¡Listos Héctor y Pepe Yunes… si no respetan las reglas!

¿Quién puede juntar 170 mil simpatizantes, con credencial de elector, para registrar una candidatura ciudadana de cara a la sucesión gubernamental del 2016?
No muchos.
Acaso asoman dos en el horizonte: José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa y del lado opositor al gobierno, Miguel Ángel Yunes Linares.
Quienes aluden al folklórico diputado Renato Tronco están perdidos. Tronco es solo eso, un tronco.
Mañana entra al pleno del Congreso local para su aprobación la iniciativa de reforma al Código Electoral para dar paso a este tipo de candidaturas que sin duda significan un paso importante en la construcción de la democracia, un cambio en la forma de contender por un cargo de elección popular y el principio del fin de una era hegemónica que dio lugar de manera repetida a la compra del sufragio.
Hoy es posible ganar sin corromper. Es posible poner fin al clientelismo y terminar con parcelas electorales subvencionadas. Y es posible llegue a su fin toda una era de prácticas corruptas en donde el voto está cotizado, en Veracruz, hasta en cinco mil pesos por persona.
El punto, sin embargo, es determinar hasta dónde es posible que para la elección gubernamental en puerta irrumpa en el escenario político un “Bronco” veracruzano.
A vistas pareciera inminente que por ese camino podrían transitar Pepe y Héctor Yunes.
El primero ya alertó la necesidad de que se respete la decisión de su partido, el PRI, con un “piso parejo” en el proceso de selección del candidato. Pepe, a no dudar, por ser puntero en las encuestas de preferencia electoral con la mano en la cintura reúne los requisitos que marca la exigencia electoral para registrarse como el “Bronco Jarocho”.
En igual proporción puede ser Héctor Yunes Landa, quien además al registrar su asociación política “Alianza Generacional” envía un claro mensaje de que por más que el gobierno ponga candados a la normatividad electoral que hagan inalcanzable la candidatura ciudadana, él tiene el respaldo, la fuerza y el carácter.
Es decir, si le exigen 170 mil simpatizantes para registrar su candidatura los aliancistas al vote-pronto ya le dieron 115 mil firmas…más las que se acumulen.
Para ambos actores la circunstancia dependerá si la Fidelidad incumple acuerdos previamente pactados, si saca de la chistera candidatos a modo de última hora o si pretende imponer gallos que solo representan para Veracruz y los veracruzanos la etapa más ominosa de su historia.
Hoy que el tiempo se acaba y que estamos en las puertas del “Destape” los aspirantes velan armas.
Algo está por suceder en Veracruz.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo

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