"Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada
en qué fijar la conducta” – Confucio

La biodiversidad de Veracruz ha sido la responsable de que el estado fuese, en algún momento, considerado como condicionante para que naciones extranjeras vieran al territorio estatal como posible botín de guerra.
Es innegable que Veracruz, Tabasco y Chiapas acumulan quizá la mayor reserva ecológica del país, por la gran cantidad de especies de flora y fauna, lamentablemente la mano depredadora del hombre se cierne dejando una estela de destrucción y depredación.
El gobierno de Javier Duarte arrancó su administración intentando demostrar que el medio ambiente era un factor primordial de su política de estado.
Dio categoría de secretaría al área responsable de salvaguardar el entorno ecológico de Veracruz, creó la Procuraduría Estatal de Protección al Medio Ambiente, que al momento sale a dar la cara por las especies nativas que no pueden ser escuchadas ante tan criminal devastación.
Su actual titular, Dalos Ulises Rodríguez Vargas, tuvo que enmendar la plana tras el paso por demás lamentable del ahora delegado federal de Protección al Ambiente (Profepa), Eduardo Aubry de Castro Palomino, que se dedicara exclusivamente a realizar negocios al amparo de su cargo, sin mayor explicación que la de ser hermano de Enrique Aubry de Castro Palomino, actual dirigente del Partido Verde Ecologista de México en Jalisco, y quien fuera regidor en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, así como diputado local de la LXI Legislatura entre 2010 y 2012 en este mismo estado.
El actual delegado de la Profepa no ve, no oye, no sanciona, no hace nada.
Deben ser los legisladores locales, como Marcela Aguilera Landeta, diputada por el distrito de Tierra Blanca, los que movilicen a todas las estructuras para supervisar el pasivo ambiental provocado por el robo de combustible y que afecta el Arroyo Hondo.
Los daños abarcan una extensión cercana a los 16 kilómetros y continúan expandiéndose. La contaminación ya alcanzó el municipio de Tres Valles y estaría en riesgo de contaminarse el río Naranjos.
Hasta el momento se habrían recuperado, por parte de Petróleos Mexicanos, cerca de 280 mil litros de gasolina Premium y estarían por recuperarse poco más de 50 mil litros.
El saldo es por demás alarmante: toneladas de peces muertos, especies de tortugas, armadillos y aves yacen inertes sobre el arroyo o en sus orillas; la afectación a la ganadería y a la agricultura está por demás manifiesta.
Mientras tanto todas las instancias operan e intentan resarcir el daño ambiental, pero la instancia facultada para ello maniata los procedimientos sancionatorios al amparo del cargo.
Con funcionarios así, ¿qué futuro le espera a Veracruz?
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo