Luego que el 18 diciembre pasado se aprobó una iniciativa que dio paso a una gubernatura de dos años y tras la consecuente controversia política priista e incluso constitucional de la oposición, en las próximas semanas se dará marcha atrás para regresar al esquema sexenal.
Habrá contrarreforma.
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, está por resolver la controversia constitucional interpuesta por el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro.
El sustento para echar abajo la de dos se sustenta en las condiciones económicas y políticas que obligan, por “sugerencia” del presidente Enrique Peña Nieto, al gobernador Javier Duarte a buscar una solución que no solo evite el gasto electoral para una gubernatura de dos años, sino a parar en seco el diferendo que trae con la clase política en particular con el dúo Yunes.
Así, una vez marcada la línea desde los Pinos, se empezaron a buscar soluciones alternas.
La primera fue encontrar los tiempos legislativos –dos periodos ordinarios de sesiones- para echar abajo la reforma e imponer una iniciativa que contemplara una gubernatura de cinco años.
El plan, sin embargo, se vino abajo debido a que el arranque del proceso electoral del INE marca como plazo fatal el mes de octubre del 2015, lo que hace inviable los dos periodos de sesiones para anular la reforma e imponer otra.
El duartismo se planteó asimismo acogerse a la controversia constitucional interpuesta por el panista Juan Bueno Torio, que más bien arrancó con un amparo contra la aprobación de la iniciativa que fue finalmente desechada por el juzgado 16 de Córdoba.
Luego, Bueno Torio recurrió a presentar un procedimiento de queja ante el Tribunal de Circuito, ya que por discrepancia de criterios, su amparo fue desechado, pero no otros 50 amparos más presentados en el juzgado 12 por ciudadanos en la misma ciudad de Córdoba, que fueron aceptados.
Por tanto, hoy los jueces federales debaten sobre si el asunto es de naturaleza electoral o se trata de un asunto de violación a la legalidad, por contener artículos violatorios de los derechos humanos de los veracruzanos.
El asunto pues, fue la conveniencia priista de que, en efecto, cuajara la demanda ya que una victoria del PAN en este tema se vería reflejada en las urnas, máxime que los azules están a centésimas de arrebatarle al PRI el poder desde hace dos elecciones gubernamentales.
Así las cosas, se determinó irse por la controversia de Dante.
Los argumentos del ex priista, ex gobernador y ex de todo se sustentan en que Javier Duarte busca con la de dos años imponer a un priista que le cuide las espaldas, pero más allá sostiene, como respaldo a la controversia, que una gubernatura de dos años frena la competitividad y el fomento económico, la distribución del ingreso y todo lo que genera desarrollo en el estado “ya de por si afectado por estos 5 años de pésimo gobierno de Javier Duarte de Ochoa”.
Asimismo hace notar ante la Suprema Corte de Justicia de la nación que “Tenemos una acción de inconstitucionalidad presentada por muchas razones, una de ellas es que Veracruz es un estado tan endeudado que no puede soportar el gasto de mil millones de pesos en una campaña”.
Una Reforma Constitucional como la que propuso “Duarte y la camarilla de diputados cómplices del PRI, PRD rojo y el PAN rojo de ir contra el artículo 25, que tiene que ver con la planeación democrática, es decir, el fin del Gobierno, no es que haya elecciones, si no que haya desarrollo económico y mejoría para la población”.
El líder del MC, insiste en que lo ideal para Veracruz es que exista un periodo de gubernatura de 5 o 6 años, como el que ha estado vigente hasta el momento.
“Y es que si algo ha distinguido a este Gobierno es la falta de talento, visión y compromiso, la falta de resultados. Que tragedia para Veracruz haber tenido a este gobernador tan mediocre y a otros antes que no han tenido la imaginación de hacer las cosas, por ello cuando los Ministros resuelvan, vamos a pugnar que el periodo de gobierno sea de 5 años mínimo”, concluye el argumento.
Así las cosas el juego de poder se reubica.
Al venirse abajo la de dos no podrán participar más los “4 fantásticos” de Duarte, particularmente Alberto Silva quien desde el arranque del actual sexenio fue preparado por el propio Javier para sucederlo.
Tampoco podrá entrar en la puja Erick Lagos, candidato de Fidel Herrera y menos los de papel desechable como Jorge Carvallo y Adolfo Mota.
En el nuevo juego solo quedan una terna, la que cita César Camacho Quiroz, presidente nacional del PRI, quien solo recibe órdenes del primer priista Enrique Peña Nieto: en orden alfabético son Alejandro Montano Guzmán, Héctor Yunes Landa y José Francisco Yunes Zorrilla.
Es parte de lo que vendrá después del siete de junio.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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