SEGURIDAD SIN
PRECEDENTES

Bueno, pues ya pasó lo más fuerte, llegó el día esperado, tal como fue nuestro encabezado de ayer: ¡Hoy, tú decides! Y así fue. El domingo 7 de julio marcará la historia de Veracruz, la segunda etapa, la otra mitad de la administración del gobernador Javier Duarte de Ochoa. La seguridad que se desplegó en el territorio veracruzano por tierra y aire fue sin precedentes, lo que evitó que el proceso electoral se empañara o que corriera sangre, como era el augurio de los panistas, neopanistas y del propio dirigente nacional de ese partido, Gustavo Madero Muñoz. Efectivamente se registraron hechos violentos en Coxquihui y Mecayapan, donde dos personas de extracción priista fueron asesinadas. Dios quiso que no fueran panistas, de lo contrario ya estuviera el parsimonioso de Madero ondeando las banderas de guerra en el ámbito nacional.

EL GOBIERNO DE DUARTE
TRASCENDERÁ

Una nueva etapa política inicia el gobernador Javier Duarte de Ochoa, la otra mitad de su administración. De acuerdo con el conteo preliminar de esta madrugada del Prep, el PRI aventajaba en la mayoría de los distritos electorales y en las principales ciudades del estado. Con ello se fortalecen el último tramo del mandato gubernamental, las elecciones para gobernador de 2016 y la obra duartista trascenderá, pues hay que recordar que los nuevos ganadores para las presidencias municipales seguirán en el poder un año más después de este mandato gubernamental. Aunque sin duda no será carro completo para la coalición Veracruz para Adelante, el PRI tendrá el control en las principales ciudades del territorio veracruzano.

LOS DEJARON CON UN
PALMO DE NARICES

Pese a los incidentes que suelen ocurrir en las elecciones, la de ayer no fue la excepción. Como siempre, los mexicanos dejamos todo para el último momento, por lo que algunas de las casillas abrieron hasta una hora después; en algunos casos sus representantes llegaron tarde y, en otros, de plano ni se presentaron. Tuvieron que habilitar a los mismos que llegaron temprano a votar. Y eso que los partidos políticos y los candidatos presumían que tenían todo cubierto y vigilado. Pues no, no fue así. En el palacio municipal de esta ciudad, donde es costumbre que se instalen las casillas, esta vez dejaron a los votantes con un palmo de narices, pues simple y sencillamente no se les avisó y la fila se fue haciendo grande, pero nadie los atendió ni nadie les avisó que había cambiado de lugar la casilla. Así de fácil.

DAVID VELASCO SALIÓ
CON SU DOMINGO 7

Oiga usted, amable lector, el que sí salió con su domingo 7 fue David Velasco Chedraui, el flamante aspirante a la diputación local por el distrito rural de Xalapa. Quiso sufragar con una credencial de cuando tenía 26 años y resulta que en la lista nominal aparece con otra, pero ahora de más grandecito, de 48. Hizo el ridículo de su vida… y puso a temblar a su suplente Clorintia Cruz Oregón, a quien se le notaba que casi lo quería contramatar. Y al mencionado Davicho, con su estilo parsimonioso, ni la vida le corría.

URIEL FUE CORRIDO
DE UNA CASILLA

En estos menesteres de las votaciones siempre suceden cuestiones chuscas, como la de David Velasco, que simple y sencillamente se comprobó que no es un hombre prevenido, aún se siente el chamaco pañaludo, el que está a la espera de que le hagan todo; pero bueno, hay otros que se quieren pasar de listos, y es el caso del diputado federal Uriel Flores Aguayo, quien ganó la diputación federal el año pasado bajo las siglas del PRD. Pues bien, don Uriel fue corrido este domingo de la casilla 1905 en la colonia Nacional, después de rondar por los pasillos de la escuela primaria donde se ubicó, pues de acuerdo con los representantes del IEV, no está permitido que un funcionario público vigile las casillas. Qué tal.

Y DESPUÉS DE AYER…
¿QUÉ VIENE?

¿Y ahora qué viene? Pues mire, en lugar de que los mexicanos admitan sus derrotas y se pongan a trabajar fuertemente, empiezan las interminables denuncias ante los órganos electorales estatales y federales, movilizaciones y declaraciones mediáticas que prácticamente ponen de cabeza a este estado, un cuento de nunca acabar. Y es que, la verdad, si de algo nos distinguimos de otros países, es que aquí nadie cree en nadie, todo mundo hace trampas, todo mundo miente, todo mundo habla y opina como si el hecho fuera real. Y así se pasa un mes, dos, medio año y nunca terminamos de ponernos de acuerdo. Qué difícil somos los mexicanos, buenos para complicarnos la vida. Y cuando reaccionamos, el tiempo se pasó y nunca se avanzó. ¿O no?