POR LO MENOS seis aspirantes a la Rectoría de la Universidad Veracruzana, entre ellos, el destacado jurista Manlio Fabio Casarín León, le han estado haciendo la vida cansada a Doña Sara Delfina Ladrón de Guevara González, responsable actual de la Universidad, dentro de un proceso selectivo para definir quién se habrá de responsabilizar por la conducción de la Casa de Estudios, a partir del primero de septiembre, cuando comienza el nuevo periodo de la rectoría.

Resulta que son tiempos electorales, por así decirlo, dentro de la vida universitaria y lo que se aprecia en este momento es una andanada de descalificaciones directas a quien funge como Rectora, tan solo por el hecho de aspirar a ser reelegida, con todo derecho, para otro periodo al frente de la institución.

Extraña la actitud del resto de los aspirantes, porque a diferencia de la búsqueda de puestos de elección popular, en la sucesión de la rectoría de la Universidad Veracruzana, debería privar la civilidad, el buen entendimiento y la aplicación de estrategias diversas para alcanzar el puesto, pero de ninguna manera, descalificando el trabajo que hoy realiza la Rectora Ladrón de Guevara.

No se vale, diríase por ahí, que dentro del campo universitario, se estén mostrando prácticas de una política común, como la que suele establecerse en la vida política del país, del Estado, o del propio Municipio, donde los recursos estratégicos de los aspirantes suelen ser, antes que nada, atacar al enemigo, sin fijarse que muchas de las veces, los errores que se le atribuyen al contrincante político, son permanentes prácticas de quien las infiere.

Dentro de la Universidad, se espera siempre, que haya civilidad en la confrontación de ideas y hasta de señalamientos por errores cometidos durante una administración, puesto que se habla entre gente preparada, con experiencia académica y con propósitos distintos a la famosa grilla popular.

Sin embargo, en los recientes días, nos damos cuenta que también dentro de la Universidad, se dan estas prácticas de descalificar a los aspirantes para abrirse camino hacia el objetivo principal, que en este caso, es llegar, sin importar los medios, al alcance de una posición de mando como es el caso de la Rectoría de la propia institución educativa.

Se han escuchado algunas propuestas que van aparejadas con el ataque directo a quien consideran un enemiga a vencer. En este caso, todavía, se atribuye a la Rectora de la Universidad, una relación cercana con el Estado, lo que consideran que debería ser ajena como institución autónoma y que además le serviría como respaldo político para continuar al frente de la Universidad.

Pero bien reza aquella sentencia popular que dice “Los carniceros de hoy, serán las reses del mañana”, pues si alguno de ellos llegara a la Rectoría de la Universidad, y cuando le tocara enfrentar un proceso de sucesión, correría, para entonces, la misma suerte, es decir, no faltaría quien haga su propia campaña con ataques a su trabajo, aún cuando se haya esforzado siempre por hacer las cosas bien, pues dirigir a una institución de la dimensión que tiene la Universidad Veracruzana, se requiere conocimiento, experiencia, pero sobre todo, un valor a toda prueba para conducir los destinos de una institución de educación superior de la altura que tiene nuestra Casa de Estudios, pero sobre todo, mostrar que tiene respeto por los demás, por su trabajo, aunque éste sea de los más modestos del mundo, pues todos tienen la posibilidad de ser generadores de mejores condiciones para un mundo mejor y en este caso para la propia Universidad, en la que todos, supuestamente, nos hemos preparado.

Hay que hacer campaña política, porque no, pero de la buena, porque dentro de la Universidad, la esencia política tiene otro sentido.

Pero si se arman las cosas como si se tratara de una campaña política para buscar una diputación, por ejemplo, entonces estaríamos faltando, sin duda alguna, a la enseñanza de la propia Universidad, a no responder eficazmente al mismo grado académico alcanzado.

Que no se confundan estas practicas, puesto que la Rectoría de la Universidad Veracruzana, es una enorme responsabilidad para quien la representa, pero sobre todo, un permanente compromiso con toda la comunidad, por lo que, desde ahora, debe mostrarse respeto y civilidad.

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DE ACUERDO A LO QUE se ha investigado, resulta que dentro del Congreso local, tal y como ya se ha señalado prudentemente, que dentro de la Coordinación de Comunicación Social, se han creado empresas fantasma, de esas muy criticadas por el actual gobierno y que fueron, eso sí, la estrategia para desviar importantes sumas de recursos económicos en la pasada administración estatal, a cargo del Ex gobernador Javier Duarte de Ochoa.

Al parecer, en el Congreso local, quien fue instruido para manejar este irregular quehacer, fue el Coordinador de Comunicación Social, Sergio Melo Hernández, que al asignar convenios con los medios de comunicación para difundir las tareas legislativas, creó algunas empresas que no aparecen en el escenario de la comunicación y a las cuales se les esta pagando determinada cantidad, que no son cacahuates, desde luego, y que significan recursos propios del Congreso, y destinados para lo que se habían etiquetado, en este caso, para la difusión de las actividades del Congreso.

Este hombre, con aspecto de monaguillo, sacó a relucir las uñas, aún cuando pomposamente lanzaron una convocatoria a los medios, para proponer costos por sus servicios y evaluarlos para que al final, se diera a conocer una resolución a los mismos. Sin duda, todos aquellos medios que esperaron ser tomados para cumplir con el objetivo para lo cual fueron convocados, comprobaron que tenían un medio de comunicación y que eran ampliamente conocidos por el ejercicio profesional de la actividad periodísticas en cualquiera de sus actuales modalidades.

Pero no, la convocatoria fue solamente una mascarada, es decir, una forma de hacer creer que se cumplía con los requisitos que se establecieron, para que en lugar de tomar en cuenta a los verdaderos medios, se asignaran los convenios con empresas que no existen, pero que alguien cobra lo convenido, definiéndose esta practica como empresas fantasma.

De esto se ha dicho mucho la semana pasada y hasta ahora, no se ha tenido una declaración pertinente, seria, que explique la razón de estas irregularidades, por lo que se dijo, incluso, que el Coordinador de Comunicación Social, Sergio Melo, sería despedido ante la falta de transparencia en el manejo de los recursos.

No se ha hecho nada de esto, por lo que se cree que hay contubernio.

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ES CIERTO, LO QUE DECÍAMOS hace poco en relación a la actividad que realiza el Senador de la República, Pepe Yunes, pues recientemente él mismo ha declarado que en verdad, lo que le ha ocupado los recientes meses, es gestionar y bajar recursos para atender necesidades de diversos sectores de la población veracruzana.

Efectivamente, Pepe Yunes, no puede ser criticado por la falta de responsabilidad en su trabajo, pues lo mismo esta pendiente de las actividades legislativas del Senado, que de la permanente gestión que realiza en el altiplano, ante las autoridades federales, para lograr que los veracruzanos, en general, tengan la posibilidad de respaldarse con los apoyos económicos que se han logrado y procurar que las diversas actividades del Estado, puedan continuar de la mejor manera posible ante un fantasma económico que amenaza las esperanzas de vivir mejor para todos los que viven en Veracruz.

Pepe, es de los que trabajan discretamente y no compromete a nadie políticamente. Trabaja, solamente, para Veracruz, y para los veracruzanos en general, sin pedir nada a cambio.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

NUESTRO CORREO: ac_stein58@live.com.mx

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