"Hay pocas virtudes sin prudencia” - Marco Tulio Cicerón

En reiteradas ocasiones he dedicado espacio en esta columna para señalar cómo algunos políticos en circunstancias apremiantes, buscan dar desfogue a las expresiones de repudio y presión mediante la creación de organismos inventados y sacados de la manga.
Verdaderos elefantes blancos que no resuelven, no atienden, no solventan observaciones, pero claro está, sí generan tremendos costos para los veracruzanos.
Eso mismo sucede con la Comisión Estatal de Protección y Atención a Periodistas (CEAPP), la cual sirve como refugio y pago a algunos comunicadores a manera de mantenerlos mediáticamente callados o sometidos.
La realidad lacerante que enfrenta Veracruz es que es la entidad del país en donde el ejercicio periodístico se ha convertido en una actividad de alto riesgo; organizaciones no gubernamentales como Artículo 19 han documentado la cantidad y serie de atentados contra periodistas.
Más indigna a la sociedad, enterarse que este verdadero elefante blanco, resulta ser un ente altamente costoso, sin productividad ni ventaja para el gremio, pues en la práctica no existe una cohesión laboral que permita que este organismo represente a nadie.
Ante los constantes señalamientos de opacidad y bajo una secrecía inexplicable, la CEAPP aprobó su presupuesto de 22 millones 674 mil 678 pesos para 2015, es decir, 2 millones más que en 2014 –el cual alcanzó los 20 millones de pesos.
Lo lamentable del asunto es que la actual secretaria ejecutiva, Namiko Matzumoto Benítez, elabora los proyectos a su antojo y bajo su exclusiva supervisión pretende dar a conocer los datos a cuentagotas, afirman algunos consejeros que les comunicó del tema el mismo día de la sesión.
Jamás entrega copias de ningún tipo, no permite que se tenga datos de forma ni digital ni impresa, faltando a las reglas más elementales de legalidad y respeto a la toma de decisiones en el servicio público.
A pesar de las constantes denuncias contra la Matzumoto Benítez, el séquito de cortesanos que conforma dicho organismo continúa saqueando al estado.
Es importante resaltar que los integrantes de la citada comisión acostumbran simplemente alzar el dedo para aprobar lo que Namiko Matzumoto presenta, sin chistar u objetar, pues ahí está el detalle y el negocio.
Y aún así los que protestan y acostumbran hacer alharaca son simplemente exhibicionistas, hasta hoy nadie les ha pedido hacer el papel ni de defensores y mucho menos de mártires, por principio deberían renunciar al entuerto y entonces sí, desde fuera, criticar cuanta acción desarrolla el organismo.
Hasta donde se sabe reciben de sueldo más 25 mil pesos al mes, más compensaciones extra, por no hacer absolutamente nada a favor de los periodistas.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo