunstancia política.
Flavino Ríos Alvarado será consecuentemente el próximo secretario de Educación de Veracruz.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo