FELIPE AMADEO Flores Espinosa es el hombre, el político que se ha estado mencionando profusamente para llegar a recomponer el Partido Revolucionario Institucional, en la entidad.

La mayoría de la clase política estatal, lo quiere, lo respeta, lo apoya, porque es un político probado, de grandes dimensiones en el quehacer público. Es, en pocas palabras, hombre de carácter, sí, pero también, hombre de palabra.

Es, quizá, lo que se requiere ahora en el tricolor, donde los compromisos que vienen son muy fuertes, muy a pesar de que esta organización se mantenga, todavía, tan poderosa en el aspecto político electoral.

Hace falta, sin embargo, nuevo empuje.

Flores Espinosa, lo sabe, por lo que al aceptar este compromiso, va consciente de que no encontrará nada suave, sino todo pesado, porque el PRI, en estos tiempos, se ha dejado en el abandono, en la marginación y la falta de unidad, la que tanto, el dirigente nacional, Manlio Fabio Beltrones, ha querido establecer, no tan solo en el estado, sino en todo el país.

Por eso, se escoge a Flores Espinosa, porque solo él puede enderezar las cosas, de tal manera, que el PRI, vuelva a fortalecerse, tal y como lo dejara recientemente el ex dirigente Alfredo Ferrari Saavedra, quien no dormía con tal de lograr su objetivo.

Amadeo, sabe de lo que se trata. Tendrá que trabajar días completos en los pocos meses que le restan antes de que llegue el proceso electoral constitucional, el cinco de junio de este mismo año.

Flores Espinosa, sabe cómo tiene que actuar, pero, desde luego, tendrá que conjuntar a candidato con partido, es decir, no mantener la distancia que ahora existe entre quien busca la gubernatura y la propia organización política.

En pocas palabras, Amadeo, es el indicado. No hay más.

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SE DICE QUE si Morena, es decir, el partido político del Movimiento de Regeneración Nacional, propiedad de Andrés Manuel López Obrador, tuviera un candidato fuerte a la gubernatura del estado, sería más temido que la propia alianza PAN-PRD.

Y quizá, no les falta razón a quienes creen en esta posibilidad.

Resulta que Morena, efectivamente, se ha metido hasta el tuétano entre los veracruzanos. Tiene adeptos y son muchos.

Morena, ya es un partido que puede competir con el PRI, en la próxima sucesión gubernamental, si es que encuentra un personaje a la medida de las circunstancias, es decir, que pueda hacer contrapeso al mismo Héctor Yunes Landa, que al parecer, será imparable.

Sin embargo, nunca hay que olvidar que no existe enemigo pequeño y más tratándose de Morena, un partido que, incluso, puede encontrar apoyos decididos entre muchos políticos de Veracruz, sin que, aparentemente, se sepa.

Por eso resulta ser todavía más peligrosa esta organización política, porque es la opción de quienes no están ni con el PRI, ni con la alianza, pero que quieren salir ganando. Por eso, la apuesta podría ser de este lado.

De acuerdo a las versiones que se encuentran entre la misma opinión pública, Andrés Manuel, ha hecho su trabajo. Sabe que ha crecido, que tiene fuerza, que puede ser competitivo con su partido en las próximas elecciones de la entidad veracruzana.
Sin embargo, como ya se ha comentado, no tiene lo principal, es decir, a un buen candidato que le sirva bien para sus fines de obtener la victoria electoral.

La división de votos entre el PRI, la alianza y la propia Morena, puede favorecer a cualquiera, aunque siempre, con más certeza, para el Partido Revolucionario Institucional, que tiene en contra muchas cosas, no como partido, ni con su propio candidato, sino por el repudio popular.

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PEPE YUNES, es factor de unidad política en el PRI.

Su estructura combina perfectamente bien con la de Héctor Yunes Landa. Las dos son invencibles.

Por eso, el proyecto político de los dos senadores, (uno con licencia), se diseñó para ocho años, tal y como permanentemente lo sostuviera hace tiempo el mismo precandidato del PRI, a la gubernatura de Veracruz, Héctor Yunes Landa.

Y tiene, sin duda, que ser así, porque de esta manera, es como se afianzará la futura propuesta política para la gubernatura de seis años, la que, desde ahora, se dice que será para Pepe Yunes.

Sin embargo, Pepe, no ha aceptado la coordinación de la campaña, pero sabe que su presencia será suficiente para arropar a Héctor, tal y como se vio en el pasado acto de registro de Héctor Yunes Landa.

Respetuoso, como lo es y lo ha sido desde que nació, Pepe Yunes, prefiere estar al lado del candidato, pero no coordinando la campaña, porque de esa manera, se mantendrá una sana distancia.

Pepe, sabe que los reflectores deben ser ahora, para Héctor, para nadie más, pero en el trabajo, el esfuerzo será conjunto, porque, como hemos comentado, las dos estructuras políticas, unidas, son invencibles.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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