AL SER extraditado a México, el Ex gobernador de Veracruz, tendría que ser alojado en una cárcel de máxima seguridad.

No se crea, que tenga que ver con un posible escape, al estilo Chapo Guzmán. No, lo que trataran de hacer las autoridades mexicanas, es proteger lo más que se pueda, su integridad física.

Ya decíamos en otro espacio de esta columna política, que el Ex mandatario estatal, tiene mucha información que involucra a muchos funcionarios, tanto de su propia administración como de las que funcionan en el altiplano.

Además, hay que entender que Duarte, al parecer, guarda en algún lugar secreto, muchas evidencias de quien o quienes fueron los que participaron en el saqueo del patrimonio estatal, así como de aquellos a los que les fueron entregadas diversas cantidades de dinero, como puede ser el caso del partido político Morena, que habiendo negado cierta amistad con el Ex gobernante, existen algunos datos que pudieran salir a la luz, relacionado con el supuesto financiamiento que se le dio en tiempos de la campaña gubernamental, luego de que Duarte, buscaba, por todos los medios, asegurar su tranquilidad posterior, es decir, tener a alguien que le cuidara las espaldas en tratándose de los desvíos que pudieran ser comprobables.

Estando prófugo, Duarte, tuvo tiempo de pensar lo más conveniente para resolver este problema y guardó sus propias evidencias para que a la hora de responder ante la justicia, como ha prometido al allanarse a la extradición, tenga elementos suficientes para poder enfrentar la ley, pero sobre todo, para descargar en algunos de sus ex colaboradores, gran parte de la pesada loza que ahora viene cargando desde su fuga.

Duarte sabe, perfectamente bien, que salvo lo que pudiera encontrarse en el gobierno federal, las acusaciones del Estado, no tienen la suficiente fuerza como para enjuiciarlo y sentenciarlo a varios años de prisión. Ya se ha comentado que la mayoría de pruebas que pudieran tener en su contra, serían desechadas fácilmente porque no tienen el debido sustento legal para que formen parte de una comprobada acción ilegal en el manejo de los recursos públicos.

Claro, dice Duarte, yo no firme ningún documento. Los que hicieron los movimientos son algunos de sus funcionarios en su ex administración. Solo que a Duarte, no se le ha informado que siendo él el responsable del ejecutivo, es responsable de todas las acciones gubernamentales de su gobierno, o cuando menos corresponsable por tales acciones, lo que le resulta una importante carga que pudiendo comprobarse, tendría, desde luego, sus consecuencias de carácter legal.
Pero, vamos, el tema principal de esta entrega, se basa, necesariamente, en la posible información que pudiera tener guardada como cartas de su defensa y ponerlas ante el conocimiento público, o quizá, enviarlas a quien corresponda para hacerle llegar el mensaje de que no esta solo, que tiene con qué defenderse y que si es condenado a una privación de su libertad por varios años, muchos de esos personajes de la vida pública, estarían también con él, si no en la misma celda, si en el mismo penal.

Desde luego, que Duarte, corre peligro hasta con su vida, porque muchos, seguramente, estarán interesados en que no salgan a la luz las posibles evidencias que los podrían involucrar en los delitos cometidos para hacerse de diversas cantidades de recursos económicos.

Tan solo en las famosas empresas fantasma que se crearon con el fin de desviar mucho dinero, existen muchos personajes, chicos y grandotes, que participaron activamente en esta creación de estrategias económicas para dañar el patrimonio estatal.

¿Se imagina, amigo lector, cuántos ex funcionarios gubernamentales, del tiempo pasado, estarían al borde de entrar a una prisión, además de devolver gran parte de todo lo que se robaron?

Seguramente, que los espacios de los penales veracruzanos y del gobierno federal, no alcanzarían para albergar a tanta gente, pues habrá peces de gran tamaño y de mediano peso, pero al final, todos aparecerían como corresponsables de una acción ilegal.

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MUCHO SE HA DICHO que el Ex gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, como su esposa, la Señora Karime Macías de Duarte, fueron hechos, uno para el otro.

Ambos se quieren. Ambos pactaron, al parecer, muchos de los negocios que se hicieron durante su gobierno y que poco a poco irán apareciendo, luego de la detención de algunos ex colaboradores de la Presidenta del Sistema Integral para el Desarrollo de la Familia, en Veracruz.

De ahí que el rumor de un posible divorcio que se este gestando entre la pareja, sería una especie de estrategia legal para enfrentar algunos cargos por separado, sobre todo, en lo económico, para no hacerlos corresponsables de las acciones que ahora se llevan a cabo para la investigación de los delitos cometidos durante el gobierno sexenal de Duarte.

No es que no se quieran, o que la Ex primera dama del Estado, ya no quiera nada con su esposo, pues como en todo matrimonio, lo esperado es que ambos se defiendan y se apoyen en las buenas y en las malas.
Por eso, el divorcio, sí es que de veras se esta gestando, sería solamente por una estrategia legal, seguramente recomendada por alguno de sus abogados o todos en conjunto para poder enfrentar los procesos que se avecinan.

Hay que recordar que estas estrategias legales, se utilizan en todos los matrimonios, incluyendo a los que demuestran siempre estar bien integrados y a prueba de las más difíciles causales señaladas por el código civil.

Así es que, para las malas lenguas, que ya critican a Doña Karime, por estar pensando en dejar solo al Ex gobernador, su esposo, la cosas no es así, pues podrá tener estos ingredientes, pero lo más probable es que exista por ahí esta recomendación legal de los abogados que se encuentran defendiendo las causas de los Duarte-Macías.

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HAY QUIENES NO ESTAN de acuerdo en la versión que dimos a conocer ayer, sobre la posibilidad de que el Ex gobernador del Estado, Dante Delgado Rannauro, vaya a ser el candidato a la gubernatura del Estado, bajo el respaldo de una coalición de partidos como Movimiento Ciudadano, Movimiento de Renovación Nacional, Morena, y el Partido del Trabajo.

Aseguran que es posible que Andrés Manuel López Obrador, tenga a su propio candidato, debido a que en las pasadas elecciones ha demostrado tener muchos votos a su favor.

Sin embargo, las condiciones políticas cambian de momento a momento, por lo que Dante Delgado, resultaría, para estos tres partidos, un candidato fuerte, capaz de poner en serias dificultades a los demás aspirantes de los partidos que habrán de intervenir en este proceso de renovación gubernamental.

Tal vez, los tiempos no sean propicios, todavía, para definir esta situación, pero lo importante del análisis de esta posibilidad radica en la cercanía que han tenido los dirigentes de estos partidos políticos, lo que hace casi seguro que estén pactando, desde ahora, esta colación que les daría buenos resultados político-electorales.

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