A partir de hoy lunes a primera hora, el amplio sector de la población de este pueblo amistoso, solidario, cordial y gentil, del que escribió Francisco Morosini Cordero en su “Himno a Veracruz”, regresa al mar generoso del trabajo fecundo y febril.
Quienes tienen la fortuna de contar con un trabajo en el gobierno y en algunas empresas pudieron disfrutar de un periodo vacacional necesario para compartir algo de tiempo con la familia y los amigos.
Los que pudieron hacerlo, los menos, se fueron al extranjero, otros visitaron algunos lugares de la república y los más seguramente estuvieron un rato en sus lugares de origen o se quedaron en Xalapa a convivir en el hogar.
Cierto, y hay que reconocerlo, hay muchos que no tienen vacaciones o se quedan de guardia y luego las toman, es normal por ejemplo que en las áreas de salud, seguridad y protección civil se tenga que trabajar o en el Poder Judicial, donde hay magistrados que se mantienen pendientes de la impartición de justicia.
Pero en lo que se refiere a las vacaciones, nuestra entidad está llena de atractivos turísticos y pensando en ellos se queda en la mente del reportero la idea de que hace falta promoción, una intensa difusión y facilidades para que la misma gente del estado pueda conocer las bellezas con las que contamos por ejemplo en Los Tuxtlas, o en las zonas centro y norte.
Ojalá el gobierno estatal encuentre acuerdos tanto con los medios audiovisuales como los impresos para promover todo lo que tenemos y así haya más ingresos turísticos para nuestra población.
Al que sí se le vio trabajar y en serio, bien me decía “Paco” Bobadilla, es al presidente de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, quien aprovechó el periodo de descanso oficial para ordenar una vital revisión en la red de alcantarillado y agua potable, obras de ésas que como decía don Agustín Acosta Lagunes, no son de relumbrón, no se ven, pero sí se sienten.
Y al mismo tiempo ordenó la reparación de muchas calles de las que se habían dejado en el abandono por muchos años y personalmente promueve e impulsa faenas comunitarias.
Creo que la ciudadanía xalapeña hace bien en comprender que todas las molestias que ahorita soportan son sólo por un breve tiempo y los beneficios serán a largo plazo; qué bueno que el alcalde Américo cumple sus ofrecimientos de campaña.
Por cierto, los vecinos de la calle Ciudad Victoria, en la Progreso, andan contentos porque por fin, luego de muchos años de espera y de promesas, esa calle está siendo reparada en su totalidad. ¡Américo y ya!
Y damos la bienvenida al joven presidente de México, Enrique Peña, y le recordamos que el pueblo que votó por él (y el que no, más) espera cumpla también las promesas de bajar las tarifas de luz, de gas, y que haya más empleo.
Que tenga usted una excelente semana.
gustavocadenamathey@hotmail.com