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SIEMBRA UN BACHE, ¡HAZ PATRIA!
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2014-08-05 - 09:58
Arrancan en Xalapa las jornadas en favor del bache y de verdad ¡como dan ganas de tener uno, pero que sea propio!
Y es que, hablando en plata, hoy sí alcanzan y hasta sobran para todo anhelante capitalino otrora renuente a preservar de una vez y para siempre tan valioso patrimonio.
Los más de 900 mil xalapeños hoy sí podremos decir: ¡Yo ya tengo mi bache!.. y sumarse a la obligación de cada mañana de regarlo, embellecerlo, colocarle flores y dejarlo que crezca, que crezca hasta donde sea posible para que algún día estemos orgullosos de verlo convertido en todo un cráter.
Demos a Xalapa el honor de ser la primera ciudad en el mundo que alza la bandera blanca del bache; no permitamos –err, bueno, ni la autoridad quiere– que se tapen tan notables hoyancos.
Atajemos cualquier intento por cambiar ese característico paraje lunar que distingue a nuestra culta ciudad capital y consideremos que nuestros baches un día nos darán, vía la industria sin chimeneas, notables divisas, empleo, desarrollo, productividad, una nueva cultura, la del bache, y ese orgullo de ser los primeros en baches.
A los baches tiernos, digamos los de 20 a 30 centímetros, ¡por favor! no los vayamos a tapar… no cometamos tal infanticidio. Dejemos que crezcan, que profundicen sus estructuras, que encuentren agua o ¡petróleo!.. que sumen día con día logros de decenas, qué digo de decenas, de miles de automotores que los hayan transitado y se hayan llevado el recuerdo del bache.
Y es que en esta vida todo cuenta. Todo suma. Hasta las mentadas de madre que cotidianamente se llevan nuestros sufridos baches.
Estemos ciertos que la sociedad xalapeña está total y absolutamente convencida de que tener un bache es como hacer patria. Es como hacer un hijo, como sembrar un árbol, como escribir un libro.
De ese tamaño deben ser nuestros sueños y anhelos de grandeza en favor de los baches.
Y mire que no vamos tan mal.
Ya ve usted cómo este fin de semana cientos de brigadistas de todas edades salieron a embellecer sus baches ora sembrándoles flores, ora dándoles una maquilladita de arena para destacarlos en una belleza que no tienen, pero que siempre han estado ahí, con nosotros, con nuestro sufrir y padecer tantas ingratitudes que nos dan.
Eso, tengámoslo siempre presente.
Tampoco olvidemos a nuestros baches de la tercera edad. Ésos sí que se lo merecen todo. Se la han jugado con nosotros, sobre todo cuando se combatieron en el pasado buscando desterrarlos.
Han estado tantos años a nuestro lado que es injusto los desdeñemos o que cometamos el genocidio de echarles una losa de concreto encima. No se lo merecen, ni lo vamos a permitir.
Como tampoco permitiremos los cubran de manera temporal como si nos avergonzáramos.
Hagamos nuestros aquellos tan destacados baches que si bien no se parecen a las fuentes del Bellagio, sí nos han dado de toda una vida fuentes brotantes. Sus interminable fugas de agua cristalina que al brotar como magia se convierten en negros y pestilentes ríos, y sí pestilentes… pero, ¿y el espectáculo no cuenta?
Atajemos a aquellos arrogantes funcionarios que atentan contra la cultura del bache tapándolos afuera de sus mansiones. No permitamos que esta generosa epidemia de baches –hasta 50 baches por calle– se vea interrumpida por esa otra plaga que ya se ve venir, la de la cultura del pavimento de concreto hidráulico que cual fría plancha se observa en las calles de los amigos y parientes del alcalde Américo Zúñiga.
No.
Nooo permitamos por ningún motivo que se atente contra nuestros y muy nuestros baches que igual los encuentras redonditos, ovalados o churriguerescos.

Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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