PARECE que al presidente de la Asociación de Constructores del Estado de Veracruz, Rafael Núñez Landa, no le ha sido suficiente la declaración del candidato a la gubernatura del estado, Héctor Yunes Landa, en el sentido de que durante su gestión como gobernador, --y esto sería en los primeros seis meses de gobierno--, pagaría la deuda que tiene la presente administración con todos los proveedores de servicios, sencillamente, porque el mismo Yunes Landa, reconoce que tal deuda es institucional, es decir, es del gobierno del estado, y de nadie en lo particular, por lo que estaría dispuesto a sacrificar una gran parte de los recursos que tuviera para garantizar plenamente el compromiso que ahora, como candidato, ha ofrecido a quienes todos los días esperan que les sea depositado su dinero por los servicios prestados a la administración duartista.

Resulta que Núñez Landa—que bien podría ser familiar cercano del candidato priista—prefiere que se les pague a todos los constructores con recursos del tres por ciento a la nómina, ya que actualmente, afirma, el pasivo es de por lo menos diez mil millones de pesos.

De esta manera, los constructores veracruzanos, están evidenciando, una vez más, que ya existe mucha desesperación dentro del gremio, porque no tienen dinero para seguir operando, lo que significa que varias constructoras hayan tenido que parar sus actividades, dejando que el tiempo venga a recomponer la situación económica que sigue persistiendo en Veracruz.

Por otro lado, pareciera también, que estando las cosas tan complicadas por cuanto corresponde al proceso electoral de la entidad, comiencen a dudar de que Héctor Yunes Landa, pudiera ganar las elecciones, lo que dejaría a todos ellos, totalmente en estado de indefensión, porque entonces no habría quien se hiciera responsable de los pagos que están pendientes.

Los proveedores de servicios al gobierno del estado, han recibido como un serio compromiso de Héctor Yunes Landa, que hará todo lo posible para que, primero, se cubran los adeudos y segundo, seguir construyendo, incluso, lo afirmó claramente, con constructores veracruzanos, con la finalidad de apoyarlos luego de que por las condiciones económicas que se han presentado, muchos de ellos ya no cuentan con suficiente trabajo y menos contarían, si las obras que se generaran en el próximo gobierno, fueran para otras constructoras que no tuvieran su asentamiento en tierras veracruzanas.

Pero, la desesperación y ésta es comprensible, está presente en todos los que se dedican a estas actividades de la construcción, aún cuando el mismo Secretario de Finanzas y Planeación, Antonio Gómez Pelegrín, se encuentre sumamente preocupado y comprometido con los veracruzanos, de tal manera que ha manifestado que busca, de alguna manera, pagarles a todos. Seguramente, Gómez Pelegrín, esté pensando en hacer magia con los centavos, pues la falta de recursos es lo que, precisamente, ha generado este serio problema económico en toda la entidad.

De cualquier manera, la confianza que ha otorgado Héctor Yunes Landa, es importante, porque se ha comprometido públicamente a cumplir con este ofrecimiento que, sin duda, se convierte en estos momentos, en un reto significativo, tomando en cuenta que sacar dinero no es fácil, sobre todo, porque se trata de cantidades extraordinarias que deberán conseguirse, pues como ya lo hemos expuesto, tan solo a los constructores, se les debe alrededor de los diez mil millones de pesos.

Este panorama, para todos los proveedores, se podrá aclarar el próximo cinco de junio, pues del resultado de las elecciones constitucionales, será quien determine, de alguna manera, el futuro económico del estado.

Faltan, pues, por lo menos diez días de campaña política, pero sobre todo, para que la justa electoral, se lleve a cabo y se pueda saber, el mismo día, quién de todos los candidatos ha alcanzado la victoria electoral, independientemente, de que posteriormente, haya impugnaciones ante los tribunales.

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NO ES NADA EXTRAÑO que ahora se hable de poco más de mil millones de pesos que se han solicitado, por parte del gobierno del rstado, al Instituto de Pensiones, para poder cumplir ciertos compromisos que han estado pendientes por cuanto corresponde a las jubilaciones y otras prestaciones que la misma dependencia tiene con los trabajadores del estado y los municipios.

Y no es nada extraño, porque en otras administraciones anteriores, también se tuvo que recurrir a estos préstamos del IPE, aprobados por el mismo Consejo General de Administración.

Hay que recordar que el Instituto de Pensiones del Estado, ha sido una tentación para los gobiernos anteriores, porque ahí existe una reserva técnica que hace poco tenía por lo menos siete mil millones de pesos, producto de las cuotas de todos los trabajadores que se encuentran adheridos a esta dependencia.

Con el tiempo, esta reserva técnica, se ha ido reduciendo, al grado de que se hablaba hasta hace unos cuantos meses que solamente había cinco mil millones de pesos. Sin embargo, la verdad de las cosas solamente la saben quienes tienen en sus manos los documentos que así lo prueban.

Pero resulta que el escándalo volvió a suscitarse por los prestamos que ha recibido el gobierno duartista en los últimos meses. Primero, fue una cantidad de setecientos millones de pesos y posteriormente, la de hace apenas unos cuantos días, de trescientos sesenta millones.
Y eso, sin duda, no sería ningún problema, si el gobierno mismo, determinara, en cualquier momento, pagar dichos préstamos al IPE, para quedar, como quien dice, a mano.

No es, por lo tanto, el problema de los préstamos, sino el pago que debe hacerse a tiempo y no quedarse como fondo perdido, porque entonces, los que estarían perdiendo serían los propios trabajadores y consecuentemente, la inestabilidad del Instituto, porque ya no tendría los recursos suficientes para seguir cumpliendo con el compromiso y objetivo que tiene desde su creación.

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EL DEBATE FINAL, propiamente dicho, de los candidatos a la gubernatura del Estado, ya determinó quién de todos es el que ha alcanzado la mejor posición político electoral.

La ventaja se ha venido acumulando, desde que se iniciara la campaña política de los candidatos, a favor de Héctor Yunes Landa, quien recibe, más nada, la compensación a tanto esfuerzo que ha realizado desde hace muchos meses, años quizá, para llegar a tener la confianza popular.

El fin de semana pasado, Yunes Landa, terminó con una amplia ventaja a su favor y todo parece indicar que serán dos contendientes quienes se disputen la gubernatura, pero no serán los dos Yunes, sino solamente uno, es decir, Héctor Yunes Landa. El otro contendiente sería, pues el de Morena, quien, efectivamente, los números no le alcanzan para llegar al triunfo electoral, aunque sí tendrá la posibilidad de colocarse en segundo lugar de la contienda, lo que ha querido siempre, el mismo dirigente nacional de este partido, para tener el pulso de lo que puede suceder en el proceso de la sucesión presidencial.

Quizá, a Andrés Manuel López Obrador, no le interese directamente el triunfo electoral de Veracruz, pero sí la posición que alcance su partido con miras a la búsqueda de la Presidencia de la República, proceso en el que nuevamente, todo hacer suponer, habrá de participar.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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