Yo no sé usted, pero cada vez que escuchamos de actos, acciones, hechos que trasgreden la seguridad en Veracruz, produce la sensación de haber llegado al punto de ser agredidos en lo más personal e intimo, no vayamos lejos, cuántos de sus familiares no han sido víctimas de un incidente o caso de robo, extorsión, secuestro, etc.
Es así como desde hace poco más de 11 años a Veracruz le trastocaron su intimidad, se acabó el salir seguro a la calle, sin la preocupación de que algo malo pueda ocurrir.
Hoy más que nunca, a pesar del discursito oficial, seguimos sintiendo la falta total de compromiso de quienes debieran ser los garantes de la seguridad de todos los veracruzanos, empezando por el mismo gobernador, Javier Duarte, que claro, acompañado de un sequito de orangutanes (con todo respeto) tiene la sensación de que aquí a todos nos cuidan.
Y esto lamentablemente se lo digo, cuando pareciera que una vez más la maquina del terror que ya es común que se emplee previo a un proceso electoral, se puso a trabajar.
Entre las distracciones de los desaparecidos, y los hallazgos macabros de cuerpos en regiones apartadas de las concentraciones urbanas, hasta los asaltos en carretera a autobuses, o los que al amparo de una charola se producen con las fotoinfracciones, una forma más de saquear a Veracruz.
Lo grave de esto es que dejamos de lado los datos duros esos que demuestran que de nada ha servido capacitar y acreditar a cuerpos policiales en la entidad, porque simple y sencillamente no sirve de nada tener la certeza de que por principio de cuentas no venderán sus conciencias al crimen.
Recientemente el diario La Jornada público bajo el titulo “Reprueba Veracruz en certificación de policías estatales: Causa Común” una nota donde se explica cómo las fuerzas al mando de Arturo Bermúdez Zurita siguen careciendo de la confianza y credibilidad que demandan las normas nacionales de seguridad.
Veracruz al igual que otros estados del país, reprobó con cinco la certificación integral de sus policías estatales, mientras que obtuvo una calificación de 7.2 en el promedio general del desarrollo policial, según los datos del Semáforo del Desarrollo Policial desarrollado por la Causa Común.
La organización presentó este lunes los resultados del semáforo 2015, que miden la evaluación de los 32 estados del país, en temas como carrera policial, profesionalización, certificación integral y régimen disciplinario.
De acuerdo con información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) –incluida en el documento–, con corte a noviembre de 2015, Veracruz tenía a 2 mil 273 elementos con "No Aprobado", lo que representa el 31 por ciento en la entidad de fuerza de policía estatal.
Según lo reportado por titulares de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), a la organización Causa en Común, también tenía tres por ciento del personal adscrito a la SSP pendiente de renovar su certificado en control de confianza.
La entidad se ubica en el número 12 de los estados del país y aunque tiene calificaciones por arriba de la media nacional en temas como la profesionalización donde alcanza 10, también reporta bajas calificaciones en temas como: Sistema Profesional de Carrera Policial, donde alcanza seis; cinco en certificación policial, y 7.8 en régimen disciplinario.
De acuerdo a estos resultados, la organización liderada por María Elena Morera, detalla que los hallazgos del Semáforo del Desarrollo Policial 2015 ponen de manifiesto que las policías estatales presentan serias deficiencias al interior que les impedirán articular de manera adecuada procesos de coordinación, administración y desarrollo policial que vayan más allá de la operatividad.
Credibilidad en policía, debilitada
Según las conclusiones de la ONG, aun cuando se aprecian avances en el desarrollo de la policía estatal, y se tiene conocimiento que la Marina y el Ejército mantiene parte importante del control operativo de la seguridad en el estado, este sistema sólo se lleva a cabo con siete de los más de 212 municipios que tiene el estado de Veracruz.
"Se reconoce el esfuerzo que hacen las autoridades para fortalecer la imagen de la Policía Estatal, pero no es suficiente, ya que la percepción de seguridad de la ciudadanía es muy baja y la credibilidad en el actuar de la Policía Estatal está muy debilitada", refiere el informe.
Detalla que es imperativo elaborar estrategias puntuales para que las autoridades de seguridad pública del estado trabajen en coordinación para un efectivo combate contra el crimen organizado y delitos de alto impacto.
"El hecho de que Policía Naval y Ejército se encuentren haciendo tareas que de facto le corresponden a la Policía Estatal, merma la imagen de esta última y genera desconfianza en la ciudadanía, debido a la incertidumbre de cómo actuarán cuando el Ejército y la Marina ya no estén a cargo de la seguridad del estado".
Recomienda es que es urgente que la SSP trabaje en la imagen que proyecta su Policía Estatal, y estos sólo se logrará con la creación de códigos de ética, proximidad social y profesionalización.
Ante este escenario, nos cuestionamos, ¿para qué invertir tantos millones de pesos que no ha servido para absolutamente nada?, ¿Por qué mejor no pagarle a tantos proveedores que hoy sufren al punto de la quiebra por el pésimo manejo financiero de las autoridades, creando una crisis social que da paso a la inseguridad por la falta de empleos? Las preguntas son muchas, las respuestas son nulas.
Lamentablemente en Veracruz, se seguirá percibiendo una intimidad trastocada.

Al tiempo.

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