El 7 de noviembre del 2015 el diputado José Ramón Gutiérrez de Velasco, en funciones de vocero del secretario de Seguridad Pública afirmó que las corporaciones policiacas estatales habían sido depuradas de la delincuencia.
Hoy los hechos muestran que el diputado solo dijo eso por quedar bien con el gobernador Javier Duarte y con el Secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez.
En el caso de los desaparecidos de Tierra Blanca, el fiscal general, Luis Ángel Bravo Contreras, ahora alega la participación de la delincuencia organizada.
El caso es un escándalo más que le está dando la vuelta al mundo, incrementando el terrible descredito que Javier Duarte tiene tanto en el estado, como en el país y en el mundo.
Pero no es tampoco, por desgracia, el único caso en que hay elementos policiacos de Veracruz involucrados en desapariciones forzadas.
Lucia de los Ángeles Díaz, representante del colectivo Solecito de Veracruz, organización que agrupa a familiares de personas desaparecidas detalló que en los últimos 5 años, su organización contabilizó 40 casos en los que se ha acreditado la participación de policías en la comisión del delito de desaparición.
¡40 casos!.
Esto no es, para nada, un hecho aislado.
Como las cucarachas en la casa, cuando se ve una, es porque hay cientos (o miles) escondidas en algún lugar.
Y todos los casos han ocurrido cuando Arturo Bermúdez ha estado en funciones, pero sin que hasta ahora algo haya ocurrido para mejorar las condiciones.
La Fiscalía de Veracruz ha sido completamente ineficaz para resolver estos y muchos otros casos, entre ellos la desaparición de 13 jóvenes que fueron a trabajar como edecanes a un rancho en Actopan, el 28 de noviembre de 2011, en el que supuestamente había funcionarios del gobierno del estado y delincuentes.
Tan sólo el que se de esta mezcla con pleno conocimiento de los funcionarios de quienes son los que los invitan y el resto de los convidados, es una muestra de lo poco que le interesa a los integrantes del fidelato que se sepa de sus relaciones con la delincuencia.
Con esto ¿cómo pueden pedir que se les crea que realizan un trabajo policiaco a conciencia?.
“Es indignante que se sigan dando desapariciones forzadas con la presunta complicidad de servidores públicos”, dice Héctor Yunes.
Pero así ocurre.
Miguel Ángel Yunes, en su carácter de diputado federal presidente de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión entregó el 18 de enero una comunicación dirigida al Secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, en la que demanda que el Gobierno Federal intervenga para contener la ola de violencia que se vive en Veracruz.
Héctor Yunes también se ha pronunciado porque a Veracruz llegue la Gendarmería Nacional.
¿Qué han dicho los otros aspirantes a la gubernatura del estado?. Nada.
Un silencio ignominioso y aberrante los cubre a la vez que demuestra la cercanía que tienen con un gobierno estatal al que niegan servir.
¿Dónde están los pronunciamientos de Gerardo Buganza, de Juan Bueno, de Elías Miguel Moreno, de Cuitláhuac García?.
En el estado la inseguridad sigue privando.
El manoseo de cifras, la invención de casos resueltos, el ocultamiento de datos, la negativa a recibir las denuncias, no elimina la inseguridad, si no tan sólo provoca que se de más.
Ya son siete los detenidos, entre ellos el delegado de Seguridad Pública en Tierra Blanca, pero no les han podido sacar el lugar en que se encuentran los jóvenes desaparecidos, ni tampoco los nombres de los delincuentes a quienes se los entregaron.
Ahí hay evidencias de que en la policía de Veracruz sigue la corrupción, la complicidad con los grupos delincuenciales.
Esto es producto de un actuar indebido de la policía, que incluso implica mucho más que tolerancia, que llega a la protección, a las garantías de impunidad para los elementos coludidos, porque sus jefes tienen la misma garantía por parte de un funcionario que nada ha podido hacer… o peor, que nada han querido hacer: Arturo Bermúdez.
Javier Duarte se pronunció contra los policías implicados y hasta pidió castigo para los mismos, pero lo hizo de una manera cómoda e informal, a través de un mensaje de twitter.
Y no volvió a hacer más.
Es más, ¿dónde está Javier Duarte?.
Desde el 11 de enero que visitó a las víctimas del accidente en Río Blanco, desapareció del estado.
Una semana y su presencia no ha hecho falta, pero ¿dónde está?.
Esto es parte del porque explotan los problemas en Veracruz: porque al gobernador no le interesa lo que ocurre.
Sergio Padilla Oñate, investigador de la Asociación Causa en Común, el 26 de noviembre del año pasado señaló que en Veracruz hay casi 4,000 policías que deberían estar fuera de la corporación porque no aprobaron los exámenes de confiabilidad.
¿Por qué siguen en funciones policías con estas características?.
Arturo Bermúdez guarda un silencio cómplice, porque así ha querido mantener a la policía estatal. 5 años y no ha hecho el menor esfuerzo por tener una policía acreditada.
Vale recordar otros casos sonados en los que elementos de seguridad pública han participado en la desaparición de personas:
- El homicidio de Salvador Salazar Gómez, hermano de la cantante Toñita, encontrado después de 4 meses de que fue sustraído de su casa por policías estatales.
- La CNDH emitió la recomendación CNDH/1/2014/353/Q a las autoridades veracruzanas por la desaparición forzada del cantante de La Voz México Gibrán Martiz Díaz y el menor de edad Sergio Luis Hernández. Los jóvenes fueron sustraídos de un departamento por policías estatales y encontrados muertos semanas después, la Fiscalía General del Estado aceptó el documento en su totalidad.
- En mayo pasado, dos grupos de personas bloquearon el paso en el Puente Coatzacoalcos I como protesta por la desaparición forzada de varias personas; en un caso las víctimas regresaron a sus casas, pero no difundieron detalles porque los amenazaron.

También está la agresión que sufrieron los alumnos de la Universidad Veracruzana que nunca ha sido esclarecida, tanto en manifestaciones como celebrando un cumpleaños.
En septiembre del año pasado circuló un video de unos policías de Tres Valles que humillaron a un joven acusándolo de haberse robado un celular, hasta el grado de que este se baja los pantalones y le dice a los policías que le hagan lo que quieran para dejarlo ir. Nunca hubo castigo para estos uniformados.
El oficio SJA/DGAJ/12404/2014 de la PGR, anota que Veracruz acumuló 59 averiguaciones por desaparición forzada en 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014, y se convirtió en la entidad con mayor incidencia en el país.
Veracruz es un estado inseguro en el que sus autoridades no actúan.
Donde los místicos solo quieren que se les rinda pleitesía.