Pues continuamos con nuestras pequeñeces cotidianas los ciudadanos comunes y corrientes. En medio de presupuestos salvadores que nos anuncian con bombo y platillo que nos van a hacer inmunes a la depreciación del peso ante el dólar, de la baja incontenible del precio del petróleo (herencia diabólica bien decía López Velarde en su “Suave patria”), y seguimos caminando por las calles de Xalapa; que si se renuevan, que si no, quienes aplauden los planes de ampliación de banquetas y remodelación general, quienes se oponen, y caminando simplemente por la vida.
Las céntricas cafeterías llenas de adalides que entre sorbos de lechero y mordiditas de canilla, en una plática de una o dos horas, salen satisfechos de haber resuelto los problemas, no sólo de Xalapa, Veracruz y México, ¡sino de todo el mundo! Nada de qué preocuparnos ya con tantos próceres que, por lo menos virtualmente, velan por los que pueden y no quieren, y por los que quieren y no pueden, que entre esos dos solemnes grupos humanos nos embutimos casi todos. Caminamos en medio del ambiente enrarecido por manifestantes que piden o protestan por variadas y disímbolas causas: apoyos para el campo; pagos de pensiones atrasados; muertos que pudieran estar vivos y vivos que deberían estar muertos… Multitudes buscando evasivas; algunas sanas: que si la selección empató con Argentina con todo y Messi, que si está en la cárcel el protagonista principal de la telenovela de las nueve, que si ya se exhibe la más reciente película de Schwarzenegger; y otras no tan sanas como el tergiversar la no tan grata realidad consumiendo alcohol u otras drogas o entre los que creen que un apocalipsis va a venir a resolver sus frustraciones y traumas personales, y entre los edificios de siglos del centro histórico, cuya arquitectura espléndida nos observa estoica y condescendientemente. Entre el tráfico sofocante de las horas pico en esta “Atenas veracruzana”; entre la imagen desoladora de un pequeñuelo sirio plácidamente muerto sobre la arena de una hermosa playa europea, y entre la paradoja de que si no se nos muestra una imagen así, no hacemos conciencia de que todos los días mueren cientos o tal vez miles de niños como ese de hambre, enfermedades o violencia alrededor del mundo, pero que no tuvieron la “fortuna” de que se fotografiara o videograbara su agonía y su muerte. Entre los reportes e imágenes de miles de emigrantes, y de hipócritas que le exigen a Europa y Estados Unidos que los reciban, pero ellos, los demandantes individualmente, no sería capaces de recibir a uno, a uno solo de esos desplazados en su casa ¡ah no!, que la caridad la practiquen los demás ¿verdad? “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles” (He. 13: 2)… Entre las parvadas de pichones que revolotean alrededor de los indolentes y bellos árboles del parque Juárez y que intermitentemente se dan su tiempo para ir a piscar las sobras junto a las taqueriles canastas de los igualmente indolentes comilones entregados intensamente a tan deliciosa fuga… para luego seguir su sísifica rutina voladora. Entre el andar de la gente en medio de la cual a veces nos cruzamos, sabiéndolo o no, con sacrificados legisladores, locales o federales, que por su exhaustivo trabajo reciben 60 veces lo de un salario mínimo o más, más diversas prestaciones… Entre las precipitaciones pluviales (¡vaya culteranismo!) que fluctúan desde torrenciales tormentas hasta el agradable y xalapeñísimo chipi-chipi y que nos hacen preguntarnos a los indoctos por qué demonios nos endilgan los infames tandeos y nos cobran a precio de oro el agua de la que tan pródigos son Dios y la naturaleza especialmente en esta Xallapan (manantial en la arena)… Entre parejitas de enamorados secundarianos y preparatorianos a los que les importa un comino todo esto y no hacen más que provocarnos perversamente envidia de la buena y hacernos evocar sutilmente algún tiempo pasado no tan malo… no tan malo. Entre aterradores reportes estadísticos de que en México, en promedio, las personas no leen ni dos libros al año (¿no será esta una de las principales razones de las cuitas nacionales, junto con el consumo de alcohol y otras drogas?)… Entre la mirada melancólica y benevolente del rosetón gótico de Catedral que pareciera querer decirnos algo, pero estamos tan abstraídos con nuestras nimiedades que ni siquiera alzamos la vista para verlo… Entre candidatos adelantados y ambiciosos que desde ya se frotan las manos imaginando el duro y reluciente hueso que esperan poder asir tras las ya no tan lejanas elecciones de 2016, y los candidotes que ilusa y esperanzadoramente les van a hacer alcanzar sus cicateras pretensiones por medio del voto…
Las tonadas de una canción del extraordinario y ya legendario cantautor judío neoyorquino Neil Diamond, salidas del estéreo con fuerte volumen de algún automóvil me distraen… Evoco algún bello momento allá por 1980… Afuera no pasa nada; y si pasa, ¿qué importa?
“… twoloversplayingscenesfromsomeromanticplay,
septembermorningstill can make me feelthatway”.
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Siria, lo que puede una imagen
Mi desocupado lector (así empieza Cervantes su prólogo al Quijote, me lavo las manos) habrá de perdonar al mal pensado y un poco paranoico escribidor, pero en el vídeo del niño sirio AylanKurdi se ve a un oficial uniformado que lo acomodó y luego se alejó para que tomaran fotografías y vídeos a placer. Y… los que mandan en los medios de comunicación a nivel internacional no dan un paso en falso. ¿No sabemos, como dije en mis delirios anteriores, que todos los días mueren cientos de niños como Aylan alrededor del mundo, de hambre, de enfermedades, de violencia, pero que no se fotografían o videograban? ¿Quién es el responsable de la situación específica de Siria? ¿El Ejército Islámico (que al parecer es a quien están responsabilizando la mayoría)? ¿El presidente Bashar al Assad? ¿Otro u otros países que se inmiscuyen donde no deben?
Hasta los primeros días de marzo de 2011 Siria era un país próspero y en paz, comparado con los demás estados de Medio Oriente. Entonces empezaron las “espontáneas” manifestaciones que espontáneamente indujeron los servicios de inteligencia de Qatar, Arabia Saudita y Estados Unidos contra el gobierno de al Assad. Y en cuanto la violencia se desató, los tres países mencionados espontáneamente empezaron a armar hasta los dientes a los “rebeldes” (eufemístico término para sanguinarios terroristas). Juzgue usted.
“Dicen que antiguamente
se fue la verdad al cielo,
tal la pusieron los hombres
que desde entonces no ha vuelto.”
Lope de Vega
Y hasta el próximo sábado, si Dios lo permite.
raulgm42@hotmail.com

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