Buen día apreciado lector:
No puede ser, no es posible que en Veracruz lleve tanto tiempo y no se pueda detener esa ola de violencia que nos mantiene atemorizados y de hecho se ha convertido en auténtico maremoto de sangre.
Podemos decir que mientras el Presidente de México anda a estas deshoras en el lejano oriente buscando a los reyes magos que le resuelvan el problema económico del país, la desgarradora realidad de nuestro querido estado ya alcanzó al recién instalado proceso electoral para renovar el mando constitucional de gobernador y congreso y pone a toda nuestra sociedad en el tremendo riesgo del caos pues nadie cree que no se seguirán cometiendo más atentados y asesinatos.
No entendemos cómo, si Veracruz se ubica sólo a unos 300 kilómetros del altiplano sede del mando oficial de la República, en otras entidades incluso más lejanas y que también han padecido esta grave calamidad, con la intervención del gobierno federal paulatinamente han ido recobrando su tranquilidad social mientras que a muchísimos veracruzanos les llega solo la paz de los sepulcros.
¿Por qué no se envía ayuda al gobierno estatal y a la población veracruzana?, ¿qué pasa Presidente Peña?, ¿qué pasa Secretario Osorio, secretario Videgaray?
Es indudable que la policía veracruzana ha sido rebasada por la delincuencia organizada.
Desde que tomó posesión Enrique Peña Nieto, precisamente a causa de todos los agravios a la población, el Presidente de México ofreció que las fuerzas federales estarían acá, seguirían aquí, pero ya no se ven; antes dijo que la Marina Armada de México no saldría de nuestras calles y ya no está.
Había marinos en retenes por dondequiera, más visibles en las casetas de peaje y hoy ya no los vemos. ¿A dónde se fueron Señor Presidente?, ¿qué fue de su palabra y ofrecimiento?
Los conductores nos topábamos con los pelotones de soldados en las carreteras y ya no aparecen.
El Señor Secretario de Seguridad estatal no se da abasto, no puede solo, porque no tiene los recursos económicos para lanzar a la batalla a su gente en acciones abiertas de combate en carreteras como La Tinaja-Acayucan y tantas otras del ancho territorio; y mucho menos con operativos de inteligencia y al titular de la Seguridad Pública solo le queda ofrecer, ¡a once meses de entregar el cargo: reevaluarlos!, cuando que la voz popular dice que se le debe evaluar a él.
Pero independientemente después de que el ex gobernador dejó endeudada la hacienda, Veracruz necesita un rescate financiero solidario y de amplia seguridad. ¿Hasta cuándo será eso Presidente Peña?
Todo lo que está pasando, toda la enorme molestia general y todo lo que se está dejando de hacer obliga a pensar que efectivamente hay una estrategia para sacrificar al candidato oficial de su partido; a un buen candidato que podría llegar a hacer un gobierno honesto y sensible para recuperar la credibilidad, pero irónicamente todo apunta para que el PRI deje el control del gobierno.
Allá Peña y sus brillantes asesores.

Tenga el lector un fin de semana en paz y armonía.

gustavocadenamathey@hotmail.com