Bien dicen el dicho popular, cada maestrito trae su librito, y se lo digo amable lector porque pareciera que a los veracruzanos se les olvidan las enseñanzas de los gobernantes, y es que desde la llegada del gobernador Javier Duarte, la política de cuidado y respeto al medio ambiente ha sido estandarte de su gobierno.
Ahora después de mucho defender a principios de la administración el plan Hídrico de Xalapa, con el que se supondría se generaría energía eléctrica pero sobre todo se buscaría garantizar el abasto de agua de la región las cosas no caminaron.
Ahora contrario a una política de cuidado al medio ambiente el mandatario estatal confirma que revisado con el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) la inminente colocación de cuatro nuevos reactores nucleares en la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde.
Nadie esta opuesto a dicha medida, pero vamos por partes, el asunto de fondo es que si a nivel global las naciones han comenzado a parar sus reactores nucleares porque científicamente está comprobado que son la fuente más riesgosa de generación energética, y si no me creé ahí le recuerdo, Chernóbil en Rusia en 1986 y más reciente en Fukushima en Japón donde la catástrofe mantiene altísimos niveles de radiación en la zona, impidiendo la subsistencia sin riesgos en la región.
Aun cuando las voces de un grupo de mujeres que sábado con sábado se manifiestan frente a Plaza Lerdo para exigir un alto a la operación de la planta nuclear, ahora el anunció seguramente alarmará a más de dos.
El tema por muy interno de CFE provocará expectación y evidentemente riesgos para la población que ha dado cuenta en infinidad de veces que la población aledaña a la planta no cuenta, ni contará con los medios para atender una emergencia radiológica por muy y afirmen que el Programa de Emergencia Radiológica Externa (PERE) este muy pulido, pues el estado de las carreteras y caminos de la zona están para llorar.
Aunado a ello, los constantes señalamientos de que los habitantes de la región enfrentan casos constantes de cáncer producto de la operación de la planta, siguen siendo ignorados y negados por la autoridad estatal y federal, aun cuando se encuentren documentados.
Según datos proporcionados por funcionarios de la propia CFE, se sabe que la planta representa altos costos por su operación y producción para el grado de rentabilidad que genera, pues solo produce el 5 por ciento de toda la energía que se genera por la empresa, al contrario, los mismos funcionarios afirman que son otras las fuentes de mayor generación y con menores costes de producción.
Esperemos que el negocio de unos cuantos, no se convierta en la desgracia de millones de veracruzanos que aun se preguntan Energía nuclear… ¿para qué?

Al tiempo.

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