El domingo se dieron tres señales harto notorias a favor de Héctor Yunes Landa:
1. La cargada de los integrantes del fidelato
2. Las declaraciones de la CNC y de Juan Nicolás Callejas Arroyo
3. El amarre para que Alberto Silva no se vaya a otro partido en cuanto la designación no le favorezca.
Los tres asuntos van entremezclados, porque así se dieron.
Comencemos por el fidelato.
El periódico Notiver publicó una referencia a Fidel Herrera donde menciona que tuvo que venir a Veracruz a ordenar todo, porque se lo pidió el presidente Enrique Peña Nieto, y que el bueno es Héctor Yunes y que ya está acordado.
De inmediato de las redes de Palacio de Gobierno salieron los desmentidos de la especie. Pero el principal interpelado, nunca rechazó lo ahí publicado.
Fidel Herrera tiene un estilo de que cuando algo no le gusta, sin empacho alguno pide la corrección y además la difunde ampliamente.
Ya lo dijo antes de irse a España y en el comentario de Notiver lo retoman: con las comunicaciones que existen hoy, España está tan cerca como Polanco.
Lo publicado en Notiver tiene mucho de veracidad, por las formas de expresión, pero si acaso llega a ser desmentido el escrito y se prueba que es falso, quien lo redacto tiene mucho conocimiento de la sicología de Fidel Herrera.
Pues bien, además de lo publicado en Notiver, la cargada del fidelato hacia Héctor Yunes (y eso nadie puede decir que es inventado, porque ahí están las fotografías) se notó en los asistentes a la comida en el rancho del dirigente de la CNC estatal, Juan Carlos Molina Palacios, entre quienes estuvieron: el diputado federal Tarek Abdala, quien fue Secretario de Finanzas de Fidel Herrera; José Alfredo Gándara, su coordinador de Comunicación Social; Raúl Zarrabal Ferat, quien fue secretario de comunicaciones; Belem Fernández del Puerto, a quien Fidel Herrera tuvo en el DIF municipal con Carolina Gudiño todo el trienio; los diputados Octavia Ortega, Marcela Aguilera Landeta y hasta Tonatiuh Pola. Ah, también llegó ahí la candidata derrotada Ana Guadalupe Ingram Vallines.
¿Más fidelistas?:
Manuel Rosendo Pelayo, alcalde de San Andrés Tuxtla;, el alcalde de Catemaco, Jorge Alberto González Azamar; el alcalde de Veracruz, Ramón Poo Gil; el alcalde de Alvarado, Octavio Ruíz Barroso; la alcaldesa de Cosamalopan, Adriana Maas; Gladys Merlín Castro y Juan Cruz Elvira.
También llegó Francisco Garrido, diputado local, que se ha mostrado cercano a Pepe Yunes, cuya presencia reforzó en parte la versión atribuida a FHB de que ya alineó al partido Alternativa Veracruzana.
La misma impresión dio Juan René Chiunti, que ahora está en el PANAL.
Pero los más notorios y significativos de que el barco de don Javier hace agua, fueron el Oficial mayor de la SEV, Vicente Benítez y el hermano del gobernador, Cecil Duarte.
Otros grillos que llegaron por ahí: Juan Nicolás Callejas, Pascual Lagunés Ochoa, , Enrique Levet, Ramón Ferrari Pardiño y Sergio Pazos de la Torre.
El segundo elemento, es que un dinosaurio tan colmilludo como Juan Nicolás Callejas, ahora coordinador de la legislatura del estado, le dio el visto bueno a Héctor Yunes. Ya antes, en el rancho San Julián había dicho que el candidato del PRI será un Yunes.
Juan Carlos Molina afianzó su apoyo, y por tanto el de la CNC, retomando la frase de Héctor Yunes de "estamos listos".
Después de esto vino Javier Duarte que mostró el documento de "unidad" donde los Yunes, Pepe y Héctor firman comprometiéndose a apoyar a quien sea el candidato del PRI y a mantenerse en el partido. Ambos han dicho desde antes que esa sería su actitud.
Pero Alberto Silva nunca ha dicho que se mantendrá en el PRI si no es designado.
Javier Duarte quiso detener la avalancha hacia Héctor Yunes, pero su actitud lo único que logró fue demostrar que la designación del candidato del PRI se hará desde México y que no tiene forma de impedir que sea uno de los Yunes.
De todos modos el fidelato tiene listos a otros que pueden ir por cualquiera de los partidos satélites, incluyendo a Francisco Valencia, socio del fidelato, para postularlo por el PRD, si logran tirar la alianza o por otro partido.
Pero aún cuando sea Héctor o Pepe el candidato, el fidelato no está muerto, porque buscará apoderarse de la Cámara de Diputados local para desde ahí controlar todos sus puntos de interés de negocio.
La espera ahora es de la convocatoria, para afianzar la candidatura de Héctor.
DUARTE Y LA DEUDA A LA UV. Javier Duarte de Ochoa sigue reteniendo más de 2,000 millones de pesos de la Universidad Veracruzana, lo que provoca que la institución a su vez tenga pasivos con otros entes, entre ellos el sindicato de académicos, al cual le debe más de 60 millones de pesos por finiquitos.
Enrique Levet Gorozpe también se dolió de que están pendientes de pagos 14 millones de pesos de gastos realizados por el personal de la UV, a quienes no se les han cubierto.
El ambiente entre los académicos y estudiantes de la Universidad Veracruzana es cada vez más en contra del gobierno del estado y de su partido.
Y esto puede ser una tendencia que defina los resultados de las elecciones, por lo menos en las zonas donde la presencia de universitarios es alta, como Xalapa.