“No prometas lo que no será” – Jorge Muñiz

Una vez más los mexicanos y los veracruzanos habremos de tener que tolerar y soportar los próximos 60 días de campañas electorales, en la que partidos políticos y por primera vez, ciudadanos independientes buscarán alcanzar una curul como diputados federales y con ello, convertirse en representantes populares.
Con las nuevas reglas electorales, los candidatos y partidos han cuidado mantener el silencio requerido, para evitar contravenir la norma, que también vigilará y sancionará los topes de campañas, la publicación de encuestas, el uso de apoyos –que ahora estarán prohibidos, como mandiles, tortilleros, termos, y demás genéricos que eran comunes en periodo electoral- quizá lo más benévolo y efectivo de las nuevas medidas regulatorias, pues era literalmente dinero tirado a la basura y a las atarjeas que es donde regularmente terminaban.
Hoy se presentan a nivel nacional cerca de 40 mil mujeres y hombres que emplearán, promesas, propuestas, y mentiras para intentar ganar a como de lugar el voto de los ciudadanos, tocará a ahora a los mexicanos identificar las menos inverosímiles, las menos demagógicas, las verdaderamente palpables y aterrizables y elegir las que mejor convenga a cada uno de sus intereses.
Los partidos políticos iniciarán la madre de todas las batallas, con quizá mucho menos propuestas reales y convincentes pero con la maleta llena de millones para poder garantizar el triunfo de sus candidatos.
En Veracruz, las propuestas que presentan ya en redes algunos candidatos suenan huecas, vacías, sin sentido y faltas de la realidad que enfrenta la entidad, colocada en la peor crisis financiera de su historia, señalamientos que ubicarían a Veracruz en una situación de indefensión económica cercana a los 98 mil millones de pesos, según refiriera la revista Proceso recientemente.
La pléyade de señalamientos de pasivos a todos los proveedores del estado, pequeños, medianos y grandes, conflictos para cubrir las nominas, e incluso para hacer frente al pago de las jubilaciones y pensiones, dejan muy mal parado al partido oficial, que de nueva cuenta mando al ruedo a personajes con negros historiales.
Los pactos por la sucesión gubernamental del 2016, quedan evidenciados, por un lado el senador Héctor Yunes Landa acompaña al candidato por el Distrito de Tuxpan en su arranque de campaña, bajo promesas que afirman que votando por el “cambiará tu vida” con una propuesta vacía, demagógica, que no presenta nada, y que llaman y convocan abogar por la fe, la esperanza y los valores cuando a Veracruz se lo está llevando la tristeza por el pésimo desaseo financiero y que quedarán como evidencia de cómo simplemente el poder enferma y marea, y si no que le pregunten a los tuxpeños, porque no creo que se les olvidase el adeudo por más de 200 millones de pesos que les fuera generado durante su gestión municipal.
En el otro frente, el senador José Francisco Yunes Zorrilla participando del arranque de campaña de la candidata por el Distrito IV de Veracruz, una Carolina Gudiño que es de todos conocido cuenta con el respaldo e imposición del ex gobernador Herrera Beltrán, en el mismo bastión de los Yunes azules que no permitirán por nada, dejarse derrotar.
Resaltan las palabras del senador Yunes Zorrilla quien cuestionado si existe un rompimiento con el propio gobernador Duarte lo admite, pero afirma “el PRI, no es de un solo hombre, sino de miles de militantes”, esos miles que seguramente, cobrarán cara la osadía de imponer personajes francamente sin calidad moral, profesional y mucho menos, conscientes de ser los responsables de la crisis financiera que mantiene a Veracruz al borde de una intervención federal.

Al tiempo.

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