NUEVAMENTE, con más datos, el escenario político de Veracruz, se ensombrece más en relación al daño patrimonial que le han causado, principalmente, ex funcionarios del gobierno del estado

Salen a relucir muchos otros cuestionamientos que abarcan a los funcionarios y ex funcionarios duartistas que a pesar del tiempo, no han logrado escapar.

Decíamos hace un tiempo que algunos poseen el privilegio del fuero constitucional y eso impide, de momento, que las autoridades actúen en su contra.

Pero nada es para siempre.

Poco a poco va saliendo pus y más pus, como escribe el columnista Manuel Rosete Chávez. El círculo, podría decirse, se va cerrando y no precisamente para el propio gobernador, sino para muchos de aquellos que no le fueron fieles y aunque ahora, sin parecerlo, lo han dejado solo.

Más de diez de estos personajes, tienen en sus fondos bancarios las cantidades millonarias que se tomaron sin la autorización, se supone, de quien aún manda en la entidad veracruzana.

Algunos de ellos, están en la banca, no por gusto, sino por mera necesidad, pues es prioritario esconder, hasta donde sea posible, el producto de sus malas acciones en el manejo de los recursos públicos, pero hay otros que previniendo el desastre, buscaron de inmediato la posibilidad de protegerse de la acción penal. Lo más grave, es que lo consiguieron, cuando menos, por el momento, ya que tarde o temprano, es posible que la ley los alcance.

Hay quienes fungieron de manera cercana al mandatario estatal. Eso les permitió tener acceso a los recursos sin ninguna restricción. Se hicieron ricos, inmensamente ricos, sin darse cuenta que todo esto, al final, los condenará.

Las investigaciones que se realizan hoy en día, arrojan diversas inconsistencias, irregularidades que estando al final de la presente administración, no han logrado o no han querido solventar.

Y pensar que faltan cuarenta y nueve días para que concluya este gobierno sexenal, pues entre más tarda la fecha de su culminación, más anomalías aparecen y para muchos de estos funcionarios o ex funcionarios, el tiempo se va haciendo toda una eternidad.

Mientras, el Tribunal Federal Electoral, está llegando al momento en que deba emitir su veredicto, respecto de la confirmación de Miguel Ángel Yunes Linares, como gobernador electo, quien, si otra cosa no sucede, deberá rendir la protesta de ley el primero de diciembre de este mismo año, aunque, de acuerdo con la constitución general del Estado, tomará las riendas del poder, a partir de la cero horas del mismo treinta de noviembre.

Y aunque falta este detallito de la confirmación política, el gobernador electo, asegura que no ha dejado de trabajar en los proyectos que tiene preparados para llevar a cabo un buen gobierno, aunque se sabe, que entrará en funciones sin recursos económicos suficientes para hacer su trabajo gubernamental.

Sin embargo, acepta que hay compromisos que cumplir, sobre todo, en el mes de diciembre, cuando los trabajadores deberán recibir sus aguinaldos y demás prestaciones que la ley les concede.

Y al estar consciente de este problema que enfrentará su administración, afirma tener las estrategias necesarias para poder salir avante. Es, sin duda, el reto más importante que ha tenido en su vida política y paso por el servicio público de la entidad y el país.

Mientras tanto, siguen saliendo los trapitos al sol, sobre todo, de aquellos que serán combatidos por las autoridades federales y las que lleguen, a partir de diciembre, en una nueva administración estatal.

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HAY QUIEN DICE que al estado, no le puede ir peor, relacionando esta aseveración con el nuevo gobierno que tendrá la entidad veracruzana, a partir del primero de diciembre próximo.

Y es que, de alguna manera, la ciudadanía expone sus propias versiones y consideraciones políticas, luego de afirmar que Miguel Ángel Yunes Linares, está obligado a realizar un buen gobierno.

Razones sobran.

En principio, no puede hacer lo mismo que ya se hizo en la presente administración, porque entonces se tendría que enfrentar a los veracruzanos en general, quienes a través del voto popular, ya le confiaron por dos años la gubernatura del estado.

Pero hay más. Yunes Linares no viene a gobernar Veracruz, por dos años solamente. Tiene, sin duda, sus propios proyectos políticos para extender el poder gubernamental, más allá de este bienio, es decir, asegurar hasta donde sea posible, con un buen trabajo, la posibilidad de generar un escenario político para ocho años, por lo menos. Podría decirse que también, al igual que los senadores priistas, quienes proyectaron en su momento, un gobierno de esta naturaleza, va por seis años más, desde luego, que no en su misma persona, pero sí a través de otro aliado que no sea precisamente su propio vástago, aunque todo mundo afirma que Miguel Ángel Yunes Linares, buscará colocar, precisamente, a otro miembro de la familia, en este caso, a cualquiera de sus hijos.

Se afirma que para concretar esta aspiración, volverá la coalición con el PRD, siempre y cuando en este gobierno de dos años, les conceda las posiciones políticas ofrecidas para mantenerlos contentos y asegurar nuevamente su acompañamiento político electoral.

Son cosas de la política actual, pero que dadas las circunstancias, lucharan por evitar que el PRI, vuelva a Palacio, por lo menos en tiempo más de otro sexenio.

Esto es, desde luego, sin tomar en consideración al futuro candidato del tricolor, el cual ya ha penetrado lo suficiente para hacer que el PRI, retorne lo mas pronto posible, en gran parte por su propia labor política y de gestión en todo el Estado.

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TODAVIA NO SE CONFORMA el gabinete gubernamental para el próximo gobierno, y los perredistas ya se están emocionando demasiado, aunque haya acuerdos tomados por su participación en la coalición con el panismo veracruzano.

Del plato a la boca, se puede caer la sopa y esta es una sentencia popular que mucho tiene de cierto, por lo que, primero, los propios perredistas tendrían que esperar el veredicto final del Tribunal Federal Electoral, quien está por resolver en las próximas horas, el caso Veracruz, confirmando al gobernador electo y entrando en funciones, por lo tanto, dentro de los cuarenta y nueve días que faltan para que llegue el final de la presente administración e inicio del nuevo gobierno de la entidad.

Mientras tanto, lo que ya se viene aconsejando es guardar la discreción política y prepararse, para que dado el caso, se pongan a trabajar en los programas del próximo gobierno, pues es de saberse que muchos de los perredistas que posiblemente formen parte del equipo de trabajo del nuevo gobernador de Veracruz, no tienen mucha experiencia que digamos en el ámbito administrativo del Estado.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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