29 de Abril de 2024
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¿Por qué al fidelato le conviene que se anule la elección?
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2016-05-12 - 09:40
Dicen que cuando el río suena, agua lleva
Y en las últimas semanas se ha mencionado por distintas fuentes, incluso algunas al servicio del gobierno del estado, que la elección podría anularse.
Esta es una versión creíble, porque el fidelato tendría conveniencias múltiples si esto ocurriese:
1. Tratarían de poner al gobernador interino que más les convenga
2. Ganarían tiempo para limpiar sus cuentas
3. Se garantizarían la impunidad
4. Prepararían la huida, en caso necesario
5. Buscarían posicionar a uno de sus miembros, que bien puede ser Javier Herrera, para que compita en el 2018 por el gobierno del estado
6. Controlarían el proceso electoral federal de 2018
7. Controlarían el proceso electoral local 2018 para elegir gobernador y nueva Legislatura
8. Buscarían controlar la Legislatura 2018-2021
9. Impondrían candidatos a las 212 presidencias municipales en el 2017
10. Y las demás que puedan surgir
Primero que nada, de los candidatos en disputa, a ninguno le conviene (pero a ninguno), que la elección se anule, porque el tiempo de gobierno se reduciría considerablemente a menos, tal vez mucho menos, de un año; probablemente, sólo 6 meses.
Pues bien, la elección puede anularse por múltiples razones, entre ellas la famosa causal de nulidad genérica, en la cual puede incurrir el gobernador Javier Duarte y su gabinete.
Por ejemplo, si Alejandro Baquedano Sánchez, aún cuando lo obligaron a renunciar (porque eso fue lo que ocurrió) a la delegación federal del programa “Prospera” en Veracruz, por las grabaciones donde se le escucha tratando de utilizar el programa para fines electorales, si se llega a comprobar que utilizó los recursos de este para beneficiar a alguno de los candidatos al gobierno del estado y que estos incidieron sustancialmente en los resultados de la elección gubernamental, se estaría ante una causal de nulidad.
A los candidatos con posibilidades de triunfo no les conviene provocar situaciones que lleven a que se anule la elección, porque "en caso de nulidad de la elección, se convocará a elección extraordinaria, en la que no podrá participar la persona sancionada", según el Código Electoral para el Estado de Veracruz (CEEV)
Así pues, los candidatos a gobernador con posibilidades son los menos interesados en que esto ocurra.
El artículo 398 del CEEV apunta: "Se entenderá por violaciones graves, aquellas conductas irregulares que produzcan una afectación sustancial a los principios constitucionales en la materia y pongan en peligro el proceso electoral y sus resultados".
Ahora bien, el fidelato puso a casi la totalidad de los candidatos a diputados por los 30 distritos electorales del estado, además de que colocaron en el numero 1 de la lista plurinominal a Regina Vázquez Saut, a quien se le identifica con Erick Lagos, miembro más que distinguido del fidelato.
Así, pues el artículo 46 de la Constitución local anota que “Si al iniciar el período constitucional no se presentare el Gobernador electo ola elección no estuviere hecha o declarada válida (que sería el caso de que se anule), cesará en sus funciones el Gobernador cuyo período haya concluido (es decir que Duarte, aún bajo ese panorama, debe dejar el puesto), encargándose desde luego del Poder Ejecutivo, en calidad de gobernador interino, a quien designe el Congreso…”.
Pues bien, si el Congreso lo controla el fidelato vía sus diputados, lo más seguro es que declararán gobernador electo a Alberto Silva, o a alguno de sus distinguidos miembros.
¿Qué pasaría con Silva como gobernador o con cualquier otro miembro del fidelato?.
Primero que nada, que de inmediato empezarían una campaña de promoción para posicionar a quien buscarían que sea su candidato en el 2018, que puede ser el mismo Alberto Silva o Javier Herrera Borunda, para mantener el grupo y la dinastía.
El mismo artículo 46 menciona que el gobernador interino “… convocará de inmediato a elecciones extraordinarias, las cuales deberán realizarse en un plazo no mayor de doce meses a partir del inicio del período constitucional”.
O sea que las elecciones extraordinarias podrían efectuarse incluso hasta el 26 de noviembre, que es el último domingo del periodo de 12 meses.
Pero luego vendría calificar la elección, el espacio para las impugnaciones, la resolución del Tribunal Electoral del estado y luego la correspondiente al Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal; en todo esto, siendo mal pensados, bien podrían irse otros 6 meses.
Así pues, el gobernador electo estaría tomando posesión incluso en mayo de 2018, cuando ya estén en puerta las elecciones federales.
Este lapso le garantizaría al fidelato controlar lo referente a los comicios en Veracruz para la próxima contienda presidencial, sea quien sea el candidato que gane para el miniperiodo.
Pero sobre todo, los mantendría con fuerza y actuantes para imponer al candidato al gobierno del estado para ese año, que en mayo del 2018 ya debe estar en campaña.
¿Y quién sería su candidato? Pues Alberto Silva, el favorito de Javier Duarte y aceptado por Fidel Herrera, o de plano Javier Herrera, si el jefe máximo del fidelato así lo decide.
Mientras tanto, con el control del Congreso del estado, el fidelato aprovecharía para que se aprueben las cuentas del gobierno de Javier Duarte y que en el estado ya no se le pueda perseguir.
Igualmente tratarían de solventar, de cualquier manera, las observaciones contra la administración de Javier Duarte frente a la Auditoría Superior de la Federación, librando a quienes carezcan de fuero de cualquier posibilidad de persecución.
Con esto garantizarían la impunidad para el saqueo que realizaron del estado.
Los beneficios de controlar el gobierno del estado, aunque sea de manera interina y por lo menos durante un año, también incluyen el poder imponer candidatos a las 212 presidencias municipales, que se renovarán el próximo año; puro cómplice para continuar el saqueo de la entidad.
En el peor de “sus” escenarios si para el 2018 no logran imponer un candidato a gobernador de su grupo, para cuando entre el gobernador constitucional todos los que tengan responsabilidad que se les pueda probar habrán huido de la entidad y hasta del país con la riqueza saqueada; los rumores mencionan –por lo menos- una línea de taxis aéreos en EEUU, bienes inmuebles en EEUU, un castillo en España, unos viñedos en España, un hotel en Dubai, edificios en el DF, y otros más.
Así pues ¿hay o no suficientes motivos para que el fidelato quiera anular la elección y poner un gobernador interino?.
Ante este panorama, lo mejor sería una Legislatura dominada por la oposición, en un conjunto de fuerzas, no por un solo partido.
Veracruz necesita estabilidad y el fidelato sólo seguiría chupando –como dijo Manlio Fabio- para robar “lo poco que quedó” después del gobierno de Javier Duarte.
Todo un cuento de terror.
De hecho, lo mejor es #FueraDuarte desde ahora.
Los terrenales así lo consideramos… Y muchos místicos también.

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