Nadie en su sano juicio se opone a la unidad, las divergencias se dan cuando se discute en torno de qué
Muy desangelada resultó la marcha convocada para rechazar las bravuconadas de Donald Trump, el ‘Vibra México’ apenas logró congregar alrededor de veinte mil manifestantes en la CDMX, lo cual, en términos cuantitativos es poco, dada la gran publicidad que tuvo el evento.
El motivo por el que no tuvo mayor convocatoria la mentada movilización, radica en que buena parte del respetable la percibió como una expresión que se intentaría capitalizar en favor del presidente Peña Nieto, ahí fue donde ‘la puerca torció el rabo’.
Así pues, muchos de los panegiristas del mexiquense reclaman la ‘mezquindad’ de algunos sectores que no se suman a la defensa del país apoyando al presidente, pero ¿es realmente falta de nacionalismo no sumarse a ciegas a marchas como ‘Vibra México’.
En términos objetivos no, el origen del problema reside en la falta de liderazgo del mandatario mexicano, es un político que no asume compromisos con la ciudadanía, prefiere nadar de ‘a muertito’ antes que intentar resolver las graves dificultades que enfrenta la nación.
En este sentido preguntamos: ¿acaso Peña fue solidario con los veracruzanos ante el brutal saqueo que sufrió la entidad?, claro que no, lo más lamentable es que sigue siendo omiso ante la severa problemática que vive el estado, su elección ha sido estar del lado de los infractores de la ley.
El televisivo personaje se ha dedicado a fortalecer a los poderes fácticos, hay clara evidencia de ello, por eso, cuando se hace un llamado para apersonarse en rededor de su figura, simplemente resulta un fracaso.
No señores del establishment, México no vibra con don Enrique, pudo ser, tuvo su oportunidad, la perdió.

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