Prostituido el sufragio a escasos 50 días de la votación ya se empieza a cotizar en el mercado electoral. En la puja su valor promedio alcanza los mil 500 pesos, sin embargo, a pie de urna se estima que alcanzará los 3000 mil pesos.
Desde luego que hay de distritos electorales a distritos electorales.
En Boca del Río, Córdoba, Misantla, Coaztacoalcos y Tuxpan el voto tiene un alto valor dado el posicionamiento que se busca ante la debilidad de los aspirantes, el desprestigio y una ciudadanía francamente anti priista.
Son 21 distritos electorales en 281 fórmulas partidistas las que buscan ganar las 21 diputaciones federales. Son 10 partidos políticos y uno que otro candidato ciudadano los que juegan y, en esencia, representan el boleto que busca el PRI para poder jugar la siguiente ronda, la gubernatura.
Así, a vistas la lucha por el poder en Veracruz se centra entre Fidel Herrera y Miguel Ángel Yunes Linares. Ambos van por lo mismo, el 2016 senadurías incluidas, en donde el resto de los partidos y aspirantes no son más que la morralla del juego.
El 7 de junio es el día clave en un escenario en donde ya desde ahora se observan reiteradas violaciones a la ley electoral.
Cinco millones de papeletas electorales habrán de llegar en breve a Veracruz en el marco de un aprox de 400 secciones electorales que se han reportado como inseguras por estar en zonas calientes.
Y de la mano, el fantasma del abstencionismo que ya desde ahora ronda por toda la geografía veracruzana.
Es el “voto de castigo”. Es la muestra de la indiferencia de la sociedad civil a una jornada inocua. Es el desprecio de la gente a una clase política corrupta e insensible.
Ya desde el arranque el pasado domingo se observó ese desdén ciudadano en donde la gente no salió de sus casas a observar la “fiesta” de los partidos políticos por más que los aspirantes hicieron circo, maroma y teatro en las calles.
Vaya hasta el priista Fidel Kuri, ese gánster de la política, se dio el lujo de poner a desfilar al equipo de futbol de los Tiburones Rojos en Orizaba.
Y de pena ajena las fotocomposiciones de Elizabeth Morales García, quien recorrió las colonias acompañado de 40 colaboradores, los mismos que salieron en todas las fotografías dado el desprecio vecinal. Fue corrida de la gasolinera de Plaza Tecajetes y los taxistas se negaron a que les colocara pegotes en sus parabrisas.
Lo de Mota, también priista, en igual proporción. “No a los gansos”, le pusieron en las bardas y mantas los maestros que nomás no lo digieren.
Vienen más episodios.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo


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