Con el ascenso a gobernante de Antonio (Tony) Gali Fayad) se termina la espera de los doces ganadores en las urnas de igual número de gobiernos estatales el pasado cinco de junio.
La toma de posesión del nuevo gobernador de Puebla será el primero de febrero, casi ocho meses después de su triunfo en las urnas, siendo el último de los triunfadores en hacerlo.
Sin embargo en Puebla no parece ser lo más importante el cambio de gobernador, ya que se considera que gobernará con parte del mismo equipo que el actual, Rafael Moreno Valle. Lo importante resulta ser que el actual gobernador quedará libre para buscar de forma más abierta (todavía) la nominación presidencial del PAN.
El pasado domingo, Moreno Valle rindió su sexto informe de gobierno, con lo que solamente falta la formalidad de la entrega de la administración al nuevo gobernador, para dedicarse a lo más importante (para él) la candidatura presidencial.
Rafael Moreno Valle es uno de los tres panistas considerados como opción para que la militancia decida entre ellos (se duda que surjan otros) al que los representará en los comicios de 2018.
El todavía gobernador de Puebla se encuentra decidido a ser candidato presidencial, sin importar que en todas las encuestas aparezca muy lejano de esa posibilidad.
Lleva seis años trabajando en ello y no logra impactar en las mediciones de sondeos y encuestas, ni dentro de la militancia de su partido, ni mucho menos en forma nacional.
Algo sucede con Moreno Valle que con una gran inversión económica, contratación de asesores de todo tipo, preparación para el momento de la gran decisión, no penetra en el ánimo de los votantes.
Su gobierno está considerado dentro de lo aceptable y sus alianzas rebasan el ámbito del partido, ya que mantiene cercanía con la dirigencia del PANAL y con varias fracciones del perredismo estatal, los que lo han apoyado en el curso de su administración.
Con todo y ello, Moreno Valle no crece en las encuestas y se sitúa por debajo de Margarita Zavala Gómez del Campo y Ricardo Anaya Cortés, dentro de las preferencias de su partido y muy distante en relación con candidatos de otros partidos.
En los cruces de las encuestas, Moreno Valle perdería con Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel Osorio Chong, si es que estos compiten con los colores de MORENA y de PRI, respectivamente.
De ahí la urgencia del gobernador de Puebla por iniciar el periplo de recorre el país y reunirse con los grupos de panistas, para intentar revertir las tendencias actuales.
Y es que dentro del panismo, la selección del candidato no es como en la mayoría de los partidos, donde la voz de su dirigente inclina la balanza.
Sabe el panista que si algo no permea entre los militantes del partido es su pasado priista y el de toda su familia, que, incluso, gobernó con esos colores el mismo estado que él, ya que su abuelo fue gobernador de Puebla y secretario de Salubridad por su cercanía con Gustavo Díaz Ordaz.
Como priista, Moreno Valle fue secretario estatal de Finanzas en el gobierno de Melquíades Morales Flores (quien incluso lo quería como su sucesor) y diputado federal y ya como panista senador y gobernador.
Ya como gobernador siguió el método mexiquense de Enrique Peña Nieto de convertirse en el principal apoyador de los candidatos a gobernadores de su partido, por lo que varios de ellos se encuentran en deuda con él y podrían respaldarlo en su propósito de competir como candidato presidencial.
El poblano enfrentó durante su gobierno el rechazo de viejos panistas que esperaron la oportunidad de ser candidatos al gobierno del estado o competir por otros cargos de elección popular y fueron relegados, incluso, varios de ellos prefirieron renunciar al partido, para no avalar la gestión del gobierno sexenal de Moreno Valle.
Sin embargo, Moreno Valle trae una estrategia amplia que lo vacuna en caso de no ganar la interna dentro de Acción Nacional.
Una de sus variantes sería la de abanderar a Nueva Alianza como candidato presidencial, ya que se trata de un partido que se sujeta a sus deseos, mediante la cercanía que mantiene con el dirigente Luis Castro Obregón, ya que ambos surgieron de la cantera de la profesora Elba Esther Gordillo Morales.
El otro as escondido bajo la manga se llama Martha Erika Alonso Hidalgo, su esposa, la que podría convertirse en candidata al gobierno de Puebla en los comicios de 2018.
Actualmente Alonso Hidalgo se desempeña como secretaria general de la dirigencia estatal del PAN en Puebla y siempre ha mostrado interés por los cargos de elección popular, aunque la gestión de su marido se lo ha impedido, hasta ahora.
Sin embargo, se considera que si Moreno Valle no consigue convertirse en candidato presidencial del PAN y no compite bajo los colores del PANAL, una de sus negociaciones tendería a impulsar a su esposa como candidata del partido blanquiazul al gobierno poblano en la elección que tendrá lugar homologada con la presidencial.
El gobierno de Tony Gali se mantendrá afín a Moreno Valle, por lo que la estrategia les puede funcionar a la medida de sus deseos.
Por lo pronto, Rafael Moreno Valle Rosas deberá establecer la estrategia con la que iniciará la búsqueda formal de la candidatura presidencial de Acción Nacional y podrá medir si tiene o no posibilidades de competir en la interna con los otros aspirantes.

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