SAQUEARON LA DIRECCIÓN
DE PROFESIONALES

QUE NO SE LLEVARON NI TÍTULOS NI CÉDULAS… El inmueble que alberga la Dirección de Profesionales de la Secretaría de Educación de Veracruz fue saqueada por hombres armados, quienes el pasado domingo entraron, revisaron aparentemente todo y salieron con un fuerte cargamento. Aparentemente no se trata de un simple robo, pues los encapuchados retornaron una y más veces hasta llevarse lo que no se tenían que llevar. ¿Qué buscaban? ¿Qué registraron? Pues resulta que en ese inmueble, ubicado en la calle Federico Froebel número 31-B de la colonia Del Maestro, es donde se realiza la gestoría para el registro de títulos y expedición de cédulas profesionales de las universidades de este estado y se encuentra a cargo de una sobrina de la maestra Acela Servín Murrieta, líder moral del SETSE. Ante la sospecha de que los delincuentes se hayan llevado toda la base de datos de los títulos y cédulas profesionales, se buscó la confirmación o negación de esta información con el titular de la SEV, Flavino Ríos Alvarado, quien señaló que los delincuentes no se llevaron nada de documentos, es decir, ni cédulas ni títulos, sólo cargaron con computadoras y efectivo. Hasta ahí.

IMPOTENCIA, DOLOR
Y SED DE JUSTICIA

CLAMAN POR SUS HIJOS... “¡Pónganse en nuestros zapatos!”, fue el grito desgarrador de decenas de madres y padres de familia al ser replegados por policías cuando se manifestaban en Coatzacoalcos, en el puente I del mismo nombre, para exigir el regreso de sus hijos desaparecidos. Efectivamente, el gobernador Javier Duarte, el fiscal Luis Ángel Bravo y el secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez, deberían ponerse en los zapatos de estas personas, cuyo único “delito” es exigir justicia y se dé con el paradero de sus vástagos. Perder un hijo no debe ser cualquier cosa, y más cuando no se sabe dónde está. La impotencia y dolor de estas personas se aprecian en sus rostros, en sus lágrimas, en su sed de justicia, pero al gobierno no le importan, pues su indolencia es mayor. Es más fácil mandar a replegar una manifestación pacífica de padres, para lo cual se vale de decenas de policías, que intentar averiguar los casos denunciados de desapariciones que le reclaman. ¿Actuaría el gobernador con la misma indiferencia si uno de los desaparecidos fuera su hijo o hija? ¿El fiscal y el secretario de Seguridad Pública se quedarían de brazos cruzados si fueran los suyos? Nada más es pregunta.


OLA DE VIOLENCIA
EN LA ENTIDAD

Y NO HAY QUIEN LA FRENE... Los asesinatos cometidos en los últimos días dejan en claro que la entidad vive una ola de violencia muy fuerte, la cual por supuesto no es nada saludable, ni para las familias ni para los empresarios, ni para los políticos ni para nadie, y más aún que estamos a días de vivir una jornada electoral importante. La seguridad, parece, está al garete, pues las respuestas de los encargados de velar por la justicia en Veracruz sólo son en el sentido de que investigan, que no habrá impunidad, que nadie estará por encima de la ley, puro bla bla bla, pero nada de resultados, o al menos así se percibe. Y no es hacer apología de la violencia, como alguna vez se dijo, no, son hechos que se oyen y se ven todos los días, y no necesariamente por la prensa. La misma gente los comenta, pues directamente o indirectamente ha sido testigo de algún hecho delincuencial, desde el robo de una gallina o un bolso, de desapariciones o hasta el asesinato de una persona. ¿Hasta cuándo?