"La burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan”- Platón

Gobernar, define la Real Academia de la Lengua Española, significa “mandar con autoridad o regir algo”; también se expresa como “dirigir un país o una colectividad política”, y así de las ocho acepciones expresadas por el diccionario, se integra que es “regirse según una norma, regla o idea”.
En Veracruz el gobernar es una tarea encomendada a una de las tres instituciones establecidas, recae por ende en el Poder Ejecutivo la suma responsabilidad de detentar dicha misión.
Con tristeza los veracruzanos vemos cómo los esfuerzos de su gobernador Javier Duarte, parecen infructuosos cuando dentro del mismo aparato de gobierno algunos se empeñan en ensombrecer el horizonte del estado.
La noticia filtrada en las redes sociales sobre un supuesto atentado al secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, es la muestra clara y directa de que en la entidad, existen y operan personajes que debiesen mejor irse a buscar mejores escenarios en otras regiones.
Si a aquéllos que estando aquí, les parecen pocos los esfuerzos de su gobierno, mejor retírense y esperen el momento preciso para proponer y mostrar que saben cómo hacer mejor las cosas.
La realidad es que los veracruzanos emitieron un derecho universal que se debe respetar, como es el voto, y por ello se deberá garantizar el mandato que ejerce y detenta Javier Duarte en Veracruz.
Su principal operador político sigue recorriendo la entidad para garantizar la gobernanza y gobernabilidad del estado.
El propio Lagos Hernández ataja de lleno los rumores, las mentiras, los intentos por desestabilizar a Veracruz, y afirma: “agradezco sus muestras y expresiones, quiero expresarles que me encuentro bien, sostengo reuniones con el presidente del Colegio de Notarios del Estado de Veracruz, Eduardo Panes Campillo y con el titular del Registro Público de la Propiedad y de Notarías, Raúl Ramos Vicarte”.
Así de frente y sin tapujos, Erick Lagos muestra por qué Javier Duarte le confirió la responsabilidad de ser el jefe de su gabinete, encargado de la negociación y gestión política, del trato directo con las iglesias y todas las expresiones de culto, los sindicatos, empresarios, líderes sociales, para quien el funcionario estatal ha distinguido con su trato.
El fuego amigo está a la orden del día en Veracruz, el fuego amigo que aniquila y que pretende primero desestabilizar la política interior del estado, manchar la reputación y el nombre de quien la ostenta y está a cargo, y por último, el que demuestra que Lagos Hernández sigue siendo fuerte prospecto a suceder al actual gobernante.
Pronto saldrán las versiones, que si fue o no atentado; la realidad es que Veracruz está cansado del mismo fuego amigo.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo