Si algo caracteriza al gobierno de Javier Duarte de Ochoa es, ante todo, el humanismo con el que conduce su administración.
Finalmente la sociedad eso es lo que exige.
No demagogias parlanchinas, no promesas bizantinas...
Tampoco utopías de las que habla el pensador, teólogo, político, humanista y escritor inglés Tomás Moro en su obra publicada en 1516 intitulada así, precisamente: “Utopía”.
Mire usted.
En su relato, el londinense trata de una república en la que todos sus habitantes han alcanzado la felicidad.
Y ésta la alcanzan por la organización, que creen que es la mejor y única del estado.
Es un país en el que no existe nada privado, todo es común y por lo que nadie teme carecer de nada.
Sus habitantes son ricos aunque nada posean.
En resumen, el bien público está por encima del particular.
O sea, acciones que en la realidad son casi irrealizables, dentro de una estructura gubernamental real.
¡Pero no!
El domingo pasado, Javier Duarte patentizó un sello social que es difícil percibir dentro de una estructura gubernamental.
Porque, claro, a los gobiernos inhumanos lo que le interesa más es la foto, la obra de relumbrón.
Asfaltar calles, tapar baches, entregar ropa invernal, despensas, en fin, pero no lo humano, eso lo dejan de lado.
Me explico.
Y es que el domingo pasado, cuando apenas empezaba a ocultarse la luna, un autobús turístico proveniente de Tabasco impactó contra un tráiler, en el tramo carretero Isla-Acayucan.
El lamentable saldo: 36 muertos, cuatro heridos y daños materiales incalculables, pues el autobús quedó completamente incinerado.
De inmediato, el mandatario veracruzano acudió al lugar, se coordinó con su homólogo de Tabasco, el perredista Arturo Núñez, y agilizaron la tramitología para apoyar, ayudar a los deudos.
Se despojaron de sus “túnicas” partidistas o políticas y dieron entrada a su don humanista.
Se facilitó el traslado de los cadáveres hacia el vecino estado sureño y se apoyó de inmediato a los cuatro lesionados, quienes son atendidos en hospitales de la entidad.
Por fortuna, los cuatro heridos ya están fuera de peligro.
Ayer mismo se precisó que los deudos entregaron a las autoridades tabasqueñas desde actas de nacimiento hasta originales de credenciales de elector para lograr dar cristiana sepultura a sus familiares muertos en el accidente.

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La conferencia de prensa del gobernador Javier Duarte, en palacio municipal de este puerto, estuvo plagada de datos: unos reconfortantes y otros no tanto, pero lo esencial de ello es que se vio a un mandatario veracruzano relajado, sobrio, tranquilo y, sobre todo, paciente. Uno de los datos reconfortantes es que advirtió que se sancionará, incluso se quitará la concesión a quienes sigan aumentando la tarifa del servicio urbano –es de ocho pesos y ya la colocaron a nueve parejo-, porque el gobierno no ha autorizado ningún alza. Y eso es bueno para que todo aquél que detecte o se sienta afectado por algo así, denuncie el hecho. Otro es que, en este mismo tema, se deberá respetar el descuento a estudiantes y adultos mayores. También aseguró que el proyecto de instalación del Metrobús es una realidad. Y lo otro es que, en efecto, su gobierno no tiene datos ocultos pues reconocer que el delito de secuestro va al alza es algo que políticos y funcionarios no lo hacen con la sobriedad conque lo hizo el mandatario en esta conferencia, aunque enfatizó que se han desarticulado a 10 peligrosas bandas y 52 secuestradores han sido detenidos. Bien. Hasta pronto. Cualquier duda o sugerencia favor de enviarla a redaccion-dpoderapoder.mx@hotmail.com
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