Buen día lector:
Dominguito alegre el de ayer en el puerto jarocho, luego de una breve escapada de Xalapa para asistir el sábado en Boca del Río a la boda de un navegante de altura, el muy inteligente sobrino Josué, en un emotivo ambiente familiar.
No puedo evitar presumirles que su padre, mi primo Antonio Díaz Alanís quien ha sido un gran deportista en el puerto, incluso un activista político honesto, hablo esa noche ante unos 300 invitados a los que, signo de los tiempos, para bien o para mal, nos dejó con la boca abierta cuando dijo que a sus tres hijos los ha enseñado a trabajar duro y a ser honrados.
Sobre todo, cuando dijo a los cuatro vientos que en su larga trayectoria de vida lo pueden acusar “de ser un tal por cual”, pero, lo afirmó con orgullo: “¡nunca de rata!”.
Qué lecciones para estos tiempos, los asistentes recordamos a la par las enseñanzas de nuestros padres y nos dolió hasta el alma lo que ahora pasa con los gobiernos.
Y PEÑA EN PEÑALANDIA
Pero les platico de otras cosas; el mismo viernes antes de salir de Xalapa fui al cajero de la Plaza Museo como a eso de las diez de la mañana: “¡ásu!” (expresión acayuqueña que significa ¡pásu!); la gente metía su tarjeta en busca de sus pagos decembrinos, revisaban y con angustia veían que no había nada, salían, unos encabritados, otros muy dolidos pensando en las elecciones. Ya llegará ese día mientras el Presi Peña vive en un mundo feliz y permita que gobiernos como los de Veracruz, entre otros, por falta de billetes dejen de cumplir sus obligaciones elementales cuando bien podría mandar el oxígeno necesario.
¡DENME MI AGUINALDO SI ME LO HAN DE DAR!
Ora que también les platico que había mucho bullicio al mediodía en el antiguo café Parroquia del centro.
Una mañana muy agradable sin el calor asfixiante de otras épocas para disfrutar un lechero y escuchar a los maduros guitarristas que nos traen canciones del momento, de esas canciones de la rama: “¡demen mi aguinaldo si me lo han de dar, no sea que en Xalapa se lo ratearán!”.
A qué cosas del fin de año y para variar una foto muy sorprendente en Notiver en la que se aprecian a los Yunes Rojos con el demonio azul, Pepe, Héctor y Miguel Ángel en la boda de un hijo de don Alfonso Salces en franca camaradería preelectoral, ¿qué, queeé?
Me recuerda un correo que me llegó donde alguien pide que las preferencias electorales no nos dividan.

Tenga el lector un gran fin de semana