La competencia por la candidatura presidencial se encuentra en momento efervescente en la mayoría de los partidos políticos, donde surge el encono entre los aspirantes y se forman grupos alrededor de los prospectos.
PAN y PRD son los partidos en los que la disputa ya se encuentra en un alto nivel, mientras que el tercero en discordia, el PRI, intenta mantener la cordura y mesura entre sus aspirantes.
No son muchos los precandidatos con posibilidades, aunque la lista se encuentra sumamente nutrida en cada uno de los tres organismos políticos.
Si acaso el PAN es donde se tienen mejor definida la terna de prospectos, donde dos de ellos han manifestado su deseo de participar y abanderar a su partido en la contienda presidencial, mientras que del tercero todo mundo sabe que quiere, pero no se atreve a decirlo, ante el riesgo de perder privilegios.
Dentro del PRD, hay varios que alzan la mano, con la intención de participar, aunque no se deciden, pero ponen piedritas en el camino para el prospecto más sólido con que cuenta este partido.
Los priistas, como siempre, son más cautelosos y amagan con varios personajes del gabinete presidencial y hasta con un gobernador, aunque la mayoría son de simple utilería.
Cada uno con su estilo, trata de posicionarse en el ánimo del elector y busca los recovecos de la ley, para sacar provecho de ello.
Tres de los aspirantes lograron tapizar el país o algunas regiones de él con espectaculares promocionales de su persona.
Rafael Moreno Valle, Gobernador de Puebla, de Acción Nacional fue el primero en tomar la idea de sembrar sus anuncios en diversos estados del país, le siguió el gobernador de Morelos, el perredista, Graco Ramírez Garrido y finalmente, se sumó al estilo, la panista Margarita Zavala Gómez del Campo.
Curiosamente los tres personajes tienen apellidos compuestos. Rafael y Graco en su primer apellido y Margarita en el segundo, lo que los hace demasiado largos para efectos de campaña.
Otro perredista, Silvano Aureoles, Gobernador de Michoacán, da pasos titubeantes en ese terreno.
Hay similitudes entre las exigencias de panistas y perredistas, ya que en ambos casos se pide piso parejo. Los panistas Moreno Valle y Margarita Zavala, demandando la salida del dirigente nacional de su partido, Ricardo Anaya o que defina si quiere o no ser partícipe de la búsqueda de la candidatura presidencial.
Anaya no responde, evita hacerlo y asegura estar concentrado en los procesos electorales del próximo año (Coahuila, Nayarit, Estado de México y Veracruz) y que todavía no es momento de entrar en la contienda por la candidatura presidencial.
Moreno Valle y Margarita mantienen su exigencia, ya que consideran que aprovecha los espacios del partido para hacer proselitismo a su favor, mordiéndose la lengua el gobernador de Puebla que usa todos los recursos a la mano para hacer lo propio.
Ahora Margarita publica un libro sobre su vida y sus experiencias, pretexto para que la editorial llene los espectaculares con la promoción del texto.
En el caso de los perredistas, cuatro gobernadores cerraron filas para exigir piso parejo, la remoción de su dirigencia nacional, la elección de una nueva y, dos de ellos, expresaron su interés en ser candidatos de ese partido.
Los gobernadores de Morelos, Graco Luis Ramírez Garrido y de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, han dejado sentir su propósito de ir por la candidatura presidencial de su partido.
Arturo Núñez Jiménez, Tabasco y Carlos Joaquín González, Quintana Roo, solamente apoyaron las peticiones propuestas hace unos días.
Los tres gobernadores de Michoacán, Tabasco y Morelos, surgidos del PRD, formaron un grupo para demandar “piso parejo” en la renovación de la dirigencia nacional de su partido, pactada para agosto del próximo año, como un primer paso para definir una política de alianzas y al candidato presidencial.
Plantearon que debe ser el Instituto Nacional Electoral (INE) el que conduzca el proceso interno y señalaron que se trata de fortalecer al PRD, con objeto de que las diferencias se diriman con respeto y garantizar que la decisión de las candidaturas del partido “nos distingan de quienes deciden a partir de una posición unívoca y un pensamiento único”.
En esa reunió llamó la atención la presencia de Carlos Joaquín, quien no es militantes del partido, aunque fue avalado por una alianza formada por este organismo político con el PAN, pero no se invitó a Miguel Ángel Mancera, quien tampoco es militante del PRD, pero si fue propuesto por este partido para Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
Mancera también ha expresado su propósito de ir por la candidatura presidencial, respaldado por el PRD, aunque hay quienes le exigen primero afiliarse al partido.
Panista y perredistas tiene una terna de aspirantes. Margarita, Rafael y Ricardo por el blanquiazul y Miguel, Graco y Silvano por el PRD.
Los priistas que no muestran alguna señala sobre quien será su candidato, cuentan con una lista amplia de prospectos, la mayoría de ellos sin posibilidad alguna.
Una sola mujer se incluye, aunque lejana de la posibilidad, l secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz. Los secretarios de Gobernación, Miguel Osorio Chong y Salud, José Narro Robles, parecen los más sólidos, al igual que el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas.
Pero después de ellos, la lista se ensancha con los secretarios de Educación Pública, Aurelio Nuño; Energía, Pedro Joaquín; Agricultura, José Calzada y hasta el dirigente nacional del PRI, al que alguien le enseñó que la caballada estaba demasiado flaca, por lo que intenta dar el zarpazo de la candidatura.

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