No por mucho madrugar amanece más temprano, cita el refrán popular, y es que parece que, esperanzado en el esfuerzo de los consejeros electorales del Organismo Público Local Electoral (OPLE) del estado de Veracruz, que habrán de comerse el moquito que se avecina, su capitán, el inexperto consejero presidente José Alejandro Bonilla Bonilla, permitió la emisión de la convocatoria para la designación de consejeros electorales distritales y municipales, así como de los servidores públicos titulares de las áreas ejecutivas de dirección de los organismos públicos locales electorales.
Y es que, como le adelantaba, amable lector, la tempestad que se posa sobre el organismo es tal, que se ha puesto en total riesgo el desarrollo del proceso electoral local de 2016, y mire por qué se lo comentamos.
Resulta que la pésima operación de su responsable de Comunicación Social, la novel e inexperta, pero sí cariñosa con su jefe, Liz Marina Bravo Flores, ha puesto en riesgo el desarrollo del proceso comicial ante la nula convocatoria para captar a los ciudadanos que habrían de conformar los 30 consejos distritales del estado.
Resulta que faltando tan sólo horas para cerrar la convocatoria para la integración de estos órganos electorales, la cifra de interesados es irrisoria, sólo 200 de los casi mil que se demandan.
La presión es tal, que la brillantísima responsable de la Unidad Técnica de Comunicación Social, mandó a perifonear las calles de la capital, para ver si algún turista está interesado en participar, no le hace que no sea de aquí, pues seguramente con la llegada del turismo electoral, que sin duda se hará presente en el referido proceso, habrá de dónde cubrirse.
Los consejeros saben de la situación, pero nada pueden hacer ante la actitud arrogante y prepotente del presidente que se siente reyezuelo feudal, que a la menor observación arremete con ira y hasta con el riesgo de intentar violentar a quien le contradiga.
Sabedor del escenario, el presidente Bonilla Bonilla cobija y consiente a la brillante cazadora de “chayos”, como se calificó durante las entrevistas ante los propios integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE), y es que se sabe que le prodiga algo más que compañerismo laboral; vaya, usted comprende, si se puede incorporar a la nómina a la cariñosa compañera de trabajo, pues que lo paguen los veracruzanos.
Pero ahí no queda el asunto, es tal la pedantez de la joven y talentosa funcionaria, que ya puso de cabeza al personal que le asiste en el OPLE Veracruz, pues resulta que de buenas a primeras tuvo la brillantísima ocurrencia de acusarlos de robo, sí, leyó bien, sin mayor evidencia que su palabra. La ecuánime, equilibrada y siempre claridosa Liz Mariana les aventó la afrenta poniéndoles ultimátum para que apareciera lo supuestamente sustraído.
En poder de este columnista está el oficio dirigido al presidente consejero del OPLE Veracruz, exponiéndole su malestar y la situación.
Los firmantes, Adorain López Martínez, Miguel Galero Carretero, Carlos Francisco Cervón Palafox, Miguel Ángel Landa Barrera, Donaji Xanat Brito Campos, Ricardo Ernesto Landa León, Óscar González Zárate, Luis Mariano Bonilla Espejo y Max Patraca Lara, relacionan lo ocurrido.
De este modo, se sabe que el pasado 13, aproximadamente a las 10:30 horas, los hizo pasar a su privado con la finalidad de informarles que le habían sustraído la cantidad de $6,800.00 (seis mil ochocientos pesos) contenidos en un sobrebolsa que, según su dicho, habría dejado en una repisa de tabla roca de su oficina, acusándoles que alguno de ellos lo habría sustraído.
Ya envalentonada y con la seguridad de que el consejero presidente la consentiría por serle leal y fiel a sus caprichos, pues les puso como límite las 12:30 horas para que el mentado sobre apareciera, por lo que a esa hora estaban nuevamente citados todos los firmantes.
Cabe mencionar que los empleados del área han expresado que la propia Bravo Flores les tenía estrictamente prohibido ingresar a su despacho y mucho menos accesar a su computadora, a sabiendas que quien lo hiciera sería sancionado y consignado al área administrativa para su baja inmediata y liquidación.
Debe también señalarse que quien realizara la limpieza del citado privado tenía estrictamente prohibido hacerlo, sin contar con la presencia de la titular de la unidad y bajo su supervisión o la de otra de las firmantes, Adorain López Martínez.
Los quejosos aseguran que llegado el plazo, fueron de nueva cuenta increpados por la talentosa funcionaria electoral, por lo que todos le expresaron su inconformidad al ser un hecho sin precedente en el área de trabajo, y propusieron levantara una denuncia ante las autoridades ministeriales correspondientes, a efecto de ser llevados a comparecer en compañía de las amistades que recurrentemente la visitan.
Ante ello, la responsable del área entró en cólera, insultó, pataleó, mentó madres, pero no interpuso la denuncia.
Extraño, ¿no?
Es así como los trabajadores al sentirse en estado de indefensión decidieron comunicárselo al consejero presidente aludiendo que la propia Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado de Veracruz, en su fracción V del artículo 146 refiere que todos los titulares de unidad están obligados a tratar “con respeto, diligencia, imparcialidad y rectitud” a sus subordinados.
¡Tómala papá!
A ver ahora qué acciones ejecuta el cariñoso consejero presidente José Alejandro Bonilla Bonilla con su querida “compañera” de trabajo, la que simplemente nació para dedicarse a cualquier cosa, menos a la función pública, y de paso resolver los dos entuertos en que ha metido a los integrantes del órgano colegiado y al proceso electoral mismo.

SEXTANTE
Van dos de primicia… la primera: ¿Encuentro Fortuito?
Resulta que la mañana de este viernes, en conocido café de la avenida Lázaro Cárdenas de Xalapa, se vio al empresario perredista y director de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz, Francisco “Paco” Valencia, departiendo el pan y la sal con los legisladores panistas Jorge Vera y Alejandro Zairick, así como con el también legislador local Francisco Garrido y el activo subsecretario de Desarrollo Social, Eduardo Vega Yunes. Lo interesante del encuentro es que se saludaron con el también presidente del Comité Directivo Estatal del PRD, Rogelio Franco Castán y el secretario general del PRD estatal, Jorge Flores... vaya casualidades.
La segunda: encuesta priista.
Se sabe que en la reciente visita del presidente de la república, Enrique Peña Nieto, sí se dieron las señales que algunos no quisieron ver. Les platico: se sabe que el mandatario federal hizo, durante la salutación, un alto especial con dos personajes veracruzanos, a quienes saludó con afecto y agrado; el primero de ellos, el diputado federal Adolfo Mota Hernández; el segundo, el actual secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Tomás Ruiz González, a quien incluso le refirió: “Tomás, qué bueno que te has reincorporado, síguele como vas, ya he platicado con nuestro amigo y me ha hablado muy bien de ti…síguele”. Cercanos al presidente nos apuntan que la relación pudiera ser de dos fuertes empresarios con intereses en Veracruz.
De igual modo se ha confirmado que las señales fueron más claras en corto. Al término del evento hubo una reunión en la que sólo participaron el mandatario federal, su secretario de Educación, Aurelio Nuño; el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán Ortiz; el recientemente nombrado coordinador general de Política y Gobierno, Andrés Massieu Fernández, y el gobernador Javier Duarte.
ahí el presidente le informó al gobernador dos cosas. La primera, el método de selección del candidato sería a base de encuestas, por lo que se medirá tan sólo a cinco actores políticos priistas: los dos senadores, “Pepe” y Héctor Yunes, Adolfo Mota, Tomás Ruiz González y Flavino Ríos Alvarado; segunda, no tienen mayor posibilidad de contender los diputados Erick Lagos, Alberto Silva y Jorge Carvallo. Otro mensaje más claro, pues ni el agua.
Al tiempo.

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