Viéndolo bien ¿no se tratará de una plaga bíblica?... pa su mecha
En la mitología griega la Cornucopia o Cuerno de la abundancia, es un símbolo de fertilidad, de prosperidad, de riqueza, que evolucionó hasta nuestros días para formar parte de la heráldica de ciudades y naciones, además de ser un obscuro objeto del deseo. Sin entrar en detalles, diremos que es algo similar a la Lámpara de Aladino, o, para dejarlo más preciso, arrellanarnos en los brazos de la diosa Fortuna para salir de pobres.
Esotérica practicante, la ‘first lady’ se hizo el firme propósito de lograr la abundancia para garantizarse a ella y los suyos, un futuro definido por la frivolidad, el boato y mal gusto.
Sin embargo, a pesar de su disciplina mental, la doña no atinó a informarse con corrección y en lugar de buscar reinar en el territorio de la minas del rey Salomón o mínimo en Patolandia, para ver si se ‘atoraban’ a Rico McPato (quitándole la chamba a ‘los Chicos Malos’), tomaron la infame decisión, en la plenitud del pinche poder, de afincarse en la Casa Veracruz.
Contrario a lo que las historias refieren sobre la abundancia en tropicales tierras, Veracruz es una entidad depauperada de sexenios atrás, situación que llegó a miserable extremo los últimos seis años. Veamos.
De acuerdo al CONEVAL, la medición de la pobreza moderada y extrema en 2014, incluía al 58% de la población, cuatro millones 635 mil seres humanos aproximadamente.
Al 2015, casi el 10% de la población de 15 años o más es analfabeta, el 20% no son derechohabientes en servicios de salud, 13% de los hogares no tienen agua entubada de la red pública y 21% no tienen refrigerador, en concreto, el promedio de los indicadores señalan sin cortapisas, que el estado tiene un grado de rezago social MUY ALTO.
Estamos hablando de lo material, ya ni entramos al tema de la angustia que provoca la inseguridad, el desencanto de tener que emigrar al no encontrar empleo, el miedo a ejercer el periodismo o de la frustración de un par de enamorados que no pueden construir su futuro.
Estas circunstancias de subdesarrollo agravan más, sin duda, los delitos cometidos.
Definitivo, Veracruz no es el Cuerno de la abundancia, ni aunque millones nos pongamos a llenar planas afirmándolo.

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