28 de Abril de 2024
INICIO
Política Columnas Municipios País Orbe Educativas Cultural Sociedad Negocios Farándula Deportes Sucesos
-
Fidel, el retorno de los brujos
.
2015-05-14 - 09:38
“Gobernar es un oficio superior que no pueden desempeñar los improvisados y mucho menos los improvisados soberbios”, Fernando Gutiérrez Barrios

De habitual vestimenta negra en medio de infernal calor, Fidel Herrera reapareció –por enésima vez- en el solar veracruzano.
Fue este martes 12 de mayo en Boca, a la hora de la canícula, cuando el ex gobernador descendió de un viejo taxi ¿dónde he visto esa película? en “La Parroquia” a donde llegó para tomar un lecherito previo saludo a una cincuentena de parroquianos.
Feliz el hombre. Hablaba de todo y de nada. Se tomaba selfies y firmaba autógrafos… el mundo feliz.
A días de la jornada electoral federal al de Nopaltepec, recién nombrado delegado del PRI, le interesa más estar en Boca del Río que en Oaxaca, donde fue recibido a jitomatazos.
Para Fidel es fundamental dejar nítida la señal de hacia dónde va su proyecto cuyo destino final es colocar a su hijo Javier Herrera Borunda como candidato a gobernador, no de Chiapas, cuya diputación plurinominal negoció, sino de Veracruz para el 2018.
¿Quién en su sano juicio le apuesta a ese juego?
Pues la fidelidad que urdió la de dos para alcanzar la de seis.
Pero ese es un juego bien sabido en donde lo importante es consignar cómo se están moviendo las piezas del juego sucesorio para la que está enfrente, la gubernatura de dos años, en donde las preferencias electorales giran en torno a Héctor Yunes Landa quien ha consentido jugar del lado del enemigo, es decir, en la cancha de Fidel.
Pero Héctor no es ningún tonto.
Bien sabe que hoy puede “negociar” en la misma proporción que en su momento será traicionado y tendrá que buscar un plan “B” para poder insertarse si no en el primer plano, sino en fórmula con el otro puntero, José Francisco Yunes Zorrilla.
Para Pepe, en antípodas de la no negociación con la Fidelidad y menos con el Duartismo, el tema es claro.
Al llegar a la gubernatura -de dos o de seis- no permitirá impunidad e irá al rescate de Veracruz arropado por la federación que guarda la firme intención de darle un vuelco a Veracruz, cerrar el ciclo de la Fidelidad con la aplicación estricta de la ley que ya adelanta cárcel para los saqueadores y cambiar el rumbo.
Pero como todo en política, para la Fidelidad el juego sigue siendo hasta la víspera de la enésima visita presidencial -so pretexto de visitar la Feria de “Ilang- Ilang”- en un solo sentido: preparar a Javier Herrera Borunda para que sea gobernador en el 2018.
Antes tendrá que entrar a la transición como gobernador de dos años, Erick Lagos Hernández, el más fiel Fidelista, quien más se parece al jefe, es el sacrificable en aras de llevar a su fin el proyecto transexenal incluida protección y solapamiento de los saqueadores, de quienes han hundido a Veracruz en la peor de las tragedias financieras, políticas y de seguridad.
En ese juego, sin embargo, el cachorro de Fidel Herrera, a vistas, no acaba de entrar en el ánimo veracruzano.
Javier Herrera Borunda, recién sale de los más exclusivos colegios popis para incorporarse a la refriega política de manera esquinada, es decir por un partido, el Verde, que si bien es satélite del PRI, no representa esencia ni arraigo en Veracruz.
Luego, para no meterlo en broncas de jornadas electorales en donde podría ser bateado, le compran una “plurinominal” que, según ellos “por la circunscripción” le da vía libre para visitar Veracruz y recorrerlo en reclamo del voto pero no para él que la tiene comprada.
Así, lo hemos visto del brazo de Erick, de Silva, de Mota y de dueños de medios de comunicación dando con tipluda voz declaraciones a diestra y siniestra. Tratando con vehemencia escenográfica demostrar su amor por Veracruz y su sentir por los desposeídos.
Por la vía de la compra de espacios mediáticos pretende convencer de que su papá “ha sido el mejor gobernador que ha tenido Veracruz” y que el mismo –nacido en el DF en donde prácticamente vivió toda su vida- ama el solar y está dispuesto a entregar su vida por el bienestar social.
En Veracruz nos hemos tragado muchas amarguras. Hemos tenido que soportar de manera estoica, saqueos y abusos de autoridad. Hemos visto como los más se han empobrecido a costa del enriquecimiento de unos cuantos y que la justicia es un traje a la medida para los poderosos.
Hemos visto, en fin, un retroceso centenario sin chistar, en esa espera de que un día las cosas mejoren y que –como dirían los clásicos- si ya nos saquearon no nos volverán a saquear.
Pero sigue sin pasar nada.
Sin embargo, una efervescencia de rabia se mueve al interior del verdadero PRI y de la sociedad civil, de los núcleos familiares que ya no quieren más de lo mismo. Hay incluso familias enteras que opinan que si llega el hijo de Fidel se irán de Veracruz, pero ¿y los ocho millones restantes?
En la certeza, ellos, todos ellos, habrán de librar la batalla política de los últimos lustros para impedir que la Fidelidad continúe.
Hoy por más que Fidel pretenda presentar una imagen benefactora, que se placee como lo que es, un populista y mande a su esmirriado cachorro a pueblos y comunidades con promesas, la ciudadanía sabe por dónde no debe ir y que es ley esa sabia virtud de conocer los tiempos.
El de Fidel y su clan está llegando a su fin.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo


Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.

Otras Entradas

Lo más visto