“Elizabeth ya siente pasos en la azotea”, Magno

Se acerca inexorable una desangelada votación que habrá de renovar el Congreso nacional.
La gente no quiere saber nada de sus gobernantes y representantes populares. Hay hartazgo y es por ello que buscan traducir su malestar mediante el voto de castigo, el sufragio erróneo, es decir, no saliendo a votar el domingo 7 de junio.
Lamentable, pero previsible.
Mientras la guerra de lodo entre candidatos en Veracruz está a todo lo que da. El PRI está cierto que sacando trapitos al sol de sus adversarios se gana en posicionamiento, popularidad y eventuales victorias.
La difamación, la mentira y el chantaje electoral transitan como pan de cada día, sin embargo, no pegan. Son juegos de artificios y garlitos en donde la ciudadanía ya no cae y sí reflejan desesperación de los aspirantes que al no prender las propuestas en el ánimo ciudadano acuden al golpe bajo.
En Xalapa, el excremento en el ventilador es el signo de los tiempos priistas.
Elizabeth Morales García está cierta que denostando a quien o quienes van arriba de ella en la preferencia electoral alcanzará la victoria. Desestiman a la ciudadanía. Se atenta contra su inteligencia y sus jugadas bobas son previsibles.
Ahora les ha dado por emprenderla contra el puntero del PRD, el candidato a la diputación federal, Magno Garcimarrero, ex diputado local, federal, senador de la república y un hombre culto que ante las embestidas denostadoras solo ríe.
Se va por el lado de la broma, de la chunga electoral.
Sabe que puntea, que no va a cambiar la voluntad popular y por ello no suda ni se abochorna. Espera los tiempos y escribe la agenda del día a día de su campaña electoral.
En esa agradable relatoría escribe:
“Muy por la madrugada de ayer me encontré en mi página de Facebook que alguien me puso escenas pornográficas; me dio tal sobresalto que las eliminé sin investigar quién las había subido a mi página; pero hoy volvieron a lo mismo y ahora si pude registrar el nombre de la persona. Supongo que es parte de la guerra de desprestigio, la caca de loro, que se asoma en estos tiempos electorales”.
Y agrega:
“¡Yo que me sentía casi blindado Jaja! Espero que no empeore la guerra.
Día 28. Pero ha empeorado, ahora me encuentro que un señor llamado Tomás González Corro me manda un aviso diciendo: “Creo que le hablan a Magno Garcimarrero” y transcribe un comentario de mi suplente Torroella donde dice “Si ya saben cómo soy… PA QUE ME INVITAN… no apoyo ni promociono, candidatos chafas o corruptos PUNTO” (sic). González Corro me atribuye el hecho de ser parte de la “chunga electoral”. Creo que ambos tienen parte de razón, ya muchos de mis amigos me habían hecho notar la mugre en la que me estaba metiendo por iluso e ignorante”
Y concluye:
“Ahora en estos pocos días que faltan para el término de la campaña, tengo que seguir pisando de puntitas para no pararme en el excremento, y cabecear la caca arrojadiza de los especialistas pagados, serpentineros de cloaca. De mi suplente, me consta que no sirve de apoyo de nadie”.
Afortunadamente Magno está muy por encima de esos pretendidos quehaceres destructivos.
Hace mucho tiempo que sirve a Veracruz a través de sus distintas representaciones populares. Es un hombre de izquierda con una profunda vocación social y sabe, bien lo sabe, que su principal aliada es la ciudadanía. Es y será la sociedad civil ya que lo protege y apoyo.
Acaso tan solo es cuestión de días, no para que se despeje la incógnita, sino para que se ratifique por dónde anda la voluntad de las urnas. Es solo cuestión de tiempo.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo


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