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LÍNEA CALIENTE
¿Le cumplirán a Héctor?
2015-06-28 - 14:58


¡Éramos muchos y parió la abuela!
Cuando todo parecía color de rosa.
Un aspirante, Héctor Yunes Landa, bendecido por el señor. Con las arcas abiertas para consolidar el proyecto. Cargos en el gobierno para los leales. Fotografías con el primer priista quien ufano declara: “Soy aliancista”. Compromisos a sotto voce con “el buen Héctor” y un fuerte apoyo mediático prohijado desde la mismísima casa de gobierno. Todo, insisto, color de rosa… pero algo no cuadra.
Todo tan vasto. Todo en charola de plata. Tan entregada la cúpula del poder llena de buenos deseos… que no se cree.
Las fuerzas de la Fidelidad y un esmirriado Duartismo se mueven… pero no en favor de Héctor Yunes Landa, quien va en caballo de hacienda, trae con qué y solo espera la voz de arranque.
Pero, los de casa -en lo oscurito- siguen trabajando por los suyos. Fieles a la Fidelidad no renuncian a la consiga de no permitir bajo ninguna circunstancia, que un Yunes llegue.
Acaso por ello en estos días soltaron a un distractor, Erick Lagos y guardan entre algodones a Alberto Silva Ramos, a quien coyunturalmente buscarán revivir hacia finales de agosto, cuando se suelten las reglas de la sucesión que reclamarán disciplina, unidad y respeto a la decisión del partido… y del preciso.
Y sí.
En lo oscurito han enviado a estos dos personajes a entrevistarse con Aurelio Nuño, el hombre más cercano a Enrique Peña Nieto, para que muestren sus cartas. El mismo Ramón Ferrari Pardiño ha sido convocado a propuesta de don Miguel Alemán, eventualmente sería el “candidato emergente”.
No hacen ruido.
Y mientras los dos Yunes, Héctor y Pepe andan en campaña los de la Fidelidad andan en pos de la candidatura, gran diferencia. La cabildean en el DF ¿dónde más? Saben que la decisión provendrá del centro pero contará la opinión del gobernador Javier Duarte que a los ojos del centro es el campeón.
Están ciertos que no sabe gobernar, pero sí ganar elecciones… al costo que sea.
Por ello es que la construcción o reconstrucción de su gallo avanza. Habrá que insistir en que el gran distractor es Erick Lagos y habría que buscar con lupa al Cisne. Está escondido.
El plan original de ellos sigue vigente. Ya no hay marcha atrás en la de dos años, para fincar el futuro sexenal para Javier Herrera Borunda ¿hijo de quién?... de Fidel Herrera Beltrán.
Más que rápido encontraron la medicina amarga que nos quieren imponer. De ahí que este chavo Borunda anda como cuete sin control recorriendo todo el Estado que de pronto ama como el que más y desea lo mejor como su papá, igualito.
En la lucha por el poder, sin embargo, no han tomado en cuenta un eventual alzamiento político de parte de la misma familia opositora. Ya el mismo José Yunes alertó en el distrito electoral de Erick Lagos, Acayucan, que ahora el enemigo a vencer es justamente este mozalbete a quien los fidelistas ya lo ven sentado en la enorme silla de Palacio de Gobierno, la misma que ocupó Ruiz Cortines, Miguel Alemán, Hernández Ochoa y Gutiérrez Barrios, entre otros.
Así, de no cumplirle a Héctor va a incendiar Roma.
El de Soledad de Doblado tiene más experiencia que toda la fidelidad junta y va a ser difícil que el mismo Fidel Herrera se la pase de humo como se la hizo en una ocasión en el 2010. Ello no sucederá más. Difícilmente volverá a suceder dada la fuerza política que ha generado y cuya muestra la dio el pasado fin de semana a presentar el respaldo firmado de más de 115 mil simpatizantes para la formación de su Asociación Política “Alianza Generacional”, cuyo requisito del IEV reclama cinco mil afiliados.
Héctor ha dicho en corto que no habrá más Fideliñas.
No se podrá sacar más de la chistera a uno de ellos por más que en la pasada elección haya obtenido record. “Acayucan no es Veracruz”, ha dicho el propio Héctor.
En ese escenario la eventualidad política podría dar lugar a dos caminos sin marcha atrás:
Que Héctor se lance por la de dos, con todo el apoyo de Pepe, como candidato ciudadano llevando la bandera de “¡Cárcel para los corruptos!”.
Yunes Landa no tendrá los mil 500 millones de pesos que dispondrá el aparato el año próximo para comprar el voto, pero sí el respaldo ciudadano que para la gubernamental, dice el histórico, ahora sí saldrá a votar para vencer el abstencionismo, principal aliado del PRI.
En un segundo escenario se vislumbra la alianza Yunista.
Héctor, Pepe, Miguel, Miguel jr. y Fernando sumarán fuerzas en una alianza pactada –de la cual ya han hablado- para doblar a la Fidelidad. Juntos los Yunes bajo la bandera azul aplastarían al PRI en junio del 2016.
Hoy, sin embargo, las señales indican que Javier Duarte habrá de respetar el acuerdo de apoyar y mantenerse institucional a la transición, pero no deja de llamar la atención la movilidad del enviado de Fidel Herrera, Erick Lagos, que pareciera que ya entendió el juego, pero sobre todo el mandato del jefe.
Erick como distractor de la verdadera intención de la Fidelidad habrá de abrirse para proyectar a un impoluto Alberto Silva de quien nadie se ocupa tras su pretendido desmarque de “No voy por la candidatura, ni siquiera por la jefatura de la bancada legislativa priista. Aspiro a encabezar la Comisión de Desarrollo Social en el Congreso”.
Así, la pregunta obligada es: ¿Se romperá el compromiso político Duarte-Yunes Landa, pactado meses atrás?
Consideremos que nunca se llevaron bien Héctor y Javier a diferencia de Pepe y Javier que en algún momento tuvieron relación.
Con Héctor siempre hubo desencuentros, opiniones encontradas, malos gestos por la forma de gobernar y censura e irritación por la sospechas fundadas de repetidas raterías de sus colaboradores quienes hoy son blancas palomas.
Yunes Landa se ha contenido, pero se equivoca quien piensa que está sometido o bajo control. Ese no es ni su estilo, corte o intención. Héctor levanta pueblos, sobre todo ahora que sabe que es la última oportunidad de su carrera política de llegar a la gubernatura.
Acepta pues, el “amor” de su jefe político, pero incapaz de tirarse a la cama con él y cohabitar para alcanzar la meta sucesoria que podría convertirse en una quimera. Tan solo lo mide. Lo mira a distancia. Sus operadores le alimentan líneas de acción ante el peor de los escenarios.
¿Y cuál es el peor?
Que dado lo enfiestado que está el primer priista con las 16 diputaciones –tramposas en cifras, pero suficientes para demostrar quién manda-, el compromiso alcanzado con la Auditoria Superior de la Federación que le da más tiempo para que se regularice y que la PGR se haga socarrona con eso de las denuncias ministeriales que si bien existen, pueden esperar un ratito, pues con eso y más se geste el regrese al proyecto original de revivir al muerto, a su brother Alberto Silva Ramos.
El juego pues, está caliente.
Ha sido el propio Pepe Yunes quien ha llevado al grupo de interés del presidente Enrique Peña Nieto, las cifras y hechos reales de lo que está pasando en Veracruz. La brutal realidad.
“¿Te acuerdas que un día te comenté que después de las elecciones algo iba a pasar… pues ha llegado el momento?”, me dijo Pepe hace unos días en el lugar de Ernesto Aguilar Yarmuch.
Una sorda lucha está por librarse y pocos en gobierno voltean o hacen caso a intenciones sucesorias como las de Alejandro Montano, que fue el primero en levantar la mano del “¡Quiero”! y de Tomás Ruíz que vino a rescatar el desastre financiero ¿De a gratis?
Lo mejor, acaso lo peor, está por venir.
Tiempo al tiempo.

*Premio Nacional de Periodismo

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