11 de Mayo de 2024
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ASTROLABIO POLÍTICO - Luis Ramírez Baqueiro
El Victoriano Huerta de Veracruz
“No hay nada que irrite de forma tan aguda, ni huela más amargo, que la vergüenza.” – William Langland.
2016-01-22 - 08:44
Es increíble como muchas cosas en la vida tienden a encontrar paralelismos, existen eventos que marcan el rumbo y el devenir de la vida pública de una entidad de manera similar a eventos ocurridos en otro momento, en otro tiempo, que se presentan de nueva cuenta provocando grandes calamidades y controversias en la sociedad.
A Veracruz le ocurre algo similar, ahora que la entidad está sumida en la peor crisis de seguridad de la que se tenga precedente, cuando la simple aritmética no cuadra muy a pesar de que la ecuación refiere que el 99% de las acciones fueron buenas, con una sola que salga mal, se cae el teatrito.
Dicen los que le saben a eso de la historia que en México existió un presidente espurio, uno que tras un asesinato llego a la presidencia, uno que paso a la historia por la barbarie con que se condujo, pero sobre todo, por el pésimo recuerdo que dejó entre los que les toco gobernar.
Este personaje nacido en el municipio de Colotlán, Jalisco, fue hijo de Jesús Huerta Córdoba y María Lázara del Refugio Márquez Villalobos. Dicen que por haber sido educado aprendió a leer y escribir, lo que le ayudó a que un día de visita por su pueblo el general Donato Guerra expresará su deseo de contratar a un secretario particular.
El entonces niño Victoriano Huerta, se ofreció como voluntario, como recompensa a sus servicios se le recomendó y concedió una beca para estudiar en el Colegio Militar, donde obtuvo notas sobresalientes que lo hicieron merecedor de un reconocimiento especial; afirman los historiadores que el presidente Benito Juárez, el primer indígena en llegar a la presidencia, lo elogió durante su visita al colegio para entregar los reconocimientos a los cadetes con las siguientes palabras: “De los indios que se educan como usted, la patria espera mucho”.
Al graduarse fue comisionado al Cuerpo de Ingenieros y se desempeñó en labores topográficas en la región de Puebla y el Estado de Veracruz, donde conoció a Emilia Águila, con quien se casó el 21 de noviembre de 1880 en la Ciudad de México y con quien tendría once hijos.
Para tristeza de los mexicanos este personaje distraído en su pésima condición para gobernar se convirtió por diversas razones en un adicto al alcohol, un hombre que con el paso del tiempo perdió consecuencia de su problema de salud la realidad del México que gobernó, así sin más pena que gloria cruzo el umbral y murió en el destierro, no sin antes pasar por Barcelona, de donde volvió para morir en los Estados Unidos.
Así como ese personaje, Veracruz parece contar con el suyo, propenso al mal carácter, observador de una realidad inexistente, y de una fuerte propensión a evadirse por cualquier vía, la sociedad contempla como la entidad se desmorona a pedazos.
Triste y lastimosa realidad, en qué momento nos dejaste como diría la canción “en el abandonó” a la suerte de un súper policía que lo mismo le da entregar la plaza con mayor pena que gloria que tapizar a la entidad de fosas comunes.
Así como aquel personaje, los veracruzanos lo recordarán y dirán que tenemos al Victoriano Huerta de Veracruz y si no, solo compare a ambos personajes.

Al tiempo.

astrolabiopoliticomx@gmail.com
Twitter: @LuisBaqueiro_mx

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