28 de Abril de 2024
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PROSA APRISA - Arturo Reyes Isidoro
Pruébeme o retráctese: Audirac al contralor
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2015-07-10 - 10:16
Pruébeme de lo que me acusó o retráctese públicamente, es a lo que acaba de emplazar el ex secretario de Finanzas y Planeación, Mauricio Audirac Murillo, al contralor general del estado, Ricardo García Guzmán. Cabría preguntar: ¿y si no, qué?
Con estruendo mediático y en medio de una gran presión contra el gobierno del estado por señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) por un presunto mal uso de recursos públicos (millonarios) y la denuncia respectiva ante la Procuraduría General de la República (PGR) interpuesta en noviembre de 2014, sorpresivamente el pasado 23 de junio esa acusación se saldó cuando García Guzmán dijo que los recursos fueron aplicados y comprobados en los términos de la normatividad correspondiente, pero que lo que había pasado era que se habían encontrado anomalías de orden administrativo, uno de cuyos responsables sería Audirac cuando fue contralor general del estado, por lo que le caería la guadaña en forma de sanciones administrativas o hasta con una inhabilitación de diez años para poder ocupar cargos públicos.
El Contralor dijo entonces, en conferencia de prensa que ofreció en la sala de conferencias de prensa de la Coordinación General de Comunicación Social, que se habían encontrado omisiones, irregularidades, negligencia e irresponsabilidad en el desempeño de las obligaciones de Audirac y otros trece acusados funcionarios públicos de diversas dependencias, quienes nunca habían entregado a la Federación la información de las solventaciones. “En la rendición de cuentas, la ASF nunca tuvo a la vista la documentación… que estaban obligados a presentar”.
En aquella ocasión, Ricardo anunció que se informaría a la opinión pública y a los medios de comunicación “el curso de estas medidas sancionatorias”, pero, en efecto, ayer se cumplieron 16 días y es la fecha en que no dice cuáles son y en qué consisten, aunque Audirac expresa en una carta que le dirigió y que hizo pública, que después de más de 15 días no ha sido notificado sobre ningún procedimiento en su contra por lo que lo conmina a que le diga cuáles son esas presuntas acciones u omisiones para que pueda emprender su defensa legal, o que, en caso contrario, se retracte públicamente a fin de que pueda resarcirse del descrédito que le ha causado en el ámbito personal, familiar y de negocios.
Cuando parecía que el asunto se empezaba a olvidar, de pronto, ¡zas!, Audirac acaba de machucarle los dedos de la mano con la puerta a García Guzmán, ¡ouch!, y lo ha puesto contra la pared, pues éste ahora tendrá que concretar sus acusaciones pero además probarlas sólidamente, porque, ya se vio, Mauricio no está dispuesto a quedarse callado y menos a aceptar los señalamientos. Si lo emplaza es porque se siente seguro de lo que hace.
Pero lo que Audirac hizo en realidad fue emplazar al propio gobierno del estado, a su titular, pues en política el contralor nada hace, más en un señalamiento tan grave como el que hizo, si no tiene el visto bueno del Ejecutivo o si no recibe instrucciones precisas de éste. No actuó, pues, por su cuenta.
En lo inmediato ya se ha puesto en claro que entonces no fue un acto de simulación el señalamiento contra los 14 funcionarios o ex funcionarios para desviar la atención y hacer olvidar la denuncia de la ASF ante la PGR, el escándalo que había, pues se llegó a especular que era sólo una medida distractora, que en realidad esa inhabilitación equivalía a años sabáticos para que se fueran a disfrutar al extranjero el dinero del que presuntamente habían dispuesto.
Mauricio, por lo que se ve, no se va a dejar, no está dispuesto a ello. Al inicio de la columna digo que cabe preguntar: ¿y si no, qué?, esto es, si no se prueba a Audirac las acusaciones, pero si tampoco no se retracta el contralor García Guzmán, ¿qué podría pasar? Lo más sencillo sería pensar que va a demandar, pero, ¿y si en una de esas decide hablar?, esto es, ¿desquitarse contando todo lo que sabe –y vaya que si debe tener pruebas– del desaseo administrativo y económico que hay adentro, con nombres y apellidos de implicados, montos, negocios, o pasándole toda la información que posee al senador José Francisco Yunes Zorrilla, o a Miguel Ángel Yunes Linares, o a Luis Videgaray? ¿Y si lo hace y viéndolo que lo hace los otros trece acusados deciden seguir su camino?
Por lo pronto, Audirac ha mostrado su temple para enfrentar situaciones difíciles, su cabeza fría. No se lanzó de inmediato a responder ni a tratar de defenderse, sino que se quedó callado, aguantó vara, tomó tiempo y distancia, seguramente puso mentalmente sus cosas en orden, se asesoró, consultó con la almohada, esperó el momento oportuno y ¡pum! acaba de soltar su obús.
Como si ante tantas broncas que enfrenta, al gobierno del estado le hiciera falta una más, y de posibles serias consecuencias. ¿Quién mal aconseja o quien mal asesora al gobernador?
GÓMEZ PELEGRÍN CUMPLIÓ
Insistí en “Prosa aprisa” que alguien debía dar la cara, salir a informar qué pasa con la situación económica del gobierno del estado, por qué la falta de pagos que ha originado manifestaciones públicas, a qué debemos atenernos, qué se puede esperar y qué no.
A propósito del último bloqueo de pensionados y jubilados ante el edificio de la Secretaría de Finanzas y Planeación, dije que el miércoles su titular Antonio Gómez Pelegrín junto con Julio Cerecedo Aguilar, de Política Regional de la Subsecretaría de Gobierno, habían salido a dar la cara pero para pedirles que liberaran el paso, aunque que no era suficiente.
Ayer Toño, acompañado del titular del Instituto de Pensiones del Estado, Armando Adriano Fabre, salió a dar una explicación con detalles, al menos sobre la situación del IPE. En conferencia de prensa ofreció datos, cifras, explicaciones, algo que debiera ser la normalidad. Cumplió, insisto, al menos por lo que hace a ese organismo, y debe reconocerse y por eso lo comento.
Sé que Gómez Pelegrín es un hombre serio, bien intencionado y con ganas de hacer bien las cosas, de ayudar a solucionar los problemas y al gobernador Javier Duarte de Ochoa, su jefe. Ayer dio la cara. Y con él Adriano Fabre. Garantizaron que los pagos serán puntuales y dijeron las presiones que se tienen y por causa de qué. Analizaré a detalle los datos que ofreció y ya volveré al tema.

Los contenidos, estructura y redacción de las columnas se publican tal cual nos las hacen llegar sus autores.

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