Muy a pesar de que ahora se quiera dar una nueva versión de lo ocurrido el pasado domingo durante el desarrollo de la Sesión del Consejo Político Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuando el primer priista de la entidad y también gobernador, Javier Duarte fuera hacer uso de la voz y el senador José Francisco Yunes Zorrilla se levantará para retirarse del presídium -ante la mirada atónita de los presentes-, conlleva una alta connotación política.
El rompimiento entre ambos es inminente a pesar de que en el discurso el primero priista del estado convoque a la unidad de la militancia; algo se rompió entre el mandatario y el legislador.
La confianza entre ambos, especialmente del legislador para con su gobernador quedó seriamente trastocada, tras imponer el mandatario estatal su iniciativa por una gubernatura de dos años, sabedor de que en la fila el primero en formarse y guardar la sabía conseja de mantener la disciplina, era Pepe.
La evidencia de que las cosas no están nada bien entre ambos políticos quedó de manifiesto al salir a la luz los reclamos de los alcaldes que desde hacía al menos dos años no recibían el recurso de los remanentes de la tan cacareada bursatilización.
Aun cuando el gobierno rápidamente movió sus fichas dentro del tablero político liquidando dicho pasivo el pasado viernes, el temor de que desde el Senado le sea exigida una explicación al Banco Fiduciario – Deutsche Bank - trae en jaque a más de uno tanto en Palacio de Gobierno como en la Secretaría de Finanzas y Planeación.
Y es que el periplo de los alcaldes para que se hiciera efectivo el pago los llevó hasta solicitar el auxilio del senador peroteño, que no tardó en tomar nota del asunto para después emplearlo como medida de cambio a favor de los ayuntamientos.
La justificación expresada por el propio gobierno estatal resulta paradójica e incongruente según advierten a través del comunicado 1640, “Los ayuntamientos que forman parte de la Bursatilización continuarán viendo los resultados de este esquema en el corto, mediano y largo plazo, pues es interés del gobierno estatal cumplir oportunamente con los alcaldes para que éstos, a su vez, impulsen el desarrollo de sus municipios.”
Y resulta paradójico pues eso de que el gobierno estatal está interesado en cumplir oportunamente resulta irrisorio e insultante, pues solo se tardó 2 años en entregar el recurso a los 199 municipios.
En política la forma es fondo, y eso se puede interpretar en esta reacción, se tenía que entregar el recurso pero la intensión era no hacerlo, no hay más, aquí es donde la presión que ejerció el legislador federal demuestra que se tuvo que actuar para no ser señalados nuevamente por la Auditoria Superior de la Federación (ASF).
Y es que a penas este lunes el titular de la ASF, Juan Manuel Portal Martínez cambia el discurso y advierte que ahora el Gobierno de Veracruz ha mostrado disposición para solventar todas las observaciones emitidas por la dependencia fiscalizadora en torno a la cuenta pública del 2013.
El auditor general justificó sus dichos en el sentido de que los datos donde sale observado Veracruz son apenas un informe preliminar y se trata de una etapa del proceso de fiscalización de los siete mil millones de pesos observados, y como la forma es fondo, podremos interpretar que comienza a surtir efecto la intervención de Tomás Ruiz González en el tema.
El asunto dará de más, pues en la forma, Veracruz estaría librando la batalla para aclarar los malos manejos, aun cuando en el fondo, se sabe que desde la Secretaría de Hacienda se cocina ya las acciones y medidas que ejecutaran para llamar a cuentas a los responsables de los errores, desfalcos, y malos manejos del erario en la entidad.

Al tiempo.

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