06 de Mayo de 2024
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La imagen del Gobernador
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2015-11-09 - 08:40
La imagen del gobernador Duarte parece preocupar excesivamente a los veracruzanos… claro, a los conscientes de la política porque los otros, la mayoría, tienen otras cosas más importantes en que ocupar su capacidad de preocupación.
El círculo de la polaca en cambio y los cuantos miles de ciudadanos que nos interesamos en el ‘vaudeville’ no paramos de hablar y otros de escribir de “la imagen”.
Quién sabe si al mismo don Javier Duarte de Ochoa le interese tanto la tal imagen gubernamental, pero es posible que sea hoy por hoy el único en el estado que ha comprendido algo muy importante, saber que los veracruzanos estamos hasta el gorro de los gobernadores exhibicionistas y que ya va siendo hora de que nos gobierne un ciudadano o tal vez un auténtico político y no una luminaria del neoliberalismo dañino sin conocimiento elemental de lo que es la política y sus protocolos. ¿Qué acaso el tratamiento reglamentario que la Constitución exige que se da al primer mandatario no es ese, el de ciudadano? (“Ciudadano señor gobernador, ciudadano señor presidente…”).
Duarte “no proyecta”, ¿No proyecta qué? Pues simplemente esa “luminosidad” de respeto, caballerosidad, populismo, don de gentes, educación, bien vestir, presencia física, etc., como lo fueron algunos de sus antecesores.
Se dice también que “no habla bien”. Desde luego, gran orador no es, pero ¿para qué queremos que hable bien? ¿Acaso vamos a escuchar explicaciones del por qué aumentó el 3 por ciento a la nómina, o, el por qué pidió le autorizaran un préstamo de más de 30 mil millones de pesos, o, por qué hay tantos asesinatos y secuestros…? Tal vez si lo hiciera, ganaría un premio en oratoria. No, ya estuvo suave. Gobernar, carajo, es algo más que hablar bonito. ¡Duarte no será Demóstenes, pero tampoco es para tanto! Habla a su manera. Y por un momento le agradecemos porque nos deja descansar de “los grandes oradores” como el famoso “cisne” del PRI que dice puras torpezas y otros grandes habladores.
Hay mucho de lo que podría decirse de lo que se comenta sobre la imagen personal del primer priista de Veracruz, pero nos ocuparía mucho espacio. En lo personal esa imagen de “homo qualunque” no la tiene, porque no es un hombre cualquiera, ni común y corriente y mucho menos ciudadano como muchos. Su presencia no es agradable para los jubilados y pensionados, ni para los jóvenes estudiantes, ni para los empresarios, ni para los taxistas y mucho menos para los periodistas libres y aun los tundeteclas atrapados con sus ‘chayotes’, ni para los políticos de la oposición, claro y de su propio partido. Y lógicamente, si su imagen personal no agrada a la gran mayoría de paisanos, menos la imagen de su gobierno.
Una buena imagen del gobierno es simple y llanamente la piedra fundamental para obtener esa indispensable y perdida confianza. ¡Y allí sí que las cosas no andan bien!
En primer lugar en la imagen global del gobierno intervienen muchos factores. El principal son, desde luego, Los Hechos y todavía lo que se hagan o no se haga por allá arriba no se ve muy bien o en todo caso no da resultados definitiva y convincentemente positivos. No vale la pena señalarlos; son ampliamente conocidos y son causantes de la mala imagen.
¿Qué Javier Duarte tiene un problema de imagen? Lo hay. Nunca un gobernador veracruzano ha recibido tantas y tupidas críticas internacionales, nacionales y locales debido a su inmadurez política, su falta de tacto y el importamadrismo de los problemas radicados con furia en la entidad, por todos conocidos. Los baños de pueblo que se da con algunos maestros de la Sección 32 del SNTE, no son suficientes porque son trabajadores que están mangoneados por los testículos del “guía moral” de ese sindicato, Juan Nicolás Callejas, o sea, es la misma majada del sistema. El contacto con el pueblo debe ser general: con estudiantes universitarios, trabajadores del volante, empresarios, líderes políticos oposicionistas, jubilados y pensionados; con auténticos campesinos y no los ‘naylon’ enquistados en la Liga de Comunidades Agrarias, académicos, etc.,. Entonces, sí creeríamos en una buena imagen del gobernador del estado y su gobierno. Mientras, el tiempo corre, como dijo el clásico “muy aprisa”…

rresumen@hotmail.com

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