¡Carajo!, hubiera contratado a la ‘policía china’ para que lo enteraran
Vaya, vaya, la capacidad de asombro con la tragicomedia ‘a la veracruzana’ no termina, cada día surge un nuevo ingrediente.
El pasado martes 15 el gobernador interino, Flavino Ríos, hizo entrega del sexto informe de gobierno (suponemos que iba en blanco), de la fallida administración duartista y en el marco de tan solemne efeméride, el señor sustituto lanzó una declaración que, además de irreflexiva, es un monumento a la desfachatez, chequen:
“Duarte era mi amigo, pero me engañó a mí y a todos; confiamos en él y después de todo lo que ha ido saliendo, todo lo que se menciona de él y sus amigos.”
Vayamos por partes.
A su arribo al cargo de gobernador interino, “Fla” lanzó, por medio de sus operadores, una campaña propagandística en la que se le hiciera pasar, a diferencia de Duarte, como un político profesional. Hay registro de ello.
Honesto, transparente, de sólida formación, respetuoso y apóstol del servicio público, fue lo menos que se dijo del minatiteco.
Ufano, pedía se mandara el siguiente mensaje: en un mes hará más que el otro en casi seis años, su sensibilidad política es proverbial.
Sin embargo, después de haber sido secretario de Educación y secretario de Gobierno (con un ejército de ‘orejas’ a su servicio), resulta que el experimentado funcionario fue “engañado” por un político imberbe como Duarte.
Insistimos, el comentario se sujeta a la hipótesis manejada por Ríos y sus consejeros: se fue el inexperto, llegó el que sabe.
Por ello, ahora nos deja boquiabiertos presentándose ante la sociedad como un hombre confiado, al que su amigo y ex patrón, le tomó el pelo.
No cabe duda, el chamuco los hace y ellos se juntan.
Posdata: ¿así quiere Flavino ser candidato a senador por el PRI?

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